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3 meses después.

—¡Ven aquí!— Gruñó el macho cazador al otro lado de la mesa.

Faith negó riendo mientras estaba al otro lado de la mesa.
Leo la perseguió por toda la casa jugando a la "presa y el cazador" gracias a que Faith le hizo una broma dónde lo calentó... Y luego le tiró hielo.

— Ven bonita, papi no te hará nada por tu bromita.

— Papi, solo estaba jugando.— Dijo inocentemente.

— Mmm lo sé bebé, ven aquí nena.

Faith ronroneó seductoramente para luego correr hacia los sofás y Leo saltó sobre ella para que ambos terminen en el sofá riendo.

— ¡Hey, grandulón! — Dijo Faith riendo mientras lo abrazaba con los brazos y las piernas.— ¡Te atrapé!

— Pequeña tramposa.— Gruñó el macho excitado.— Me tienes bajo tus garras.

— Y te tendré así para toda la vida, así que acostúmbrate.— Dijo Faith usando su cola para acariciarlo.

Leo sonrió para besarla a lo que Faith no se resistió para nada. De nuevo el calor comenzó a fluir entre ellos,las ganas de follar volvieron y ambos gruñeron ante lo imparable.

—Dentro de una semana nos casamos. ¿No estás nervioso?

— ¿Planeas dejarme?— Preguntó el macho contra el cuello de la chita.

—¡Sabes que no lo haré!

— Entonces todo está bien.— Comentó besandole la mejilla.— Aunque por mis leyes ya estamos casados, los preparativos en tus leyes son un poco extensas.

— No me lo recuerdes, que la preparación a mano del vestido, la corona de flores, los regalos... En realidad creo que es así para darnos tiempo y pensar seriamente sobre todo esto.

— Yo no tengo nada que pensar más que en cuántos hijos tendremos ¿Siete está bien?

Faith río y negó para besarlo.

— Sabes que serán más de siete.

— Cuento con eso.— Dijo alzandola.—¿Tienes miedo?

— No, en realidad me he comprometido contigo cuando te conocí y lleve a cabo mis votos cuando me hiciste tuya.

—¿Entonces porque debemos hacer toda esta ceremonia?

— Porque para la comunidad multihibrida no lo seríamos y cualquiera podría cortejarme.

Leo gruñó molesto y en advertencia. Ningún macho la tocaría, ella era suya.

— Tranquilo, no dejare que nadie me corteje además de ti.

— Mm así me gusta, te cortejaré por el resto de mí vida.

— Uhh eso suena atractivo. ¿ Pero que tal si me muestras cuánto me amas a tu manera?

Leo sonrió sabiendo lo que ella quería, Faith era la hembra más caliente y excitante que se haya encontrado en su vida. No la cambiaría por nada.

—Tengo hambre cariño, se me antoja comer... Chita.— Dijo mordiendole una de sus oreja de chita

Faith sonrió antes de  bajarse las bragas y abrir las piernas ofreciéndole todo de ella como a él le gusta.
Leo se arrodilló frente a ella ronroneando  antes de olfatear esa zona caliente sintiendo como se le hacía agua en la boca.

Desde la primera vez que la hizo suya no ha pasado ningún día que mínimo no lo hicieran seis veces, a veces Leo la despertaba follandola y Faith no se quejaba para nada.

1766:Faith 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora