Harry rió disimuladamente y fingió escribir mientras veía a Louis observar confundido a su alrededor buscando el anónimo que le había lanzado el avioncito. De hecho, él era el causante frecuente de estas cosas pero el ojiazul no se daba cuenta, el rizado hasta había optado por un colgante con el símbolo para recibir un poco de su atención, pero nada parecía funcionar.
Rodó los ojos con frustración. Louis podía llegar a ser tan torpe, pero lo que más le gustaba de él era su graciosa estatura y su descarada actitud cuando algo le molestaba, en estas situaciones esa actitud escaseaba por el hecho de que no lo alteraba demasiado.
El rizado tomó la decisión de por tercera vez en el día, lanzarle otro, ya que nunca había pasado dos. Dobló cuidadosamente la hoja arrancada de su libreta en la cual debería estar resolviendo ecuaciones. Esperó un minuto y lanzó el avioncito a la banca del chico.
Louis lo tomó molesto, lo arrugó y se levantó del asiento, llamando la atención de todos los presentes—. A quién quiera que haya enviado este jodido avión, le voy decir que se lo puede enterrar en el fon-
—¡Tomlinson!—lo cortó el profesor. Harry lanzó una risotada, sin poder contenerla—. ¿Ha sido usted, Styles?
Enseguida se encogió de hombros—. Tal vez sí, tal vez no, no lo sé.
—Yo sé que ahora tomará sus cosas y saldrá de clase—confesó el maestro con sorpresa fingida en el tono de voz.
Harry se quedó estático, ¿Tenía que salir? Uno nunca podía interpretar el verdadero significado de esa oración, porque era realmente engañosa. Sin embargo, el profesor Hurdgan señaló la puerta para animar al muchacho cruzar por ésta. Salió despreocupadamente y se sentó en el suelo a esperar que sonara el timbre finalizando la hora de clases diarias. Ésta era su última materia en el horario de jueves, pero no se iría hasta ver a Louis salir.
Una hora después, se encontraba persiguiendo al ojiazul cuando este salió de clases.
—¡Louis!—llamó. Louis se volteó con su ceja alzada.
—¿Qué quieres ahora, Harry?
—Solo quería disculparme por lo de los aviones—se escusó.
—Estás perdonado—su voz neutra puso a Harry de los nervios, le ofreció una mueca y se giró para continuar camino.
—¡Louis!—llamó nuevamente al ojiazul. Le tocó el hombro logrando que voltera fastidiado.
—¿Qué quieres ahora, Harry?—repitió.
Analizó su atuendo—. Odio tus vans—improvisó el ruloso. Louis rodó los ojos.
—Y yo te odio a ti—y sin más, siguió caminando en dirección opuesta.
El ojiverde mordió su labio, en cierto punto eso le había dolido más de lo debido pero se alegraba porque esa había sido la conversación más larga que había tenido hasta ahora con el castaño.
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shoes»larry
Fanfiction«en donde harry quiere llamar la atención de louis diciéndole que odia sus zapatos» ©summer_flowers, 2015