Mi Destino [ Neji Hyuga ]

Capítulo 24: La gran Guerra.

-Si, tengo tanto miedo. – dijo una chica en el mercado, Neji estaba por allí y escuchó la conversación. – Dicen que apareció un hombre enmascarado y le declaró la guerra A LAS CINCO NACIONES.

-Las cinco naciones... no puede ser... - dijo la chica frente a ella. - ¿Y cómo piensan hacerle frente a tantos Shinobis?

-No tengo idea. – dijo la chica. Neji dejó de comprar y se fue hasta donde estaba su equipo, todos lo miraron extrañados.

-Faltaré al entrenamiento. – dijo el pelinegro, Tenten arqueó una ceja confundida. – Me siento muy enfermo, así que pasaré el día entero en casa, no me molesten.

-Pero Neji tenemos que decirte algo...

-Que sea mañana. – dijo él yéndose del lugar, esperó que el sol se fuera, se hizo el dormido hasta que sintió su presencia en la habitación, se levantó rápidamente y tomó la muñeca de ____ que se había escabullido adentro, soltó la bolsa con medicamentos por la sorpresa y Neji la miró seriamente. – Qué significa eso de la guerra contra las cinco naciones.

-Tampoco me gustó la idea. – dijo la chica mirándolo seriamente. – Vien a verte porque dijeron que estabas enfermo, pero parece que estás bien.

-¿Eres parte de esto? – dijo el Hyuga mirándolo seriamente. - ¿Tendré que pelear contra ti?

-Yo no pelearé. – dijo ella mirando seriamente al chico. – Sólo me quedaré observando en la cueva, nadie me encontrará allí, estaré monitoreando con... olvídalo, no pelearé.

-Quiero que detengas todo esto. – dijo él molesto. - ¿Tienes idea acaso de cuantas personas inocentes morirán?

-No está en mis manos.

-Cuantas familias perderán a sus familiares, seres queridos. – dijo él insistiendo, ___ rodó los ojos haciéndolo enfadar. – Por dios, no puedo creer que seas finalmente una sangre fría.

-No soy una sangre fría, y no soy yo quien toma las decisiones. – dijo ella mirándolo mal. – Y todo lo que dijiste, ya lo sé, pero realmente no está en mis manos, no sé por qué razón lo hacen, pero no hay manera de que yo lo controle, sólo observaré.

-Nadie estará a salvo.

-Tu y Tenten estarán a salvo, no te preocupes. – dijo ella mirándolo unos segundos. – Aún así te quedes sentado sin hacer nada, nadie te hará ningún daño mayor. A pesar de que tendrás que luchar, porque pasando por ti pueden llegar al resto ¿sabes? Pero no hay manera de que mueras en esta guerra, es un pacto.

-No pienses que me quedaré de brazos cruzados. – dijo él mirándola mal. – No puedo creer que estés tan tranquila con esta situación.

-Ya exageré todo lo que pude exagerar y alegué todo lo que pude, no hay caso. – dijo ella mirándolo. – Mientras las aldeas se resistan a entregar a sus bestias con cola, la guerra continuará y habrá cada vez más muertes.

-¿Quieres entregar a Naruto a ellos? – dijo Neji, ___ se quedó en silencio. – Gaara murió cuando le extrajeron al Ichibi.

-Porque usó todo su chacra antes en el combate. – dijo ella mirándolo mal. – Si tan sólo se entregaran no tendrían por qué morir.

-No puedo creer que me estés diciendo esto. – dijo Neji incrédulo y mirándola mal. – Pensé que poco nada te habían raptado, que estabas allí en contra de tu voluntad, pero no revelas información y puedes salir a donde quieras, eso no es estar raptada, encima pareces estar de acuerdo con ellos.

-No pueden derrotarlos. – dijo ella mirando mal a neji nuevamente. – Ellos realmente son muy fuertes, estoy segura de que no pueden derrotarlos, así que la solución para que los Jinchurikis no mueran es entregándose sin pelear. No es que esté de acuerdo con lo que hacen, pero no puedo hacer nada al respecto, también son mas poderosos que yo, no puedo revelarme o algo.

-Pero al menos podrías darnos unas pistas.

-Neji me vigilan día y noche, aunque tu no puedas verlos o sentirlos. – dijo ella mirando a Neji seriamente. – SI yo hago algo sospechoso podrían cortarte la garganta en cualquier momento, y no podrás notarlos.

-Nunca debiste haber hecho ese trato con él. – dijo él mirando a la chica. – No entiendo realmente por qué te fuiste.

-Porque mi hermana fue alguien muy importante para el hombre de la máscara. – dijo ella mirando a Neji. – Esto si puedo contártelo, entonces soy lo que queda de ella, el enmascarado me puso a salvo cuando murieron mis padres ¿lo entiendes? Lo hizo específicamente para volver por mi en el futuro, Neji. Si estando encerrada te mantengo a salvo, me quedaré encerrada.

-Pero me molesta que pienses que no puedo defenderme.

-No puedes defenderte de él. – dijo ella mirando a Neji tristemente. – Créeme cuando te digo que es realmente muy poderoso, le acaba de declarar la guerra a las cinco grandes naciones el solo ¿lo estás subestimando?

-____, no esperes que me quedaré de brazos cruzados. – dijo Neji mirándola con determinación. – Cuando esto acabe, cuando la guerra se termine y ganemos, iré por ti, y tu vendrás conmigo y nadie podrá alejarte de mi, y esta vez, te lo prometo, nadie va a evitar que te quedes conmigo el resto de esta miserable vida.

-Cuento contigo. – dijo ella con una sonrisa, junto a ella apareció el hombre la máscara, Neji se quedó completamente helado. – Dije que iba enseguida, no deberías estar aquí.

-Nos vamos a casa.

-A la cueva dirás. – dijo ella y luego besó la frente de Neji, el hombre de la másacara la separó inmediatamente de él y la atrajo a su cuerpo. La chica se despidió de Neji con una sonrisa y desaparecieron.

-Que carajo... - dijo Neji molesto por ese casi abrazo que le había dado el hombre a ____. El chico se sentó en su cama y la cabeza del hombre enmascarado apareció en la pared de su habitación. – Vete.

-No pienses demasiado en quitármela. – dijo él hombre, que ya no tenía una voz infantil, tenía una voz bastante grave. – Ella es mía, me pertenece.

-Ya quisieras. – dijo Neji sonriéndole de una manera un poco arrogante. – Sabes que ella me ama a mi, no te hagas ilusiones sólo porque estás con ella cada día.

-Y la consiento en todo, y la trato como a una reina, y su habitación es prácticamente un templo... - dijo Obito mirando a Neji desafiante. – Pero bueno, ya se verá.

-Ella no es de tu propiedad. – dijo Neji mirándolo mal. – Y pesar que tenga un montón de lujos como tú dices, sigue estando allí sólo por su pacto.

-¿Sabes cuanto dura ese pacto? – dijo Obito soltando una risa mientras hundía su cabeza. – Oh, no lo sabes ¿no?

-En cuanto estés muerto, ya no podrás mantenerla contigo.