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Tal y como Yoongi había dicho aquella noche, se comportó con Jungkook como solía hacerlo antes de tener una relación estrecha. Aunque dejó de ser tan atento y cercano, se mantenía en una buena predisposición y bromeaba incluso.

No iba a ponerle las cosas aún más difíciles a su corazón. Por más de que quisiera a Jungkook, no impondría sus sentimientos sobre él. Dejaría que el chico hiciera su vida y él, por su parte, aprendería a controlar su corazón cuando lo miraba.

—Hyung, hoy quiero un calentamiento para bajar peso...ayer me comí una barbacoa ¡tremenda! —Dijo el chico.

—Dijiste que querías hacer algo de piernas...—Enarcó una ceja.

—Sí...bueno pero...no contaba con cenar barbacoa. Y desayunar sopa de resaca.

—Te dije que la bebida la dejaras para los fines de semana. —El tono de Yoongi no fue rudo, solo como cualquier consejo de hermano advirtiendo un mal comportamiento a su hermano pequeño.

Al menos, así se obligaba a pensar Yoongi.

Engañando a su corazón a ver a ese chico, como su trabajo, como un hermano al que debía cuidar.

—Es que con los premios, terminé yendo con mis amigos al after party.

—Bien. Solo, vigila no acostarte a eso cada noche—Quitó su mirada de él—Entonces empecemos con abdominales.

Durante el entrenamiento Jungkook no hizo nada más que volcarse en la voz demandante de Yoongi.

—Estira los brazos. ¡Excelente Jungkook! —Dijo colocándose atrás de él.—Un poco más arriba.—Dijo colocando las palmas en los bíceps del chico para ayudarlo porque el peso era mayor. —¡Perfecto! Mi buen chico. —Se le escapó y enseguida tosió para disimular sus palabras.

Si que estaba siendo duro entrenar a su corazón.

—Por ya esta bien. Ve estirando, iré a ver si ya tienen tu bebida de proteínas. —Sonrió tratando de disimular su nerviosismo.

Yoongi salió de ahí enseguida para la sala-cafetería.

—¿Tienen algo que no sea café? No me gusta mucho...—Escuchó decir al chico que estaba delante de él.

—¿Siguiente para ordenar?—Dijo otra de las chicas que estaban atendiendo.

—Yo. Buenos días. Mmm...vengo a recoger el vaso de proteínas de Jungkook.

—Tenga profesor Min.

—Gracias. —Sonrió.

—Oh. ¿Conoce a Jungkookie?—Dijo el chico a pesar de ser algo muy obvio.

—¿Y tu eres...? —Dijo amable Yoongi aunque su tono no lo fuera tanto.

—Kim-Tae-Hyung. —Dijo con pose firme y la mano en su frente. —¿Profesor?—Aludió a lo que había escuchado antes.

—Aquí tiene su té.—Dijo la chica entregándole la bebida al joven que se acababa de presentar.

—Min Yoongi, entrenador físico y profesor de defensa personal. —Hizo una leve referencia. —Y respondiendo a tu pregunta, si conozco a Jungkook-Ssi. Soy su entrenador.

—¡Increíble!—Dijo sonriendo.—¿Puedo hacerle un comentario profesor?

—Supongo...—Sonrió.

—Usted no se ve como un entrenador físico...quiero decir—Se sonrojó ante la ceja sugestiva de Yoongi que lo miraba divertido—Se ve más pequeño...ellos suelen ser como muy grandes y muy musculosos.

MY TIME | Yoonkook - KookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora