Cap 26. El segundo beso (Especial aniversario)

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Saúl

Ha pasado mucho tiempo desde que me mudé de casa para venir a la universidad de Londres para cumplir mi sueño, la vida aquí es diferente a la de Colombia y la melancolía es quien predomina en esta zona del mundo, vivir a los diecisiete años en otro país no es tan divertido como llegue a creer, no me malinterpretes estoy agradecido por haber tomado esta oportunidad de representar a mi país en la carrera de Licenciatura en literatura mundial, llevar siempre la bandera en tu pecho es gratificante mientras te encuentras en una cultura diferente.

Para comenzar el idioma y aun, la forma en que se saludan o despiden, así mismo como interactúan con la familia y la comida, puede tomarte un tiempo para acostumbrarse y en realidad yo aún no lo hago. La leche ¿porque la leche Saúl? Bueno... ¿Una caja de cartón?, por supuesto. ¿Una botella plástica?, definitivamente. Una botella de vidrio que me lleven hasta la puerta de mi casa. Aun mejor. Todo esto es lo que se acostumbra en la cultura inglesa. Una vez le dije a un compañero que si planeaba venir de vacaciones a Colombia y está muy apegado a cualquiera de estas formas, que se fuera preparando para un shock. La leche aquí viene en bolsas y la puedes conseguir en la tienda de tu vecino que suele tener chucherías y dulces en la puerta de su casa para vender.

En este lugar como regla importante no se debe tomar café después de las cuatro de la tarde. Bueno algunos compañeros lo hacían dentro de la universidad, pero eso era para propósitos educativos o mas bien quemarse las pestañas estudiando. Por alguna razón beber cafeína los pone interactivos y les quita el sueño por completo, son muy persuasivos con la cantidad de azúcar y leche que le suelen proporcionar a su bebida. Alguna vez les conté que en Colombia las personas se reúnen para tomar café al anochecer, ellos pueden consumir felizmente 10 tazas durante los días laborales; básicamente ellos beben tanto café como los británicos te. Y eso es demasiado.

Y lo más importante ¡Aquí no existe la arepa! Es como si se tratara de una fantástica leyenda de la cual nadie a podido admirar en la vida real con sus propios ojos. Eso es deprimente.

Soy el más pequeño de la clase, considerando que mis compañeros de otros países tiene cuatro o tres años más que yo, cumplir diecisiete sin mí familia y sin mis amigos fue algo difícil, aquella tarde me la pase llorando de manera desenfrenada mientras les escribía un largo mensaje a la "Hype house" diciéndoles que los extrañaba y que no era un buen día, unas horas después mis amigos universitarios vinieron a casa para llevarme a una pequeña cafetería y apagar las velas con un pequeño cup cake. Las video llamadas con mis padres se hicieron extensas y necesarias, Alexander algunas veces llamaba en las noches para ayudarme a entender el sistema de las universidades y Lara me enviaba pequeños regalos por correo para recordarla.

Londres es hermoso, cada día me sorprendo con su arquitectura y las enormes esculturas que habitan en los parques y las carreteras, e podido visitar lugares que creía que solo podría apreciar en las películas que solía disfrutar en la sala de casa con palomitas y limonada para quitar la sal de mi garganta. En una tarde lluviosa junto a mis compañeros de apartamento visitamos el 《El London Eye》sentía vértigo en los pies al encontrarme tan arriba y me enamoré de la vista que aquella rueda me permitía tener, lograba ver gran parte de la ciudad pues el ojo de Londres era gigante. Los recuerdos llegaron a mi casa y sonreí al pensar que Daniela estaría orgullosa de mí al ver que ahora no grito ni lloro al subirme a una rueda de la fortuna.

Ese mismo día en la noche cruzábamos entre parques congelados observando sus pequeños árboles, la luna iluminaba con sus rayos a los transeúntes que volvían a casa con las chaquetas gigantes y gorros de lana para el frío. Mientras los demás conversaban sobre sus vidas amorosas yo solo observaba mis guantes negros con atención, tratando de contar cada hilo, era imposible no perderse pues sus ataduras me confundían.

Cuando podíamos ser (Dedicado A...) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora