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Una semana había pasado solamente y Krist comenzaba a aburrirse de estar todo el día en la cama de Singto y el sofá, incluso comenzaba a extrañar sus mañanas cansadas en la Universidad.
Pausó el videojuego y dejó descansar el control de la consola nintendo sobre sus muslos cubiertos por un cómodo pantalón de pijama. Miró a su abuela quien se encontraba en el sofá de un lado, tarareando una canción y tejiendo algo que comenzaba a tomar forma de un suetercito en color amarillo pastel.
ㅡ Abuela, tengo hambre ㅡ dijo en un tono infantil y abultando los labios.
ㅡ ¿No esperarás a Fiat para comer juntos, cariño? ㅡ pregunta, mirándolo sobre sus lentes pero sin dejar de tejer con el gancho.
ㅡ ¿De que sirve? Él no come lo mismo que yo, a él no le gustan las verduras, ¡y a mi tampoco! Pero lo mío no es opcional ㅡ se cruzó de brazos, parecía un niño pequeño haciendo un berrinche.
La mujer mayor rió por el comportamiento de su nieto, dejó el tejido sobre la mesita en el centro de la sala y se levantó del sofá.
ㅡ Voy a calentar tu comida, corazón, ¿tomaste tu vitamina de la mañana? ㅡ pregunta mientras camina a la cocina, pasos lentos y seguros.
ㅡ Si abuela, si lo hice ㅡ responde mientras busca su celular debajo de las almohadas del sofá.
Tenía un mensaje de su novio, diciéndole que llegaría temprano de la empresa para pasar más tiempo juntos. Una enorme sonrisa adornó su rostro, lo extrañaba muchísimo y lo más que deseaba era estar entre sus brazos recibiendo besos en las mejillas.
Respondió feliz y con muchos emojis de corazones adornando el corto mensaje de te amo. Levantó la vista cuando la puerta principal de la casa fue abierta, y un joven alegre de cabello teñido de rubio apareció dando saltos.
ㅡ ¡Hola, Krist! ㅡ saludó quitándose la mochila de los hombros y dejándola en el suelo ㅡ. ¿Cómo te sientes?
ㅡ Estoy bien, hambriento, aburrido ㅡ se encogió de hombros viendo a su amigo tomar asiento a su lado ㅡ. ¿Quieres jugar? Gun me prestó su nintendo ㅡ ofreció el control.
ㅡ Nah, está bien ㅡ se recostó en el sofá, usando como grandes almohadas esponjosas los muslos de Krist ㅡ. ¿Y el bebé? ¿mi hermano también está hambriento?
ㅡ Él está muy bien, Fiat ㅡ dice con una risita tímida.
ㅡ Ella, estoy segura de que será una linda mujercita ㅡ habla la abuela Perawat, entrando a la sala con la bandeja con comida para su nieto.
ㅡ Bueno, Singto desea una niña y yo quiero un niño, pero no lo sabremos hasta el momento del parto ㅡ responde Krist.
ㅡ ¿Tendré que esperar por lo que resta del embarazo para saber que hay ahí dentro? Dios, es mucho tiempo ㅡ reprochó Fiat.
ㅡ Fiat por favor, será una bonita sorpresa y muy emocionante, además tu querido padre fue quien lo propuso ㅡ rió.
ㅡ ¡Y tú que lo aceptaste! ㅡ bufó ㅡ. Bueno, espero enterarme antes que ustedes, por lo menos, voy a sobornar a la doctora.
ㅡ Niños, tienen que comer ya antes de que la comida se enfríe. Fiat, preparé algo diferente para ti, tesoro ㅡ la mujer le sonríe con ternura por la escena.
༄
Gun formó un círculo perfecto con sus grueso labios cuando su hermano mayor le mostró el anillo de compromiso que había comprado para Krist. Era de plata, delgadito y con una piedrita en color azul. Sencillamente hermoso.
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Cuarenta Y Veinte [ᵖᵉʳᵃʸᵃ] 𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏
أدب الهواةEl amor entre un hombre próximo a divorciarse de nombre Singto Prachaya y un joven estudiante llamado Krist Perawat _________________________________________________ ☆Historia con contenido Mpreg. ☆Inspirada en "40 y 20" de José José (solo un poco)...