libro 4
En África se ha descubierto una instalación dónde se encontraban especies y multihibridos. Sin embargo cuando la ONE registró el lugar, se sorprendieron de encontrar una pequeña bebé chita recién nacida ronroneando acurrucada al cuerpo de su...
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Adelanto
Ella lo miraba preocupada ¿Cómo había llegado a esto? Sabía que Thunder no lo había hecho queriendo, seguramente se había descontrolado de nuevo pero ¿Por qué? También había otra pregunta en su mente y tal vez era la más importante ¿Por qué le importaba tanto? Tras años de los abusos del hombre ¿Por qué se preocuparía por el sexo masculino? Pero Thunder no era un hombre ¿Verdad? El macho era un multihibrido con problemas de personalidad generado por un trauma que a menudo resultaba ser confuso y peligroso. El lado adulto del macho le advirtió que se alejara de él, le dijo que era peligroso y sabía que debía obedecerlo pero, el lado infantil de él la atraía. Quería protegerlo, cuidarlo y amarlo, ser su amiga y ayudarlo en todo, estar con él siempre aún si su lado adulto no lo aprobaba. Y entonces se dió cuenta de la terrible Verdad... Lo amaba.
Si, lo amaba.
No sabía porque se había enamorado de este macho pero lo había hecho, ahí está, lo aceptaba. Le encantaba el lado dulce, tierno e infantil de Thunder pero le excitaba peligrosamente cuando el lado adulto tomaba el control: la forma de mirarla, tocarla y olerla había hecho que se encontrará húmeda durante las noches dónde en sus sueños húmedos él se colaba ¿Sentiría algo por ella? No, claro que no. A simple vista ella no era más que una hembra intocable, como si fuera la lepra para los machos
–¿Él lo sabe?– Preguntó Hell sorpendiendola.
–¿Que cosa?– Dijo confundida.
– Que lo amas.
–Tu...¿Cómo?– Dijo casi tartamudeando.
– Soy un multihibrido que sufre por amor, sé cuándo alguien más lo hace... Pero Thunder no es un macho estable.
– Lo sé.– Dijo acariciando los cabellos blancos del multihibrido.– Pero no le tengo miedo.
– Eso es bueno, trata de no tenerlo... Thunder es especial pero me preocupa que te haga daño.
– Él nunca lo haría.– Suspiró antes de confesar su secreto más oscuro.– Su electricidad me cosquillea al punto de volverme adicta a él.
En ese momento supo que no había vuelta atrás, estaba aceptando abiertamente sus sentimientos por él y solo esperaba no arrepentirse. Después de todo ¿De que sirve vivir sin amar?
– Mía.– Dijo la voz rasposa de Thunder llamándola.
– Thun..– Dijo feliz de verlo despertar.
– Mía.
Y entonces entendió, él la escuchó y ahora le correspondía o eso esperaba que significaría esa palabra.
