Uy ¿Por qué sonreímos tanto? -Preguntó Dylan casi riendo en lo que se sentaba tras de mi en nuestra primera clase. Sonreí un tanto apenada ya guardando mi celular.
-No es nada. -Murmuré.
-Uh ¿Es un chico? -Preguntó acercándose a mí. Le asentí emocionada. -¡Ángelo! ¿Qué pasó? -Susurró ella haciendo mi sonrisa borrar un poco.
-Ah Ángelo, eh...no, en realidad no es sobre él. Ya lo había olvidado. -Admití yo. Se vio curiosa. Hice una mueca.
-Es sobre...Alec. -Admití. Elevó las cejas.
-Hacía como un mes que no lo mencionabas. -Me dijo ella.
-Ya lo sé, pero, te dije que el sábado nos vimos.
-No, me djiste que el sábado interrumpió tu cita con el chico más guapo de la escuela, golpeó a tu mejor amigo, y tú le lanzaste una jarra de limonada fría. -Me acusó ella haciéndome reír un poco.
-Sé que fue un completo desastre, pero...ya pasó ¿sí?
-¿quieres decir que ese fue su romántico reencuentro? -Preguntó insegura. Me encogí de hombros.
-No exactamente...más bien...ayer fue nuestro...intento de reencuentro. -Le conté. Me vio con interés. -Sólo fuimos por un té, a pesar de que tuvimos problemas al principio...después la pasamos muy bien. Como los tiempos de antes. Habló de su escuela y de la florería, y yo le conté de ti y de la tía Lina, se sintió muy relajado. La pasé bien.
-¿y lo mensajeabas hace un minuto? -Supuso ella. Sonreí un tanto apenada. Le asentí volviendo a sacar el celular, pero Alec aun no me respondía. Hoy habíamos empezado a hablar por mensajes desde las siete de la mañana.
-Se supone que...vamos a estar hablando y viéndonos para decidir si debemos regresar o...no, pero las cosas parecen ir muy bien. -Le dije yo.
-Interesante. -Asintió ella haciéndome reír un poco. También me sonrió y abrió la envoltura de una barra de granola en sus manos.
-¿Por qué no buscamos un chico para ti? -Propuse al darme cuenta de que siempre estábamos hablando de Alec, y nunca de algún chico de ella. Negó antes de dar una mordida a su granola.
-No me meto en esas cosas, los hombres son del diablo. -Dijo ella con la atención en la barra de granola que seguía desempacando para podérsela comer. Reí de eso y ella me sonrió.
-¿no hay nadie de Hawtz que te interese?
-Odio a los chicos de Hawtz. -Dijo ella. Reí un poco.
-Sí, son lo peor. -Admití yo.
-Mm excepto a ese precioso, lo amo. -Cambió de opinión de inmediato al ver a Ángelo entrando al salón riendo de algo con Tod. Sonreí de inmediato.
-Es verdad, siempre te ha gustado Ángelo. -Recordé de inmediato. Ella negó.
-Es sólo una fantasía, tú le gustas a Ángelo. -Aseguró ella.
-No seas ridícula, no le gusto, sólo busca desesperadamente con quien salir.
-Pues ni siquiera en su desesperación me considera. Soy invisible para él, Emi. -Me decía ella. Negué de inmediato. Miré los asientos de atrás otra vez donde Tod ya se había sentado y Ángelo había dejado su mochila. Levanté mi mano en saludo.
-¿Qué haces? -Preguntó Dylan nerviosamente.
-Shh. -Le pedí levantando la mano un poco más alto. Ángelo me miró y sonrió de inmediato al notar que lo saludaba. Empezó camino a nosotras.
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Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)
Teen FictionCon Axel en la universidad, Emi se da el tiempo de conocer a sus compañeros de Hawtz, y se hace más cercana a Alec y su familia. Axel regresa para las fechas festivas. Se esforzará por recuperar el interés de Emi, pero quizás ya es tarde.