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Harry se levantó totalmente renovado al otro dia, el plan de tener la atención de Louis hoy más que nunca brillaba en su mente. ¿La causa de su felicidad? Había logrado conversar con el chico sin sentir que estaba arruinándolo por primera vez en su vida. Era un logro cumplido. Una vez listo y con su instinto ambriento apagado, empezó a andar con mochila en hombro hacia la escuela, solía hacer eso cuando no tenía ganas de sacar la motocicleta negra que compartían él y Gemma del garaje.

 Caminó unas cinco cuadras y la ilusión se mostró en su rostro cuando vió a Louis entrando a la preparatoria. Enseguida, apuró su paso todo lo que pudo y atravesó las puertas del lugar para seguirlo. Faltaban quince minutos para que comiencen sus clases.

—¡Lou!—exclamó, el ojiazul se dijo a sí mismo que no tenía que ignorarlo y se volteó con una pequeña sonrisa.

—Hola—saludó.

—¿Qué tal tus zapatos? —El rizado decidió romper el silencio incómodo que se había formado por segundos. Miró hacia las vans del chico y se dió cuenta de que se trataban de unas nuevas.

—Bien, tuve que comprar otras—admitió. Harry no pudo contener la risa.

—¿No pudiste limpiarlas?

—Sus manchas no salían.

Y Harry quizo utilizar otra vez su táctica. Lo analizó de arriba abajo mientras lo miraba confundido—. Si las zapatillas no eran el problema, deberías comer más danonino—mencionó divertido.

Louis rodó los ojos—. Miras a todo el mundo pequeño porque eres un gigante—se defendió.

—Hasta un enano te vería pequeño a ti, Lou. —Como de costumbre, su apodo fue pronunciado con dulzura.

El fastidio estaba subiendo a un nivel normal cuando tenía conversaciones con Styles—. ¿No tienes otra cosa que hacer, más que molestarme con mi altura o mis zapatos?

—No.

—Bien, yo sí tengo que hacer cosas además de escucharte.

—Espera—pidió—. Son sólo cosas graciosas, no quiero que te molestes.

—No son graciosas para mí.

Harry suspiró y se dió la vuelta para ir a biología cuando sonó el timbre—. Está bien, nos vemos.

—Espera—pidió. Le tomó de la mano y lo estiró hacia él. El rizado se estremeció de sorpresa y una sonrisa se dibujó en su rostro, era su primer contacto físico que Louis establecía con él—. ¿Podemos vernos después de clases? Tengo que preguntarte algo.

Asintió y vió cómo Louis salía corriendo hacia su salón.

n/a: ya tengo anotadas a todas las que me pidieron dedicación ♥ gracias por leer, son todas una bebitas. quedan unos aproximados cuatro capítulos para que termine :(