Nesmay chapoteaba perezosamente con los pies en el agua, observando cómo sus dos hermanos adoptivos retozaban en el estanque. Era un día caluroso y húmedo, el tipo de día en que la gente inteligente se quedaba adentro y leía, o se tumbaba en el porche y bebía limonada o agua helada. Nesmay pensó en seguir el ejemplo de los niños e ir a nadar, pero el sol le sentaba tan bien en la espalda que decidió quedarse donde estaba.
Entrecerró los ojos, deseando que estos días duraran para siempre. Pero esta era la última semana de sus segundas vacaciones. Habían permanecido tres meses en la mansión y mañana por la noche Severus reajustaría el reloj para regresar al día y la hora en que se habían ido, que era el 5 de agosto alrededor de las 10:30 a.m. Dándoles así agosto para ir de compras para la escuela y para que Sarai dé a luz a los mellizos. Y que Nesmay intentara practicar más hechizos antes de que Severus y los chicos se fueran a Hogwarts.
Los niños le habían preguntado si le gustaría asistir a la escuela con ellos, pero Nesmay había decidido no hacerlo... por ahora. Se sentía incómoda con grandes grupos de personas, y su control sobre su magia aún no era el que debería ser. Ella no quería volar accidentalmente las mazmorras o prender fuego a la Torre de Astronomía por un desacuerdo. Además, Hogwarts era para humanos, y Nesmay era mitad hada, temía que su apariencia la diferenciara aún más de lo que lo hacía su falta de control mágico. También estaba su herencia humana: sería rechazada y detestada si alguna vez supieran quién la había engendrado. Habían discutido el tema con sus padres y Severus había dicho que era decisión de Nesmay si ella deseaba asistir.
– No estoy lista. Lo siento, pero no me siento... cómoda –
– Está bien – La tranquilizó su mentora. – No tienes que asistir este año, Nesmay. Puedes continuar con el plan de estudios que he establecido para ti, y estoy seguro de que Sarai puede enseñarte más hechizos feéricos. A su vez, también puedes ayudarla con los bebés –
Nesmay dejó escapar un gran suspiro de alivio.
– Gracias, Amarsi –
– Y ven a visitarnos los fines de semana – Agregó Harry.
– Eso suena divertido – Dijo la chica fae.
– Será genial tener que mostrarte todo sobre el castillo y Hogsmeade, presentarte a los profesores y al resto de nuestros amigos – Declaró Draco.
Nesmay asintió con entusiasmo. No le molestarían las visitas breves, pero prefería Prince Manor a cualquier castillo mortal, sin importar cuán mágico fuera. Sospechaba que Sarai sentía lo mismo.
No mucho después de resolver ese asunto, Harry y Draco habían decidido aprovechar el día caluroso e ir a nadar. Nesmay los había seguido, y fue cuando estaban en el estanque que recordó que Draco le debía una respuesta a una pregunta.
– ¡Draco! –
Draco salió a la superficie, sacudiendo el agua de su cabello como una foca.
– ¿Qué, Nessie? –
– Antes de que te enfermaras con la peste, te pregunté por qué los humanos están tan avergonzados y avergonzados de sus cuerpos. Prometiste responderme, pero nunca lo hiciste porque te enfermaste. Entonces... ¿puedes responderme ahora? –
– Ahh... err... bueno... umm... – Draco se puso del color de una fresa madura, luego tosió y dijo: – No es que los humanos estén avergonzados de sus cuerpos... bueno, algunas personas lo están, si piensan que son demasiado gordos o feos o algo así, se trata más de modestia. Tú mira, en nuestro mundo, si una mujer se exhibe... err... sin ropa, es vista como una... mujer suelta... una mujer solo debe dejar que su esposo o novio la vean desnuda –
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Regreso a Prince Manor
FanficUn año nuevo significa nuevos peligros y amistades para Harry, ya que se enfrenta al Torneo de los Tres Magos, el regreso de un vengativo Señor Oscuro, y debe intentar dominar los secretos de Prince Manor. ¿Pueden su familia y amigos ayudarlo a tene...