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Krist soltó un suspiro de frustración al escuchar la estúpida grabación para dejar un mensaje en el buzón de voz del celular de Singto, toda la mañana trató de contactarlo y nada.

Fiat tampoco hablaba mucho con él como antes, y eso le daba un mal presentimiento, ya que cuando preguntaba por Singto, evitaba hablar sobre él o simplemente cambiaba el tema. ¿Se habían cansado de él? ¿algo salió mal? ¿no se divorció a último momento? ¿cambió de opinión? Tenía miedo y dudas.

Entró a su salón de clases saludando a un grupo de chicos con los cuales conversa de vez en cuando, y justo antes de tomar asiento en el fondo, sintió un leve dolor en su vientre, como una corriente eléctrica solo en ese lugar. Hizo una mueca por la molestia mientras se sentaba.

No le prestó atención, no importaba, quizás era por la preocupación de que Singto lo dejó en el olvido. No podía prestar atención, tantos escenarios se mostraban a la vez en su cabeza, siendo de lo más detallados y eso le revolvía el estómago.

Singto con Namtan. Singto perdonando a Namtan.Singto con Namtan y Fiat siendo la familia que debieron ser desde un principio.

El dolor aumentó y la mueca de su rostro fue más notable.

ㅡ Krist, ¿te sientes bien? ¿necesitas algo? ㅡ le pregunta uno de sus compañeros, un agradable pelinegro de nombre Earth.

ㅡ Si, descuida ㅡ responde intentando sonreírle ㅡ. Ya pasará.

El chico asintió y se sentó a su lado como todos los días.

Las imágenes en su cabeza seguían reproduciéndose, un NAing5o abrazando a Namtan, un Singto besando a Namtan, su Singto en la cama con la bruja de Namtan.

Un sonido de queja salió de sus labios cuando el dolor aumentó y no se detuvo, ¿que le pasaba? Se encogió en su asiento, masajeando la zona con más fuerza y de pronto todo se volvió oscuridad, solo cayó al suelo.

ㅡ ¡Krist!

La abuela de Kirst decidió ir a un hospital cuando el chico despertó y no recordaba exactamente lo sucedido, el intenso dolor que había tenido horas atrás no dejo ningún rastro en su cuerpo.

Ahora, nieto y abuela se encontraban sentados frente a una doctora, quien hacía anotaciones sobre los datos del menor.

ㅡ Entonces Krist, dices que, ¿no recuerdas nada? ¿algo antes de que todo se desvaneciera? ㅡ pregunta, solo para estar segura, mientras deja sus lentes sobre el escritorio.

ㅡ Él ha estado sufriendo mareos y náuseas últimamente, doctora, ¿verdad, cariño? ㅡ dice la mujer mayor, tomando y acariciando la mano del chico.

ㅡ Si, bueno, mareos, náuseas, vómito, dolor, en realidad no creo que tenga algo que ver en esto ㅡ rió nervioso ㅡ. ¿O sí?

ㅡ Me ayudaría mucho que me digas exactamente lo que sentiste y desde cuando, ¿podrías?

Krist asintió no muy convencido, pero aún así le explicó con todos los detalles que recordaba sobre sus malestares, lo que pasó en las últimas semanas y la especialista de inmediato supo de que se trataba.

Era de esos chicos con capacidades especiales.

ㅡ Krist, lo que te sucede no es ningún tipo de mal extraño como tú lo llamas, es algo muy distinto, estoy segura de que lo que sucede aquí, es que estás embarazado.

Los ojos de Krist se abrieron como canicas, no, él no podía.

ㅡ N-no, yo no puedo tener bebés, soy estéril. Cuando tenía trece años tuve un accidente de auto, y ahí le explicaron a mi madre que no podía tener hijos, me dejaron estéril, tiene que ser un error ㅡ su voz se elevó por los nervios y los temblores en su cuerpo debido a lo mismo.

Cuarenta Y Veinte [ᵖᵉʳᵃʸᵃ] 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora