Sirviente Azulado

Pasado #24

Este era el final.

     Recuerdo la primera vez que traté con usted, sin dudarlo fue la femme más dulce y sonriente que había visto en toda mi larga vida.

     Recuerdo la primera vez que dormimos juntos. Nunca la toqué, pero cómo la deseaba. Deseaba moldearla como si fuera arcilla y saborearla con mis labios como si fuera el más dulce néctar.

     Usted fue la única que acompañó a mi hermano antes de morir, dándole a entender que su muerte no fue en vano y que peleó, peleó hasta ya no poder más. Y cuando lo perdí a él, usted fue la única que comprendió mi rota spark y la sanó.

     La única que estuvo en todo momento sonriéndome, con los brazos abiertos y limpiándome las lágrimas de las mejillas.

     Este era el final de mi antiguo yo que solamente le servía a Megatron.

     Ahora le sirvo a usted y únicamente a usted.

     Cuando usted vio a Starscream en el puente, supe que iba a hacer algo loco. Siempre ha sido de hacer cosas locas, pero este era distinto. Cambió radicalmente. De ser aquella ángel que siempre radiaba luz pura, su mirada se torció en rabia y su luz se apagó. Si antes le decía loca, esa mirada hizo verla psicópata.

     Sabía que hoy se cumpliría mi palabra de protegerla.

     —¡TÚ! ¡TÚ! ¡FUE TU CULPA! ¡FUISTE TÚ EL QUE MATÓ A MI HERMANA!

     Usted se dirigió hacia Starscream con la espada en alto, pero ahí estaba Megatron, que le lanzó una mirada de muerte que únicamente le dio a Sylas y a todo aquel que no quería en su nave. —Dreadwing, sácala de aquí —Me ordenó.

     —En seguida.

     La atrapé por la cintura en lo alto de mis brazos y pasamos la salida del puente. No dejaba de sacudirse y pataleaba como un scraplet hambriento de energon fresco.

     —¿QUÉ HACES? ¡SUÉLTAME! ¡SUÉLTAME! —Me gritó usted.

     La llevé a la puerta de nuestra habitación para poder hablar y tranquilizarla, pero antes de abrirse, me clavó la punta de su espada en mi pie. Cuando lo sacó, energon erupcionó del hueco y comencé a derramar como cascada. Me dolía, pero aguanté el dolor para no soltarla. Golpeaba repetidas veces mi pecho con su codo y se las arreglaba para patearme los muslos.

     Pero no importaba, la apreté fuerte contra mi pecho para no soltarla. Me mordía el cuello con la intención de lastimarme, y si quería hacerme derramar energon, lo logró.

     Pero tampoco importaba, porque sabía que ese era su objetivo, hacer que la soltara para luego correr y aniquilar a Starscream.

     Finalmente dentro de la habitación, bloquee la salida tocando un código en las teclas a lado de la puerta y la solté.

     —¿QUÉ HICISTE? ¡LO TENÍA A UNA PUÑALADA DE DISTANCIA!

     No le contesté. En respuesta, ignoró mi presencia y se fue hacia un espacio libre que había entre la puerta y yo para poder salir, pero le bloquee el paso con mi brazo.

     —Déjame. salir. —dijo sin mirarme.

     —No lo haré.

     —DÉJAME SALIR. —Se acercó a mi pecho y me golpeó con ambos puños. Vi lágrimas caer por sus cálidas mejillas—. ¿POR QUÉ ME HACES ESTO? SABES LO QUE ME HA HECHO, INCLUSO A TI, QUE TU HERMANO MURIÓ POR CULPA DE ÉL Y SABES QUE LO ESTUVE BUSCANDO POR TANTO TIEMPO. ¿POR QUÉ?