Sirviente Azulado

Pasado #3

Al cerrarse la puerta tras la salida de Dreadwing, Knockout aprovechó la privacidad para comenzar a soldar las grietas de su cabeza. —Le aviso que la pondré en hibernación para comenzar la operación —dijo Knockout acercándose a tocar un botón de la pantalla.

     —¡No! —dijo Skyla en un acto rápido—. Por favor, doctor, no me duerma.

     —¿Estás segura que quieres que te opere la cabeza despierta? —preguntó el doctor con un tono de obviedad tratando de hacerle entender lo que va a hacer.

     —Lo que sea con tal de no volver a caer en hibernación.

     Entonces Knockout asintió y empezó a soldar las grietas. Desde abajo Skyla veía caer sobre sus ópticos chispas ardientes de luz naranja del roce del fuego y el metal.

     El tiempo transcurrió en silencio, a pesar de que Skyla es una gran habladora. Pero es que tenía cosas más importantes que hacer, como mantener la mandíbula y los ópticos apretados por el dolor de la unión de su metal mientras esperaba por tener su espada de vuelta. Y su sirviente ya se estaba encargando de eso.

     Dreadwing pidió un portal de vuelta al ártico. Regresó a la Ever y analizó la espada antes de tomarla. La espada era bastante chic y fina. Él entendía por qué quería tener su espada de vuelta, pues para él su espada era su símbolo de fuerza y honor, pero lo que no entendió fue el drama que hizo. Él se preguntó por qué tenía la espada desplegada, cuando esta pudo haberse agitado durante el vuelo con cualquier movimiento brusco y haberla matado. Que descuido tan peligroso, pensó Dreadwing mientras plegaba la espada para guardarlo tras su espalda y pedía un portal de regreso a la Némesis.

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     Terminado la cabeza después de un par de horas, Knockout bajó hacia las piernas de Skyla para terminar de pulir los raspones que casi no eran visibles.

     —Gracias, buen doctor —dijo ella ahora que ya podía hablar—, por su ayuda.

     Knockout la miró de reojo confundido por esas palabras, para luego seguir puliendo. —Es mi trabajo.

     —Y se desempeña arduamente para hacerlo de manera excelente. —Knockout esbozó una sonrisa. A parte de su antiguo compañero, nadie le había tomado en consideración su esfuerzo y dedicación por su trabajo—. También veo que es perfeccionista en cuanto a la pintura —continuó ella al ver que él seguía puliendo pese a que los rayones ya no estaban.

     —¿Qué te puedo decir? Soy fanático del buen arte. Y tú querida, tienes buenos atributos.

     —Gracias, buen doctor. —Pero a pesar de esas palabras, su aspecto no iba acorde con lo que decía. Su pintura estaba lleno rayones plateados de pie a cabeza—. Me encantaría decir lo mismo de usted, ¿pero por qué su pintura está así?

     —Agh —se quejó inspeccionándose con la mirada—. Fueron esos Autobots. Arcee y Bumblebee.

     —Con que Bumblebee . . . —Con esa información, la búsqueda por la galaxia del bot amarillo había terminado. Él estaba en el mismo planeta que ella, y ella no estaba en hibernación esta vez. No era coincidencia, era como si estuviera esto escrito en el Pacto de Primus —. Ese bot ha causado muchos problemas para ser alguien tan pequeño.

     —Ni que lo menciones. Fue el que eliminó al comandante Skyquake.

     —¿También fue ese escarabajo? Pobre del señor Dreadwing. —Y por un momento, le hirvió el energon en rabia consigo misma al rebobinar entre sus recuerdos y darse cuenta que estuvo a tan solo unos cuantos metros de distancia de aquel bot que le arrebató a su hermana.

     —Así es —dicho eso, Knockout se dirigió a la otra pierna.

     Skyla no podía ver al doctor así, todo hecho una chatarra cuando se esmeraba tanto en dejarla impecable. Ella ya estaba arreglada, ya podía ponerse en pie, así que podía ayudar.

     —Señor Knockout, deme para ayudarlo con la pintura —dijo extendiendo su mano al pulidor.

     —No es necesario, capita-

     —Démelo, dije —ordenó ella con firmeza.

     Knockout parpadeó y lo acercó lentamente. Skyla lo tomó con iniciativa, se levantó de la mesa y encendió la máquina. —Acuéstese, doctor, y disfrute de los servicios de masaje de Skyla.

     Knockout la miró dudoso, y en respuesta ella le aplaudió vivazmente para que se apurara. Él jaló una palanca debajo de la mesa para que este girara hasta quedar completamente horizontal y nerviosamente se acostó ante el ímpetu de la femme.

     —Sin mi ayuda, ¿cómo podría llegar a los puntos ciegos? —dijo Skyla con un tono de superioridad mientras pasaba la máquina primero por los brazos.

     —Antes lo hacía mi antiguo compañero de spark.

     —¿Y qué pasó?

     —¿Con Breakdown? —Knockout miró al techo con rabia en sus ópticos y seriedad en su voz—. La bruja de Airachnid lo despedazó a sangre fría, y ni siquiera pudimos encontrar sus restos.

     Skyla por un momento detuvo la máquina, escuchar una muerte así le resultó devastador. Apoyó su mano en la muñeca de Knockout, llamando su atención, y suavizó su tono de voz. —Te entiendo, esta guerra nos ha quitado a muchos.

     Skyla le acarició el brazo un rato, para luego inclinarse a la mesa a rodearlo con los brazos en un cálido abrazo.

     Knockout estaba impresionado con ese gesto, ya que nadie lo había consolado por la muerte de su sparkmate hasta ahora.

     Le correspondió al abrazo, pues de cierta forma estaba agradecido de toda spark con esa femme.

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Pobre Knockout . . .

Las quiero un Cybertron.

xoxo, NoMoreStress.