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Esconderse de Fiat en parte era divertido pero también estresante, principalmente para Singto. Sabia que sus acciones no eran correctas, sería un pésimo ejemplo para su hijo si se entera,pero no podía evitar que sus instintos le dominaran y
así es como terminaba entre las piernas de Krist.

Para relajar un poco la situación, el menor invitaba por las noches al señor Singto a su cama cuando su madre se encontraba en el hospital. Tenían más libertad, privacidad y podian hacer
más ruidos. Justo como esa noche, sus labios se atraían como imanes al igual que sus cuerpos.

Ambos desnudos bajo las sábanas con dibujos
en colores oscuros, Krist sentado sobre su mayor con sus piernas a los lados de las caderas contrarias. Un sonido de pop se escuchó después de separarse, sentían los labios entumecidos por haber estado besandose durante un largo tiempo.

El pelinegro tenía tantas preguntas que hacerle a Singto sentía tanta curiosidad por él y por su matrimonio, cómo había sucedido, sus circunstancias actuales... y finalmente se había
armado de valor para hacerle frente.

Se quedó con la mirada perdida sobre el rostro del moreno y este levantó una de sus cejas.

--Tengo algo en la cara?-dice.

--No no, Sing, necesito preguntarte un par de cosas...personales..

El mayor le sonrió mientras hacía caricias en su cintura.

--Me imagino que debe ser,puedes preguntarmelo que quieras,confia en que seré sincero contigo -respondió.

--Bueno, por las circunstancias en las que tú y yo estamos, por lo que hacemos y aún no estas divorciado, que te impide ser libre de esa mujer?

Singto soltó un suspiro.

--Es extenso, ¿estás dispuesto a escucharme?-el chico asintió.

--Bien, de todos modos voy a resumirlo-aclaró su garganta--la conocí durante una fiesta de universidad, ella tenía dieciocho y yo veinte años. El alcohol nos hizo perder la razón, me acosté con ella durante esa fiesta, ni siquiera la conocía, sabes? Pensé que sería algo de una noche pero, reapareció diciendo que estaba embarazada de mi..

--¿De Fiat?

--Si, así fue como existió Fiat, hablé con mis padres y sus padres--suspiró--y le propuse matrimonio. Si el bebé era mío entonces no le negaría sus derechos, me haría cargo de él
totalmente. Y la verdad es que, desde que mi Fiat nació fui el único que se hizo responsable. Ella siguiócon su vida normal mientras dejaba al bebé solo en casa, a veces desaparecía por dias, por lo
que tuve que pedir permiso para llevar aFiat a todos lados conmigo. Fueron momentos dificiles pero veo que mi esfuerzo valió totalmente la pena. Nunca la amé y ella nunca me amó, creo que solo ama las comodidades que le dí y mi dinero, esa es
una de las razones por las cuales no acepta el divorcio.

Krist hizo una mueca.

--Rayos, creo que ya la detesto.

Singto soltó una risa y acomodó un mechón del cabello oscuro del menor detrás de su oreja.

--No tienes de que preocuparte por lo que hacemos, se puede decir que no es un matrimonio real-besó su nariz--¿tienes más preguntas?

--De hecho si, oum- sus mejillas ardían-, eres, eres un bisexual?

--iAque viene esa pregunta?-dice levantando una de suscejas, ese gesto parecía tan provocador para el pelinegro quesintió un tirón en su miembro.

--Sabes como hacerme sentir bien, sabes donde tocarme inconcientemente movía las caderas mientras hablaba nunca pusiste una excusa referente a que ambos somos hombres,entiendes lo que digo?

El mayor asintió.

--Mi hermano menor es homosexual desde que él tenía diesciséis años y mis padres me pedian que hablara con él para que no hiciera ninguna tontería-rió--parece tan irónico ya que en ese tiempo ya tenía a Fiat en mi vida. En fin, un dia los
acompañé a él y su noviecito a una fiesta, mi hijo se quedó con mis padres. Ahí conocí a algunos chicos y la historia se repitió con la diferencia de que usé protección esta vez, solo fue curiosidad.
No me considero bi pero tampoco hetero, solo disfruto.

El pelinegro asintió mirando su pecho.

--¿yo que soy para ti?

Sing lo abrazó contra su pecho y dejó varios besos sobre sus cabellos.

--Te aseguro que no eres una aventura ni algo de unas noches. Con el paso de los días he comenzado a sentirme atraído por ti, como tú habias dicho, también lo siento.

--De verdad? no soy solo una persona con quien te acuestas y al día siguiente olvidas

--Te prometo que no, te quiero y quiero que tengamos una cita,¿que dices?

El menor se removió entre sus brazos para liberarse y mirarlo sorprendido a los ojos, su corazón latía con fuerza y una sonrisa apareció en su rostro.

--¡Acepto, acepto! -tomó el rostro del mayor con sus manos y comenzó a repartir besos por sus mejillas, su nariz, su frente, sus labios y repetía la acción.

--Mañana pasaré por ti después de la Universidad, te invitaréa comer-dijo cerrando los ojos y disfrutando del contacto de los labios del chico contra su piel.

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Holi!(si encuentran errores corríjanme plis)

Cuarenta Y Veinte [ᵖᵉʳᵃʸᵃ] 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora