Regreso a Prince Manor

6.- Historias de vampiros antes de dormir

Philip se sentó en la silla del profesor detrás del escritorio en el aula desocupada y miró con expectación a los dos adolescentes, esperando que comenzara la avalancha de preguntas. Para su sorpresa, ambos hermanos se miraron, y algo tácito pasó entre ellos. Luego se volvieron y lo miraron directamente, a la mayoría de los jóvenes les resultaba difícil mirar directamente a los ojos de un vampiro, y Draco dijo:

– Uh... mi señor...–

– Phillip. O Phil, aunque sólo los miembros de la familia o amigos cercanos pueden dirigirse a mí de esa manera. Fui mi señor Philip durante demasiado tiempo en el siglo XI como para querer empezar ese negocio de nuevo ahora – El vampiro corrigió suavemente.

– Bien, Philip – Draco asintió. – Umm... Harry y yo nos preguntábamos si no sería mejor que continuaras con esta conversación cuando mi padre también estuviera aquí. De esa manera podrías conocer a toda la familia. Podríamos ir a la enfermería y reunirnos con él, ¿Si te gustaría? –

Philip pensó por un momento, recordando cómo había rescatado a Severus del laboratorio de pociones tóxicas, y dijo:

– Sí, me gustaría eso. Tu padre parece un tipo interesante y me gustaría hablar con él cuando no esté a la mitad-muerto por inhalar sustancias nocivas – Él se puso de pie. – Venid, muchachos, y vayamos a conocer a mi descendiente prodigio de pociones – Abrió la puerta y luego se volvió y siseó: – Como no deseo anunciar mi presencia, me cubriré con un velo y caminaré diez pasos delante de ustedes – Respiró hondo y se levantó los velos sobre sí mismo una vez más, luego comenzó a caminar.

– Phil, ¿cómo sabes el camino a la enfermería? – Harry susurró, dándose cuenta de que el vampiro no se había molestado en preguntar direcciones, y en un castillo del tamaño de Hogwarts, los recién llegados siempre se perdían.

– He estado explorando y siguiéndote durante una semana, Harry – dijo Phil, su voz era profunda y musical. – Dondequiera que hayas estado, yo también, la mayoría de las veces –

– Oh – Harry dijo, pensando, Merlín, realmente debe estar metido en esta cosa de guardaespaldas. Espero que no me haya seguido al baño. Se sonrojó, pero luego pensó que el vampiro era demasiado inteligente para hacer algo tan inapropiado y vergonzoso. Aunque con su velocidad sobrenatural podría haber entrado y mirado las cosas antes de que yo llegara allí. Eso tenía más sentido, además de que era algo con lo que Harry podía vivir. Solo permitir que ocurriera un pensamiento perdido sobre el otro escenario hizo que su rostro se encendiera.

Los dos muchachos se mantuvieron a una distancia segura detrás del maestro vampiro, que caminaba mucho más lento de lo normal, si tan solo lo hubieran sabido, y se hablaban muy poco entre ellos en su camino a la enfermería. Draco todavía estaba sorprendido por descubrir que Harry no había estado imaginando cosas cuando dijo que había visto a un vampiro, pero no le gustaba admitir que se había equivocado, así que guardó silencio.

Pero en ese momento Harry se volvió hacia él, con una mirada bastante engreída, y dijo:

– ¿Aún no me crees, Dragón? – Draco se encogió de hombros.

– Bueno, supongo que ahora tengo que...– comenzó, y luego gritó cuando Harry lo golpeó en la nuca con fuerza. – ¡Oye! –

– Quizás la próxima vez me creerás, ¿eh? – Harry lo regañó burlonamente, agitando un dedo burlón frente a la aristocrática nariz de Draco.

Draco se frotó la parte de atrás de la cabeza y se enfurruñó petulantemente hasta que Harry se rio y dijo:

– Oh, no te pongas de mal humor, hermano mayor. Ese es el comportamiento de un niño de cuatro años. ¿Y tú no tienes catorce? –