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Esa misma noche/tarde

--Ya basta, Oajun!-gimoteó el pelinegro e hizo un puchero con los labios.

El chico seguía molestando a su amigo, la situación le parecía muy divertida. Siguió riéndose y empujándolo suavemente jugueteando.

--Es que, ¡ah!, es tan raro que te guste un hombre veinte años mayor,¿te sientes bien? ¿estás seguro de que te gusta?-le pregunta en voz baja.

--Bueno, siento... muchas cosas cuando lo veo -sonrió timidamente.-No puedes negarme que es un hombre muy guapo y sexy.

--El señor Prachaya no es de mi tipo-arrugó la nariz-¿Qué tipo de cosas sientes?

Sus mejillas se encendieron en un color intenso recordando el contacto de sus labios, las caricias en sus cabellos, sus perfecta sonrisa y su suave risita. Y del otro lado, sus grandes manos sobre su delgado cuerpo, su piel morena tan tentadora...

Su cuerpo respondió por él.

--iAh,Krist-el contrario se cubrió los ojos-Ya entendi, no tienes que ser tan explicito.

Ambos chicos rieron.

--Lo siento, no lo puedo controlar -respondió intentando cubrir su repentina erección con su camiseta-.Tengo que regresar a casa antes de que mamá se vaya de guardia.

Tomaron sus cosas y salieron del parque,Oajun siempre acompañaba al menor a casa como un buen amigo.

--¿Crees que Fiat quiera salir un rato conmigo? -Tendrías al señor Prachaya solo para ti-le miró moviendo las cejas.

Sus mejillas volvieron a encenderse.

{♡}

Singto se sentía agotado mentalmente y también estaba furioso,por su parte Fiat estaba preocupado ya que su padre se había encerrado en su habitación desde que regresó.

Sabía que tenía que ver con su odiosa madre.

--¿Papá?-tocó un par de veces la puerta,¿estás bien? puedo pasar?

--Adelante-gritó.

El hombre caminaba de un lado a otro por toda la habitación, el menor le miró con una mueca en el rostro.

--Basta papá, me mareas-se quejó-. ¿es por mamá?

El mayor soltó un suspiro.

--Sigue con el cuento de que está esperando un hijo mio, puedes creerlo? Y también está pidiendo más de lo que pienso darle.

--¿Que cosas pide, papá? Tal vez te pueda ayudar, no lo sé, solo no quiero tener que verla a la cara.-el castaño se sentó en la orilla de la cama.

--Precisamente tiene que ver contigo, está pidiendo verte pero no, sé como te sientes y no quiero que estés en esta incómoda situación-le sonrió-.Todo estará bien, es solo que, me molesta su actitud después de todo lo que hice por ella...

--Entiendo, porqué no sales y te despejas? Estoy seguro de que el tío Gun te llevaría a un lugar muy divertido-le guiñó provocando que ambos rieran.

--Voy a dormir un rato,supongo-miró a Fiat confundido-.¿Piensas salir?

El chico se sonrojó.

--iAh! Es que, Oajun está invitando a salir, bueno, a cenar por aquí cerca y venía a pedirte permiso.

--Está bien pero no olvides llegar temprano, tienes escuela mañana.

--No soy un niño papá pero lo tomaré en cuenta-se levantó de un salto y abrazó a su padre fuertemente-.-Nos vemos mas tarde.

Singto dejó caer a su enorme cama, rebotando un poco, su cuerpo le dolia por tanto estrés.

Mientras tanto Krist se despedia de su linda y joven madre, quien se iba de guardia al hospital. El menor amaba tanto como se veía la mujer con su uniforme, esperaba algún dia ser como ella.

{♤}

Su tarde/noche parecía ser peor, Singto rodó por su cama al escuchar a alguien tocar su puerta seguido del timbre de la casa.

Quién diablos se atrevia a molestarlo?

Siguió tratando de dormir, cerrando los ojos con fuerza pero los llamados se hacían más insistentes, Dios.

Se levantó de la cama con el ceño fruncido y de pésimo humor fue a atender. Cuando abrió la puerta se encontró con Krist,el menor se sonrojó cuando vió el torso al desnudo del moreno.

--Señor Prachaya .. -fuelo único que pudo decir, el hombre le ponía de nervios y le gustaba.

--Fiat no esta en casa- habló, sin mostrar ninguna expresión más que no fuera el cansancio que sentía.

--En realidad quiero hablar con usted-bajó la mirada.-¿Podría escucharme?

El mayor soltó un suspiro y miró a los alrededores para ver que no hubiera vecinos chismosos por ahí. Podría causarle problemas, los cuales prefería evitar.

Le hizo pasar y sentarse en uno de los grandes sofás de la sala, sus deditos se movían jugueteando entre ellos por los nervios. Mientras tanto Singto se sentó frente a él, mirandolo
fijamente.

--¿Que sucede,Krist?- pregunta, sacando al chico de sus pensamientos.

--Quería disculparme con usted, por mi confesión y, creo que tiene razón en cuanto a que estoy confundido-hizo comillas con sus dedos.-Asi que, espero pueda perdonarme.

Singto le miró,jugando con su labio inferior entre sus dedos.Asintió lentamente, haciendo sentir al pequeño kit todavía más nervioso.

--Está bien,Krist no te preocupes-le sonrió cálidamente. El menor se levantó de su lugar y caminó hasta quedar frente a frente con Singto, sus miradas de conectaron.

--iPuedo pedirle una última cosa, señor Prachaya? --preguntó con la voz suave y el mayor asintió-.¿Podría besarme solo una vez más?

Accedió,Krist se sentó en sus piernas acción que no molestó en absoluto al dueño de la casa.Tomó el rostro del pelinegro entre sus manos acariciando sus mejillas con sus pulgares su piel era tan suave como la seda dejó un gentil beso sobre los labios del chico.

--Seré sincero Krist, siento atracción por ti pero de una manera muy diferente a la que tu sientes.

--Y cuál es?-pregunta con los ojos entrecerrados, esperando por más contacto entre sus labios.

--Mi cuerpo te desea mientras tanto tú...-Sus labios chocaron en un beso distinto, moviendo sus labios con desesperación y buscando mucho más. Las manos de pelinegro tocaban el torso desnudo del mayor haciendole jadear en su boca.

--Lo deseo de la misma forma, señor Prachaya .

--Sólo llámame Singto.

{♡}

Nos leemos después!
~Si ven errores corríjanme!

Cuarenta Y Veinte [ᵖᵉʳᵃʸᵃ] 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora