Minho adoraba la casa de Jisung. Era pequeña, los muebles bastante viejos y algunas partes de la pared estaban despintadas y rajadas; pero se sentía cálida. Había cortinas blancas con girasoles en la cocina, y muchas fotos de él y Jeongin pequeños en las repisas. Había libros de ciencia ficción viejos en las estanterías y carpetas usadas de cuando los hermanos Han iban al colegio.
Era una casa con recuerdos. Y aunque no todos era buenos —quizás ni la mayoría lo eran—, había muestras de felicidad y del paso de los años en ese hogar. Jisung le había contado que cuando él tenía cinco o seis años, su familia era muy feliz. Le había mostrado fotos de un viaje que hicieron a un campo muy lejos de la gran ciudad, y aunque le sorprendía, Jisung recordaba casi con exactitud casi minuto de aquellos años.
Minho no tenía dudas, de que aunque en algún momento Jisung fue un chico muy feliz, risueño y juguetón, su padre lo había convertido en el monstruo que creía que era.
—Podríamos cocinar galletitas —propuso Minho, viendo como Jisung acomodaba rápidamente la cama para poder acostarse a ver series.
Han se encogió de hombros.
—No sé muy bien cocinar cosas dulces.
Minho soltó una risita suave y se acercó por detrás de Jisung, abrazándolo con delicadeza, entrelazando sus manos juntas sobre el abdomen del contrario. Apoyó su mentón sobre el hombro del pelinegro y se embriagó en el perfume fuerte y masculino que llevaba puesto.
—Yo puedo enseñarte.
—Es una escena muy cliché cocinar juntos —respondió Jisung, después de un rato volvió a hablar—. Me gusta.
Minho dejó un beso en la piel canela de Jisung, posando sus labios con delicadeza. Lo mordió con suavidad y pasó su lengua de forma tortuosamente lenta por el cuello de Han, sonriendo interiormente al sentir como el contrario lo tomó de las manos como advertencia.
—Cocinemos, gatito.
—¿Te molesta que te bese? —preguntó con falsa tristeza.
—Te besaría toda la noche, pero no sé que haría con otro Minho sediento de sexo.
Las mejillas del nombrado adquirieron un color rosado por la vergüenza que sintió.
—Bien, vamos a cocinar.
Ambos salieron de la habitación dirigidos a la cocina, y mientras Minho se encargaba de buscar los ingredientes que necesitaban, Jisung buscaba un pote donde mezclarlos y las asaderas para el horno. El pelinegro, una vez hubo reunido todo, tomó su celular y colocó en reproducción una playlist que encontró por ahí, llenando el silencio de la cocina con canciones lentas.
Minho sonrió, la escena era patéticamente tierna y sentía que su corazón no podía sentirse más a gusto con Jisung.
—¿Por qué estás tan romántico hoy? —preguntó Minho.
Sintió que Jisung lo abrazaba por detrás y acariciaba sus brazos despacio.
—No sé, sólo estoy... —se detuvo, quizás a pensar qué decir, o cómo decirlo— Estoy muy feliz de tenerte conmigo.
Minho dejó lo que estaba haciendo y se giró para enfrentar a Jisung. Tomó entre sus manos el rostro del pelinegro y lo miró durante unos segundos, no queriendo perderse ningún detalle de la preciosura que era su novio. Se sentía en una película para adolescentes, como si las cosas sucediesen de forma planificada para que ellos se encontrasen de esa forma, en ese exacto momento.
—Estoy feliz de que nos tengamos.
Jisung no pudo contenerse y besó los labios de Minho con ferocidad, asegurándose de que el pequeño pelinaranja que tanto quería verdaderamente estaba ahí. Minho, la forma en que le hablaba y cómo lo abrazaba al dormir parecían un simple sueño, una ilusión.
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BAD ━ HANKNOW
Fanfiction♡.'- ❝Minho se enamoró del chico malo❞ㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤ ㅤlee minho & han jisungㅤㅤㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ♡; angst, fluff, drama, +16 ♡; se recomienda leer con discreción ♡; prohibidas las adaptaciones y traducciones ♡; inicio- mayo 23, 2020 ♡; final- febrero 3...