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Tommy había pasado casi dos meses en el hospital. Ada mantuvo a Leah en Arrow House, sin decirle nunca en qué hospital estaba. Pero ella la actualizaba todos los días sobre su progreso. Se mantenía despierto por períodos de tiempo más largos, podía recordar ciertos aspectos de su vida, hablaba con frases completas, volvía a comer, podía sentarse y apenas comenzaba a dar algunos pasos.
Leah agradeció la ayuda de Ada, pero no fue suficiente. Necesitaba ver a Tommy con sus propios ojos para saber que estaba bien. Pero no podía ir a todos los hospitales de la nación. Lo más probable es que Tommy lo hubiera hecho para que tuviera un nombre diferente o les hubiera dado instrucciones a las enfermeras para que no permitieran que nadie lo visitara. Así que tuvo que quedarse en Arrow House. Beth llamó, preocupada por su bienestar, pero Leah tuvo que asegurarle que estaba bien.
Volvería a trabajar cuando Tommy regresara. Mientras tanto, Leah se encariñó con Charlie. Era difícil no hacerlo, era un niño tan dulce. Siempre sonreía cuando la veía y comenzaba a llamarla Lee. Ella asumió el papel de ponerlo a dormir por la noche, contándole historias que recordaba de su propia infancia. Sabía que se estaba cavando un agujero cada vez más profundo cuanto más se unía a él. Pronto estaría de vuelta en Birmingham. Existía la posibilidad de que Tommy ni siquiera quisiera que ella estuviera en ese papel de cuidadora.
Ella no podía ser Grace, entonces, ¿por qué querría él que actuara como una pseudo-madre para su único hijo?
Una noche, Leah estaba llevando a Charlie a la cama. Él ya estaba profundamente dormido, su mejilla descansaba sobre su hombro, aferrándose a ella como un pequeño mono. Leah se detuvo a la mitad de las escaleras. Miró el gran retrato de la familia Shelby como era antes. Inicialmente, pensó que Charlie solo se parecía a su padre. Pero ahora estaba empezando a ver fragmentos de Grace.
Quizás él también actuó como ella.
Se mordió el interior de la mejilla, meciéndose ligeramente para mantener a Charlie adormecido. Deseó poder preguntarle a Grace, traerla de vuelta y preguntarle si lo que estaba haciendo estaba bien. Por supuesto, si pudiera traer de vuelta a Grace, la traería de vuelta para Tommy. Sería más feliz de esa manera. Sabía que si le devolvían a Jonás, sería muy feliz. La hacía sentirse insoportablemente culpable, a pesar de los votos que había hecho con su difunto esposo. Charlie suspiró suavemente y hundió aún más la cara en su hombro. Ella le sonrió con tristeza y le apartó un mechón de pelo de los ojos.
Las relaciones humanas eran demasiado complicadas para mantenerse libres de heridas. Antes de que pudiera terminar de subir las escaleras, Ada entró por la puerta lateral. Vio a Leah sosteniendo a Charlie como si fuera suyo. Sabía que a Tommy le encantaría ver eso. Quería que Charlie creciera con una madre a pesar de perder a Grace.
Leah la reconoció, pero dijo en voz baja que quería que Charlie se durmiera y luego hablarían. De modo que Ada se quedó en la sala delantera, mirando el mismo retrato que Leah había estado esperando.
