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Rio a carcajadas con el pequeño especie que había entrado a su habitación, se suponía que estaba completamente sola, por eso se había levantado para ir por un vaso de agua, Desert le había dicho que regresarían rápido, él y Joali habían ido por algo de medicinas, y aunque el día anterior habían ido al centro médico, las provisiones que tenía Jo en su casa se habían acabado para seguirla atendiendo; cuando un par de machos llegaron a que los curarán.

Hacía aproximadamente una hora habían salido y estaba muriendo de la sed, podía ser deshidratación o no sabía, ella de medicina casi no conocía. Cuando había intentado bajar las escaleras, se había lastimado y lanzó una maldición al aire, allí fue cuando conoció al pequeño macho. Había aterrizado frente suyo deteniendo sus pasos, con sus mechones multicolores y al levantar su mirada había quedado maravillada, era un pequeño especie y era totalmente hermoso.

—¿Dónde vas?—cuestionó mirándola con su pequeño ceño fruncido, como si hubiese sido una niña pequeña que se había portado mal. Sonrió de ternura.

—Voy por un vaso de agua pequeño, ¿de dónde saliste pequeño?— él la miró como si le hubieran salido cuernos de repente.

—De la pancita de mamá, tú estás grande. Deberías de saberlo— comentó cruzando sus bracitos y mirándola con desaprobación. Su carcajada brotó de sus labios mientras tomaba asiento en la escalera, no encontraba las fuerzas para levantarse, su pierna dolía pero ese pequeño niño la estaba distrayendo completamente.

—Quiero decir; ¿de dónde saltaste?, me diste un gran susto— él hizo un mohín con sus labios, como si el hecho de decirlo fuera romper el silencio de un gran secreto "muero completamente de amor", ese pequeño hombrecito se estaba robando su corazón en tan solo unos minutos.

—Papá me hace rampas para saltar— dijo señalando varias rampas construidas estratégicamente en las paredes, que llevaban hacia arriba en el techo y luego no había nada más.— no respondiste— había creído que el pequeño olvidaría simplemente el tema, pero no, el pequeño era decido.

—Tengo algo de sed, iba por un vaso de agua y algo para comer.— él inclinó su cabeza un poco y le regalo la sonrisa más inocente y hermosa que pensó nunca vería. de la nada tomó el barandal de la escalera y salto, un grito salió de la boca de ella.—¿pequeño?— pero no recibió respuesta— puta mierda— y si ¿había caído y no podía levantarse? ó simplemente ¿había perdido el conocimiento?, hizo el intento nuevamente de ponerse en pie y sintió como algo se soltaba en su herida, pero no le tomo importancia.

—No muevas, te vas a lastimar más— la dulce voz del pequeño se hizo presente nuevamente, haciendo que soltara el aire que tenía contenido en sus pulmones en un suspiro de alivio—oh no, tío Desert va a enojarse— subió las escaleras corriendo con cuidado de no regar el agua que tenia en una de sus pequeñas manos— huelo  sangre—ella siguió su mirada, la herida en su pierna se había abierto.

—Mier...—levantó la mirada viendo al niño — rayos. — él niño la miró ampliando su nariz, olfateándola.

—Tío Desert dijo que eras mi tía— ella lo miró asombrada—y que debo cuidarte, como cuido a mamá, hasta que ustedes tengan un cachorro, — el rio — dijo que me amabas — ladeo su cabecita con curiosidad— ¿es cierto?— cuestionó con una sonrisa. " Dios mío ¿puedes amar a una persona tan pequeña con solo pasar un rato con ella?, se respondió así misma afirmando ese hecho"

—Claro que si pequeño— entonces si creyó que su sonrisa anterior había sido hermosa, esta la superó.

—Yo aun no te amo— comentó ,— pero lo hare, traje esto—estiro un pequeño vaso con pitillo incrustado color verde traía agua allí y unas galletas con chispas de chocolate. Destapó el paquete y le ofreció una, luego de recibirla vio como se sentaba cerquita de ella y él también comía una galleta— mamá las trae, son ricas —ella sonrió mordiendo la galleta.

DESERT [2] (NUEVAS ESPECIES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora