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ㅡ ¡Mamá por favor! Déjame salir con Oajun y Fiat, anda, ¿si? ㅡ rogaba el menor de rodillas en el suelo frente a su madre, haciendo un tierno puchero.

ㅡ Krist, es el último día de tu abuela con nosotros, deberíamos pasar este día juntos, cielo.

ㅡ Por favor, mamá, llegaré temprano. ¡Es más! Dormiré hoy con la abuela ㅡ dijo y la mujer mayor soltó una risita.

Esta vez no mentía ya que su novio había invitado a su hijo y a Oajun en una especie de cita doble y estaba decidido a hacer cualquier cosa con tal de salir en su cita con Singto. Aunque no le molestaba dormir con su abuela, de hecho le gustaba ya que se sentía como un niño pequeño.

ㅡ Déjalo que vaya con sus amiguitos ㅡ dice la abuela del menor con una sonrisa, le enternecía mucho ver su nieto así, suponía que no suplicaba precisamente por sus amigos, sino por el hombre rubio, el padre de su amigo.

Después de todo los había estado escuchando mientras se decía te quiero entre amorosos besos.

ㅡ ¡Gracias abuela! ㅡ chilló de emoción y se levantó del suelo para después abrazarla y darle besos en las mejillas como agradecimiento ㅡ. Gracias gracias...

La joven madre de Krist solo negaba con la cabeza cruzada de brazos, lo consentía demasiado.

Sin esperar más, tomó su mochila con sus pertenencias y corrió, dando uno que otro saltito de emoción, directo a la casa de enfrente.

Aún había tantas cosas que no sabía de Singto, las cuales al parecer descubriría de poco a poco. Ésta vez estaba conociendo sobre sus aficiones, lo que más le apasiona...

Singto envolvía la delgada cintura de su joven novio con un brazo, con sus ojos mirando cada detalle de los hermosos trazos delicados, abstractos del cuadro frente a ellos. Su rostro se veía lindo para Krist, le gustaba verlo tan concentrado en algo.

ㅡ Tu abuela es una gran mujer ㅡ sonrió suavemente ㅡ, creo que le daré un obsequio antes de que se marche, me hizo un gran favor al dejarte venir.

ㅡ ¿Crees que sospeche algo? ㅡ preguntó bajito pero preocupado.

ㅡ Tranquilo bebé ㅡ besó su mejilla ㅡ, luces muy lindo hoy, ¿sabes? Tu belleza combina a la perfección con el arte de la exhibición que estamos viendo ㅡ lo besó de nuevo, pero ahora en sus labios.

ㅡ La pieza de arte más maravillosa y perfecta que estoy apreciando en este momento, eres tú, Sing ㅡ confesó apenado y tiernamente sonrojado.

ㅡ Gracias por el cumplido, amor ㅡ le besó la frente y le regaló una sonrisa preciosa que hizo a sus piernas temblar ㅡ. ¿Seguimos?

Caminaron hasta otro de los cuadros exhibidos, el lugar estaba cómodamente silencioso, solo podía escucharse el sonido de las suelas de zapatos chocando con el suelo y algunas conversaciones bajitas.

Mientras Singto analizaba la pintura, él no podía dejar de apreciar el rostro de su novio, en verdad creía que era una especie de Dios Griego por lo increíblemente guapo, atractivo y varonil que es. Y entonces una pregunta llegó a su mente, ¿cómo es que, la esposa de Singto pudo engañarlo? Teniendo a un hombre como él, definitivamente es una mujer estúpida.

Y por esa misma razón, ahora que él era su pareja, no iba a dejarlo ir así nada más, sus sentimientos por ese hombre de piel morena era demasiados, tantos que no sabía que existieran o eran reales, de lo que está firmemente seguro es de que lo ama. El efecto que Singto Prachaya tiene sobre él es sublime.

Cuarenta Y Veinte [ᵖᵉʳᵃʸᵃ] 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora