Capitulo 7

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Bueno les dejo este nuevo capítulo, espero que les guste y que me regalen sus votos y comentarios, para saber si les esta gustando la historia.

Lina.... 

En cuanto salio por la puerta me deje caer al suelo, Max me ayudo a levantarme y me llevo al sillon.

-Es el verdad, es el padre de Mel-no pude negarlo, asi que solo asenti.

-El piensa que tu eres su padre-alcanze a decir, Max me miro.

-Pues la verdad es que es completamente ciego, Mel es su vivo retrato-y era verdad mi hija era identica a el, puse las manos en mi cara tenia ganas de desaparecer, no podia volver a enfrentarme a el.

-Que voy hacer. El ya sabe donde vivo y si regresa no se que voy hacer Max, el se va a casar segun me dijo, quiere que acepte su oferta de trabajo-Max me miro y paso sus manos por los cabellos, se arrodilló frente a mi y me miro a la cara.

-LIna sabes que odio verte asi-me dijo tomando mi cara en sus manos, yo sabia perfectamente que Max estaba enamorado de mi, el me lo habia confesado pero siempre habia respetado que yo no sintiera lo mismo, el al igual que nosotras era Italiano pero habia vivido casi toda su vida aqui.

-Lo se, pero no puedo evitarlo el verlo me a alterado de tal manera que no se que hacer-el me miro, esperando que terminara de hablar-si acepto el trabajo podre llevar a Mel con un buen medico, para que trate su problema del corazon pero tambien corro el riesgo del que el descubra mi secreto-el se acerco a mi.

-Lina, no puedes estar cerca de el-me dijo Max y senti como mi cuerpo se tensaba, odiaba que quisieran controlarme me recordaba a mi vida antes de aquí, por lo que me solte y lo mire retandolo con la mirada.

-No soy una niña Max, para que decidas que esta bien y que no-le dije y el me miro, y trato de cambiar el tema.

-Lina no fue esa mi intencion, solo que quiero lo mejor para ti y se que si estas trabajando con el no sera asi, ya te dije que puedes usar mis ahorros para llevar a Mel con un especialista.

-No, Max ya te dije que no puedo aceptar eso-le dije y el se giro para que evitara ver la molestia en su cara, pero era tarde ya lo habia visto a veces me ponia mal al ver que queria controlar mi vida.

-Lina no lo hagas por ti, hazlo por la niña-me dijo y con eso me hizo explotar, odiaba que utilizara a mi hija para salirse con la suya.

-Max por favor necesito estar sola-le dije, y el trato de convencerme para que lo dejara quedarse, pero al ver que no iba ceder salio de la casa, le hable a Doris para que en cuanto terminara el Ballet vinieran para aca.

Alexandro...

Sali de ahi sintiendo que me faltaba el aire, odiaba al tipo, maldito el tenia todo lo que yo queria pero nunca tuve oportunidad, llegue tarde subi al auto pero no pude irme, me recarge en el asiento y me imagine mil escenas de lo feliz que eran, los miraba juntos con su hija riendo, siendo felices ella ni siquiera pensaba en mi, tal vez era tan feliz en su matrimonio, me enderece en el asiento y lo vi salir se miraba molesto, Lina cerro la puerta en su cara se miraba que habia llorado, el miro a la casa y despues saco el celular y se subio al carro, era un carro de modelo reciente, ¿por que el tenia ese auto y el de Lina era un auto en tan malas condiciones?, que no le preocupaba la seguridad de ellas, aprete mis puños en el volante hasta que mis nudillos se pusieron blancos, tal vez y Lina no era feliz en su matrimonio, y si fuera asi tendria una oportunidad yo estaria dispuesto a volver con ellla, carajo claro que si, estaria encantado de tenerla nuevamente en mis brazos no me importaria nada, estaria encantado de sacarla de ese matrimonio si ella no es feliz, sacudi mi cabeza estaba desvariando, ella era feliz la vi en el aeropuerto por dios, tal vez pelearon por mi, el sabria de mi existencia tal vez por eso pelearon, iba a bajar del auto cuando vi llegar otro coche, en el venian Doris y la niña me quede viendo a la pequeña, estaba muy sonriente con su traje de ballet no alcanzaba a escuchar lo que Doris le decia, pero la niña se quedo quieta y cruzo sus brazos haciendo un puchero, Doris se arrodillo a su lado y le dijo algo la niña la miro despues sonrio y la abrazo, al verla sonreir senti algo en mi pecho la niña me recordaba a alguien, pero no sabia aquien, tal vez a Lina aunque no la verdad al verla desde aqui no le hayaba parecido con ella, entraron en la casa y tuve el impulso de ir hasta  alla, pero el timbre del telefono me lo impidio, era Anabel.

-Hola Anabel-le dije.

-Hola Amor, ¿donde estas? estoy en casa de tu madre-que demonios.

-Anabel, ¿que haces aqui?-le pregunte.

-Te extrañaba amor, y queria verte-a veces me irritaba su forma de ser, solo queria estar encima de mi y eso me estaba cansando, tal vez y me equivoque al intentar tener una relacion con ella.

-Anabel estoy ocupado, arreglando algunas cosas de trabajo y no se a que horas volvere-le dije.

-No te preocupes mi amor, aqui te estare esperando-me dijo.

-No creo, mejor regresate a tu hotel y nos veremos despues-le dije y colgue, se que me estaba comportando como un verdadero cabron pero en este momento no me apetecia verla, se que ella ah estado conmigo todo este tiempo apoyandome y que nadien me obligo a pedirle que fueramos novios, pero ahora creo que me equivoque al tomar esa decision, estuve un tiempo mas ahi sin saber que hacer por fin me puse camino a la casa de mi madre, era tarde no supe cuantas horas etuve fuera de la casa de Lina esperando que el estupido de su marido regresara, pero no lo hizo subi a mi habitacion al dia siguiente pasaria a  ver a mi madre, al entrar a mi habitacion me quede congelado en la cama estaba Anabel, con un juego de lenceria que dejaba muy poco a la imaginacion.

-Hola mi amor, ¿te gusta lo que vez?-me preguntó en una voz melosa, que en lugar de estimularme me enfurecio.

-Anabel que demonios haces aquí, esta es la casa de mi madre y no le voy a faltar el respeto follando a una mujer aqui.

-¿Una mujer?, no soy cualquier mujer soy tu novia-me dijo y el escucharla decir eso me hizo sentir mal.

-De hecho de eso queria hablarte. creo que me precipite al pedirte que lo intentaramos-le dije y ella me miro molesta.

-Como puedes decir eso, si yo siempre eh estado contigo en todo momento, apoyandote, sacandote de la miseria en la que te sumiste cuando supiste lo de esa chica Italiana, ahi estuve yo Alexandro-me reclamó con la voz casi a gritos.

-Y te lo agradesco Anabel, pero entiendeme no siento lo mismo que tu y creo que no es justo para ti, tu te mereces aun hombre que sienta lo mismo por ti y ese no soy yo, por favor Anabel vistete y vete-ella tomo su ropa y salio llorando de ahi, dejandome solo me senti mal por ella pero era la verdad, yo no la amaría como ella queria, mi corazon era de Lina aunque ella hubiera jugado conmigo.

LA DE LA FOTO ES ANABEL MAS ADELANTE CONOCEREMOS, MAS DE ELLA

Amor ItalianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora