Jungkook es un aclamado idol que tiene una imagen muy cuidada, sin embargo un cambio de concepto para su próximo comeback hace que se muestres sus otras caras, unas que Yoongi, estará encantado de descubrir cuando le toque trabajar con él como entr...
La respuesta quedó a la espera, pues Jungkook pronto tuvo que salir a un photoshoot.
Yoongi había visto por los pasillos a Taehyung, pero no se llegó a acercar al ver que el chico estaba huyéndolo en cada posibilidad. Por lo que terminado el trabajo con Jungkook se marchó a su casa.
—Eres idiota—Heize frunció el ceño mientras miraba a Yoongi.
Había ido hasta su casa en calidad de amiga, trayéndole comida y una conversación pendiente después de que le viera tan sonriente ese día.
—Te estas acostando con él de nuevo.—Menciono sin titubeos mientras bufaba indignada.
—¿Pero como lo sabes?
—Yoongi, te conozco como a la palma de mi mano. —Dijo enseñándole esta—Tienes esa sonrisa idiota de haberla puesto...oh jodido Yoongi, yo reconozco esa sonrisa.
—Estas loca...demasiado loca...
—No. Además, es eso y tu maldito cuello.—Puso sus manos en su mandíbula para luego girarla— Mírate. ¿Qué eres acaso un adolescente hormonal?
—Se siente como si lo fuera...—Reconoció vencido frunciendo el ceño.
—Idiota. ¿Entonces regresaron o no?
—No lo sé...
Y así era.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Dice que ha discutido con Jimin...
—¿Y quieres ir detrás de él?¿no?
—Mmmm...no, estoy contigo Heize...a demás no debe ser algo de gravedad.
—Gracias en tal caso, sé que cuando te importa alguien te preocupas mucho Yoon.
Por horas estuvieron detrás hablando hasta que Heize se marchó a casa y Yoongi recogía los platos de la cena que habían hecho juntos.
Cuando hubo terminado todo, ya eran las nueve y media, el temporal había cambiado de forma abrupta y el noticiero anunciaba la bajada de temperatura y el lluvia persistente a lo largo de la noche. Miró entonces por la ventana de su casa, y vio un coche muy similar al de Jungkook.
Una parte de él se había emocionado bastante, pero luego la propia razón le bajó del pedestal. Jungkook no sabía dónde vivía.
—Sí que estoy jodido...—Se rió de sí mismo.
Se mordió el labio recordando lo que habían sido las últimas horas con el chico, y el día anterior. No se dio cuenta de que estaba sonriendo al recordar las caras de Jungkook, su voz jadeante y el tono en el que lo hablaba. No debía haber mentiras en la forma en la que el chico reaccionaba a él.
Sin darse cuenta tenía la guitarra en su regazo y tocó la misma melodía que aquella vez en la noche cuando el cantante le llamó. Y su sonrisa se ensanchó.
