Seungmin tuvo la desgracia de haberse presentado como Omega, ya no podia heredar el trono de Yagakima. Ahora tendría que casarse a la fuerza con algún alfa para que este se convierta en Rey, sin embargo Seungmin se niega hasta que conoce a Chan.
Cha...
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Seungmin sonrió cuando abrió sus ojos poco a poco, despertándose con la imagen de su esposo aún dormido. Se acurrucó en su cuello y dejó sus manos en su pecho mientras se mezclaba con el aroma de su Alfa.
-- Chris –- le susurró al azabache -–. Mi amor, debemos levantarnos
Chan abrió sus ojos suavemente y Seungmin le sonrió, acariciando sus mejillas. El azabache se contagió del buen humor de su Omega y le correspondió la sonrisa.
-- Buenos días, mi amor –- le susurró Chan, acariciando su desnuda espalda.
Seungmin le robó un beso en sus labios y se levantó de su lado, con su cabello hecho un desastre. Chan sujetó su cintura para que volviera a acostarse y se colocó sobre él para besar su cuello y clavículas.
-- Ah Channie -– gimió Seungmin entre risas –-. ¡Se nos va a hacer tarde!
Chan dejó un beso en su nariz y dijo: –- Un momento más bebé, por favor
Seungmin colocó sus manos en sus mejillas: –-. Está bien –- susurró contra sus labios.
Sus labios se unieron en un beso más lento, húmedo y apasionado con sonrisas de por medio. Seungmin acarició la mandíbula del Alfa y Chan guió sus manos hacia su trasero suavemente.
El rubio respiró profundamente, dejándose llevar por las caricias.
Seungmin se separó para tomar aire y luego susurró: --. Bebé.
-- ¿Mmh?
Chan frotó su nariz con la suya Seungmin sonrió nervioso y tomó las manos de Chan para apartarlas de su trasero suavemente.
-- Qu-quisiera esperar a nuestro celo para poder... ya sabes... –- el rubio mordió sus labios –-. M-me agradan tus caricias y... tus mimos, los amo, pero..
Chan se sentó a su lado, acomodando su cabello: –-. Sé directo bebé
Seungmin se cubrió con sus sábanas hasta el cuello: –-. Aún no estoy listo para el siguiente paso, espero que me comprendas..
Chan acarició su cabello y besó su mejilla con dulzura: –-. Te comprendo mi amor. Esperaré lo que tenga que esperar hasta que te sientas listo
El rubio sonrió al escuchar aquello. La mejor sensación del mundo aparte de ser amado y correspondido, era de sentirse protegido. Aquello era algo que Seungmin estaba aprendiendo a comprender.
No siempre iba a lograr salirse con la suya, no siempre iba a poder defenderse solo, no soportaría cargar él solo con todo el reino. Seungmin necesitaba una compañía idónea que estuviese a su lado para apoyarlo sin tratarlo como alguien débil.
El Omega se levantó de su cama y fue al baño junto con su Alfa para darse una ducha con él, dejando que Chan lo ayudara con su espalda y él con la suya.
-- ¿Emocionado por hoy? –- preguntó Chan, Seungmin no pudo evitar sonreír
–- Demasiado. Desde que me presenté como Omega, no me dejaron hacer viajes a otros Reinos y tampoco me dejaron a la vista de mi pueblo – el rubio suspiró.
Al salir de la ducha, Chan colocó una toalla en su cintura y tomó otra para secar a Seungmin, se acercó a su rostro y le dio un beso de esquimal: -–. Esos días terminaron bebé.
El rubio le siguió hasta su habitación sin apartar su sonrisa. Chan agregó: –-. Estaba pensando hacer varias paradas durante el viaje para que puedas conocer tu pueblo y los alrededores. ¿te parece bien?
Seungmin ladeó su cabeza: –- ¿Eso no retrasará el viaje?
Chan negó:–- Le avisé a mis padres que llegaríamos en dos días, así que tenemos esas cuarenta y ocho horas para que disfrutes del viaje.
Seungmin se acercó a él para besar su mejilla: –-. Eres el mejor. Te lo agradezco amor.
Ambos terminaron de vestirse y de prepararse para el viaje hacia Yangma, para que el pueblo de Chan conociera a su Rey Omega al igual que sus padres.
Terminaron de desayunar y Seungmin le pidió a su marido que se adelantara para poder despedirse de Jeongin.
-- Cuídate mucho Minnie –- Jeongin abrazó con fuerza al rubio –-. También cuida de Christopher.
Ambos rieron y se separaron
-- Cuando vuelva, oficialmente serás libre -- Seungmin le sonrió de oreja a oreja –-. Cuídate mucho. ¡Te extrañaré!
Jeongin hizo una reverencia en cuanto Seungmin se fue.
El Omega se dirigió hacia las afueras del castillo donde lo esperaba Chan con el resto de las tropas y el General Yang, el más allegado a sus padres.
Seungmin se mostró confundido cuando no vio ni una carroza
-- Antes de que preguntes por la carroza -- le interrumpió Chan con una media sonrisa, haciendo sonreír a Seungmin --, pensé que podría gustarte un viaje a caballo. En tu propio caballo
Chan se bajó del suyo y extendió su mano para ayudarle a subir.
-- No es cierto –- dijo Seungmin mientras miraba con asombro aquel hermoso caballo blanco –-. No bromeas ¿cierto?
Chan negó: –-. Esto es más... de tu estilo..
Seungmin hizo contacto visual con su esposo y muy agradecido, le dio un beso en sus labios antes de tomar su mano para subir en el caballo.
El rubio tomó con fuerza las sogas al sentir que se caía, hasta que le agarró el truco.
-- Te confieso que tengo años que no monto uno... –- habló el rubio mientras acariciaba el animal --. Mientras no corramos a gran velocidad, estaré bien.
Chan asintió, subiéndose al caballo a su lado: –- ¿Seguro que estás cómodo?
Seungmin asintió, Chan le correspondió la sonrisa.
-- ¡Adelante! -– ordenó el Alfa Rey y las tropas comenzaron a moverse, iniciando el viaje hacia Yangma
Seungmin sonrió de oreja a oreja, casi riendo mientras iba a caballo.
Estaba unido a un Alfa, estaba marcado, pero aun así, se sentía más libre que nunca. Seungmin comenzó a vivir de verdad.
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