– ¿Qué hacen ustedes dos para divertirse por aquí de todos modos? – Preguntó Dudley después de que Harry y Draco le habían enseñado el huerto y le habían señalado los árboles fae de merlinna, aunque la fruta no estaba floreciendo en ese momento, y también lo llevaron al lago.
– Draco pesca en el lago – Respondió Harry.
– Oh. ¿Pescar algo comestible? – Preguntó el otro. Aunque ya no era obeso, a Dudley todavía le gustaba comer y disfrutaba de la comida de cualquier tipo.
– Sí. Hay truchas y lubinas ahí – Respondió Draco. – Por lo general, los freímos para la cena –
Dudley se humedeció los labios.
– Suena bien. ¿Qué más haces? –
– Jugamos Quidditch – Respondió Harry.
La frente de Dudley se arrugó.
– ¿Quidditch? – Antes de que Harry pudiera explicarlo, exclamó: – ¡Oh, claro! Ese es el deporte mágico del que me habló Siri. En el que vuelas en escobas y marcas un gol como lo haces en el fútbol, ¿verdad? O tal vez es más como baloncesto –
– En realidad, es mucho más complicado que esos deportes – Comenzó Harry.
– También es mejor que cualquier deporte muggle jamás inventado – Declaró Draco con altivez.
Dudley se erizó.
– Oye, solo porque la gente mágica piensa que eres mejor que la gente normal- –
– ¿Qué estás diciendo, Muggle? ¿Que no soy normal? – Draco espetó, sus ojos grises brillando. – Tú eres el que no es normal según mis luces- –
Dudley le devolvió la mirada con el ceño fruncido, con una expresión belicosa en el rostro.
– De donde yo vengo, a las personas como ustedes les llamamos bichos raros y fenómenos –
Harry agarró el brazo de Draco antes de que pudiera hacer algo precipitado, como sacar su varita o golpear a Dudley en la boca. Miró a su primo enojado.
– ¡Dudley, basta! ¡Y tú también, Draco! Comparando Quidditch a cualquier deporte muggle es como tratar de comparar merlinnas y naranjas. No hay ninguna similitud. Son dos cosas totalmente diferentes. Es estúpido pelear por ellos. ¿Qué son, bebés de la escuela primaria? –
Quería que se dieran cuenta de lo pequeños que sonaban, y cuando ambos le fruncieron el ceño, se dio cuenta de que también había hecho otra cosa: hacer que se enojaran con él en lugar de entre ellos.
– ¿Quién murió y te hizo rey de Inglaterra, Harry? – Espetó su primo.
– Sí, la última vez que miré, tu nombre no era Severus Snape, señor de Prince Manor – Le recordó Draco con frialdad.
Harry no retrocedió. Miró a su primo ya su hermano con desaprobación, con los brazos cruzados sobre el pecho, recordando a su padre.
– Soy el heredero de Prince Manor... –
Draco resopló, poniendo los ojos en blanco.
– ¡Bueno, la-de-da! – Dudley se rio entre dientes.
– Puedo recordar cuando eras príncipe de Nada, Harry, y tu reino era el armario debajo de las escaleras y tus temas eran trapeadores, escobas e inodoros –
Harry se puso rígido, sus manos se cerraron en puños. Odiaba que le recordaran esos días.
Para su sorpresa, Draco salió en su defensa.
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Regreso a Prince Manor
FanficUn año nuevo significa nuevos peligros y amistades para Harry, ya que se enfrenta al Torneo de los Tres Magos, el regreso de un vengativo Señor Oscuro, y debe intentar dominar los secretos de Prince Manor. ¿Pueden su familia y amigos ayudarlo a tene...