Cuando podíamos ser (Dedicado A...) ✔️

Cap.23 Horarios fallidos

Saúl

"Rechazamos a quienes nos aman y amamos a quienes nos rechazan" Nunca olvidare eso que me dijiste, porque a pesar del daño que alguna vez te ocasione pudiste perdonarme y ya muy tarde me di cuenta de que tú eras la indicada. Después de mucho tiempo decidiste volver y aunque no esperaba verte en el marco de mi puerta, me pareció maravilloso estar junto a ti. Alison se había ido de la ciudad hace un año exactamente, su motivo aun no lo se y por respeto nunca lo pregunte ... no se despidió de mi cuando eso sucedió y lo puedo entender, yo tampoco me hubiera despedido.

Nala; hoy exactamente un año te conocí, en aquel museo y en el salón de "Historia musical" hablé contigo, una charla sin motivo y sin significado y dos extraños que empezarían a tener alguna historia.

Mi graduación fue hace poco y por fin termine mis estudios, después de pensarlo por algunas semanas decidí vivir con Violeta (creo que no puede haber mejor compañía) aun no hablo contigo y no respondo tu mensaje de felicitación, mientras caminaba una mañana pude ver que estabas tomando un café y me pareció algo extraño pues tu hogar quedaba bastante lejos del mío.

09:00 AM

Desde portería me llamaron (cosa que me pareció extraño) me decían que había una persona que quería visitarme y por mas que insiste en que me dieran el nombre, no aceptaron pues todo era sorpresa (mis padres eran cómplices), sin ninguna otra opción acepte y minutos después escuche como tocaron la puerta del apartamento.

Creí que era mi mejor amigo que llegaba ese mismo día a la ciudad, pero me lleve la gran sorpresa de que al abrir la puerta quien me visitaba era Alison y en mi interior sentí algunas lagrimas que querían salir, pero yo no quería darles libertad.

- ¿Cómo estas? -su voz, su sensual y hermosa voz estaba junto a mi, podía verte en persona, podía sentir tu olor, ver mi reflejo en tus ojos.

- Bien ¿Y tú? -estaba en shock y aunque trataba de entender porque estabas aquí no lo podía procesar.

- Muy bien ¿puedo pasar?

- Claro, pasa -jalé un asiento de la barra de la cocina para indicarle que quería que se sentara ahí.

En sus manos llevaba una pequeña y extraña caja a la que decidí no darle importancia, pero esa era tu llave para tocar mi corazón y hacer que de mis ojos salieran lagrimas, mi alumna del te amo puso esa caja sobre la barra y la abrió rápidamente.

Su movimiento me cogió completamente desprevenido y al ver lo que en su interior contenía mi única reacción fue llorar, poner mi cabeza sobre la barra y repetir seguidamente "Discúlpame por favor.

Me di cuenta de que mi reacción te impresionó porque tu rostro se veía un poco triste pero al igual asustado, pusiste tu mano en mi cabeza y empezaste a decirme que no había ningún problema.

Lo que aquella caja contenía era una simple pizza que me hizo recordar aquella noche en la que llegaste de la nada y en tus manos traías un trozo para mi ... ¿Por qué? Porque sabias que era mi comida favorita y recuerdo que estabas tan emocionada, tenias una gran sonrisa y tus brazos estaban temblando, se te hizo casi imposible hablarme y lo único que salió de tu boca fue un "Te amo" aunque yo ya te había explicado que no merecía que me dijeras eso.

Cuando vi la pizza recordé lo grosero que fui contigo y para subirme el animo sacaste dos entradas de tu bolso y lo primero que note fue que en ellas estaba el nombre de "Museo nacional de arte" mi mente hizo corto y el llanto igual, Nala fue lo único que a mi mente se me vino y pensé (necesito a mis amigos).

- ¿Quieres ir? -pregunto ella.

- Claro, mis papás no demoran en llegar a casa ... así que tenemos tiempo de comer la pizza y yo me cambio la pijama ¿te parece?