Una alarma me despertó de mi increíble sueño con los Jonas Brothers, una alarma que le pertenecía a mi silencioso compañero de habitación.
—¿Qué hora es? —Pregunté somnolienta.
El castaño me miró, y salió de la habitación.
¡Acaba de ignorarme! Esto no sería tan fácil, después de todo.
Tomé una toalla del closet y esperé fuera del baño en el cual se encontraba mi -descortés y silencioso- compañero. Luego de unos minutos salió del baño y yo entré poniéndole el seguro a la puerta. Me duché, cepille mis dientes y mi cabello y salí de allí casi corriendo a la habitación.
—¿Puedes salir por favor? —Le pregunté al castaño que yacía en su cama jugueteando con unas llaves.
Luego de un bufido de su parte salió de la habitación. Me vestí con lo primero que encontré y fui a la cocina.
—Ten, esta es la llave de nuestra habitación —Dijo el castaño colocando la llave en mi mano.
—¿Nos prepararas el desayuno? —Preguntó Daniel.
—¿Disculpa? Se dice por favor.
—Hazlo, que no tenemos tiempo —Dijo ahora Robby entre risas.
En el momento en que esas palabras salieron de su boca llegué a mi límite. Llené una gran taza de café y la vacíe sobre ambos.
—La próxima vez que me hablen así no será café lo que habrá en sus pantalones, par de imbéciles —Espeté furiosa.
La risa de alguien llamó mi atención, e hizo que relajara los hombros. El castaño se estaba riendo, tenía una linda risa.
—¿Qué sucedió aquí? —Preguntó Noah entrando a la cocina junto a Spencer.
—Dejame adivinar, Robby y Daniel haciendo lo mejor que saben hacer —Dijo Spencer.
—¿Comportarse como unos auténticos imbéciles? —Pregunté sarcástica.
—Exacto —Dijo Noah.
—¿Quieres ayuda con el desayuno? —Preguntó Spencer.
—Al menos no todos son imbéciles —Dije fulminando a Robby y a Daniel con la mirada, recibiendo la misma acción por parte de ellos.
Mientras Spencer y yo preparábamos el desayuno ambos chicos fueron a ducharse y cambiarse.
—¿Quieren? —Dije ofreciéndole un plato a Noah y uno al castaño.
—Si, por favor —Dijo Noah y el castaño asintió.
—Desayunaremos en otro lado —Dijo Robby y yo reí mientras le daba un sorbo a mi café.
—Iré con ustedes al instituto —Dijo Spencer—. Hasta luego, chicos.
—Adiós —Dijimos Noah y yo al unísono.
Salí de la casa y me detuve en la acera para llamar a Tania. Un tono, dos, tres y no me contestaba.
Mi querida amiga me había dejado plantada ¡Para ir al jodido instituto!
—¿¡Dónde estás!? —Le grité a mi teléfono como si así Tania pudiera escucharme.
—No creo que lo que busques te responda así—Dijo Noah entre risas mirándome por la ventanilla del auto—. Sube, yo te llevo.
—Puedo ir caminando, no te preocupes.
—¿Segura?
—No, iré contigo —Dije soltando un bufido de resignación—. ¿Aquí subes a tus conquistas? —Bromeé entrando al auto.
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VOLEIBOL, FÚTBOL Y... ¿AMOR? [COMPLETA]
Genç KurguOlivia llevaba una vida tranquila, sin complicaciones. Todo su tiempo se lo llevaba el Voleibol, su mejor amiga y su novio, hasta que en un giro interesante de su vida llegan unos chicos que logran complicar un poco su año. Olivia por más que lo evi...