10

9.3K 780 21
                                    

Leo se paseaba intranquilo de acá hacia allá, esperando la respuesta de Irazel pero casa segundo que pasaba perdía más y más la calma ¿Que se le pasó a Faith por la cabeza? Cuando Night y Hell la encontraron en el viejo molino ella estaba inconsciente y al parecer gravemente intoxicada con una poción que ella hizo, Iraní y otros están investigando para que era esa cosa pero Leo sabía que tenía algo que ver con su apariencia.

– Cálmate Leo, ella estará bien.– Dijo Hell tratando de tranquilizar al macho.

– Estaré bien cuando vea a mí Faith despertar.– Dijo el macho gruñiendo.

– Le avisé a Alpha y Vengance, ellos están viniendo.

Ambos alfas se encontraban en el Homeland tratando unos asuntos de Sea y por tal razón Cold y Hell estaban a cargo.

–¿Crees que estará bien?– Preguntó preocupada Night.

– Por supuesto princesa, ella estará bien.– Dijo Hell besando la cabeza de Night mientras la abrazaba.

–¿Ella no te dijo nada de esto?– Preguntó Leo tratando de contenerse.

– No... Pero la noté rara, ella investigaba mucho y cuando pregunté que era lo que quería saber me dijo que no me metiera... De saber que sería esto no la hubiera dejado seguir adelante.

– ¡Joder! Pensé que ya le había dejado claro a Faith que no debía hacer locuras, que está bien crecer lento.– Gruñó desesperado el macho.

– ¡Leo!– Dijo Irazel saliendo.

–¿Que sucede?– Dijo acercándose con Night y Hell.

– Hemos hecho lo posible, la desintoxicamos, sigue dormida pero es normal aún así puede que haya efectos secundarios.

–¿Cómo cuáles?

– Aún no lo sabemos pero lo estamos evaluando, si que debemos esperar, puedes ir a verla.

–¿Dónde está?– Preguntó Leo desesperado.

Irazel le hizo una seña para que le diga y Leo lo hizo. Pasaron por unos pasillos hasta llegar a una habitación donde estaba su pequeña Chita durmiendo en una camilla con suero conectado a su mano.

– Te dejaré solo.

Leo asintió mientras se sentaba al lado de ella y la acariciaba con todo el amor que había en su corazón.

–¿Que querías hacer Faith?

La culpa lo consumía, había descuidado aquel angelito que le había sido otorgado y realmente no podía evitar gruñir rabioso cuando pensaba en que pudo haberla perdido para siempre.

— Mejoraré, te cuidaré mejor. Lo prometo, Faith. Sea lo que sea, no te dejaré ir y si te vas, yo te seguiré.

Él sabía que era verdad, no podría sobrevivir a la tormenta de vivir sin ella.

(*)

Leo sintió que algo se movía y comenzó a escuchar quejas. Abrió los ojos y vio que Faith se movía descontroladamente y gruñía de dolor. Rápidamente se levantó e intento comunicarse con ella.

–¡¿Faith que ocurre?!

Al no recibir ninguna respuesta salió de la sala en busca de Irazel, quién estaba hablando con Query.

–¡IRAZEL!– Gruñió como un león sin darse cuenta.

La multihibrida saltó y lo miró, solo le dió una mirada antes de correr hacia la habitación de Faith. Leo la siguió casi pisandole los talones pero al llegar se envió tiraron con algo... Faith no estaba.

–¡¿DONDE CARAJOS ESTA?!– Gruñió la hembra.

—¡ La dejé aquí!– Gruñio él y comenzó a soltar maldiciones

– ¡Debemos encontrarla, avisaré que comiencen una nueva búsqueda!

Leo asintió y salió corriendo, él no podía esperar más, tenía que encontrar a su bebé lo más pronto posible. Comenzó a correr sin rumbo fijo, solo sintiendo el llamado de sus instintos arder.

–¡FAITH!– Gritaba cada tanto.

Fue a su casa y no la encontró, el río tampoco, el refugió tampoco. No estaba en ningún lugar. 

–¡Leo!– Dijo Valiant corriendo hacia él.–¡Faith está en las cuevas del este, la vi entrar!

— ¡Llévame!

Ambos machos comenzaron la carrera hacia las cuevas, Valiant avisó a Irazel porque Leo apenas podía hablar de los nervios que tenía, su bebé estaba mal, lo sentía en el profundo de su ser.

Al llegar a las cuevas no esperó a que Irazel venga o que Valiant le indique, solo siguió su aroma y llegó a ella.
Ahí estaba, en medio de la cueva revolcándose y gruñendo.

–¡Faith!– Intentó acercarse pero ella lo miró amenazadoramente.

–¡Leo no te acerques!– Gritó Alpha seguida de Irazel.

–¡¿Que le sucede?!– Gruñió sin despegar sus ojos de ella.

– Está en su mente animal, ella no te reconoce, no reconoce a nadie. No te acerques o la asustarlas y puede lastimarse.

Leo comenzó a sudar, su corazón parecía querer correr hacia ese felino rabioso. ¿Que haría? Su Faith estaba ahí, molesta, salvaje.

–¿Que hacemos?– Dijo suave, tratando de no asustarla.

– Vamos a atraparla y llevarla a la sala, no podemos dejarla en este estado.

— Bien, yo...

Y en ese momento algo increíble sucedió. En un momento a otro Faith se acostó gimiendo y su cuerpo cambió. El pelaje pardo se cambió a piel morena, su hocico cambió a una nariz delicada y unos labios carnosos, una melena castaño oscuro se alargó desde su cabeza a su estrecha cintura. Era una mujer hermosa con ojos de felino, orejas y cola de chita.

–¿ Faith?– Preguntó Leo en un susurro.

La mujer lo miró frunciendo el seño, parecía no reconocerlo así que Leo se acercó lentamente a ella temiendo  asustarla. Cuando estuvo  a unos pocos metros, Faith lo olfateó y gruñó en aprobación.

–L....eeeo..oo

Y entonces Leo lo supo, su compañera lo estaba reclamando.

1766:Faith 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora