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—¡Papito!

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—¡Papito!

Tommy sonrió y se agachó con los brazos abiertos de par en par.

—Ven aquí, ven aquí, ven aquí.

Tomó a Johanna en sus brazos y la besó en la mejilla. Pasó junto a la gran tumba que se estaba cavando para Dangerous. Una mueca se instaló rápidamente en su rostro.

—Termina, Johnny.

Le murmuró al hombre. Leah se levantó de los escalones del vardo cuando Tommy se acercó.

—¿Todo bien en casa?

—Bien, todo está bien. ¿Dónde está Charles?

Ella suspiró y asintió con la cabeza hacia la puerta detrás de ella.

—No saldrá.

Ella bajó la voz.

—Escuchó a Johnny hablar en Rocka acerca de que le disparaste a Dangerous. Supongo que sabe más palabras de las que pensamos. Ciertamente sabe más palabras que yo.

Tommy gimió y dejó a Johanna en el suelo.

—Charlie, sal.

Él llamó. Hubo una pausa antes de que el niño rubio saliera del carro.

—Toma asiento.

El niño cruzó los brazos sobre el pecho y se negó a escuchar. Parecía que con cada día que pasaba se estaba volviendo más y más como su padre. Por supuesto, hubo altibajos en eso.

—Mírame.

Charlie miró intencionadamente en la dirección opuesta y puso su cara de: No estoy escuchando. Tommy exhaló bruscamente.

—No había nada que pudiéramos hacer, tu caballo estaba muy enfermo, tenía dolor. Ni siquiera Curly pudo ayudarlo.

Trató de explicar con voz firme.

—A veces, a veces...

Extendió la mano para agarrar la mano de Charlie.

—A veces la muerte es una bondad.

Charlie apartó la mano de su padre y se retiró al vardo.

—Joder, no escucha—murmuró Tommy y se pasó una mano por los ojos con rudeza—. Nunca escuchas, joder.

Gruñó y se puso de pie. apuntando a la puerta del vardo. Su esposa suspiró y tocó el hombro de Johanna.

—Tommy, por favor...

—Nadie escucha nunca.

Caminó hasta el borde de la tumba.

La visión del caballo oscuro tirado sin vida en el suelo hizo que su pecho se contrajera dolorosamente. Se oyó un ruido de pasos pequeños a su lado. Johanna tomó su mano, envolviendo sus pequeños dedos alrededor de los de él. Tommy forzó una sonrisa y le apretó la mano.

𝐏𝐑𝐎𝐌𝐈𝐒𝐄𝐒 ━ THOMAS SHELBYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora