Capítulo 13. Que incómodo.

385 55 22
                                    

A la mañana siguiente, después de mi baño, bajé a desayunar, pero fui la primera. Me encontraba ahí sentada cuando Axel se sentó a mi lado. Lo miré extrañada, pues nunca bajaba a nuestro desayuno cuando no tenía clase, prefería dormir hasta tarde.

-Buenos días, linda. -Dijo de una forma seria cuando notó que lo miraba. Había sonado como en forma de advertencia, como si me hubiera dicho "Hoy no quiero pelear contigo."

-Buenos días, Axel. -Dije en su mismo tono en lo que regresaba la vista a mi desayuno.

-Tú...te ves muy linda en tu...uniforme. -Lo escuché decir. Hice una expresión extraña y lo miré.

-¿Qué me vas a pedir? -Le pregunté curiosa de su cumplido. Entonces soltó su tenedor para verme.

-Nada, sólo quiero estar bien...siento que estás molesta conmigo.

-No lo estoy, sólo que no te has dado cuenta porque ni siquiera me volteas a ver. -Aseguré. Hizo una mueca.

-Ha sido una semana ocupada...

-Sí, para todos menos para mí. -Le dije en voz baja en lo que atrapaba una uva con mi tenedor.

-¿No has salido con tu novio? -Me preguntó. Me quedé completamente quieta, no supe que responder a su extraña pregunta. Relacioné las cosas. Él había escuchado a Bluebelle decir que yo tenía novio, y ayer me había visto con Ángelo, y yo no me había negado a nada cuando Eloína aseguró que Ángelo y yo salíamos. Se acababa de formar un nuevo malentendido en mi vida, y sin embargo...miré a Axel.

-Tenemos mucha tarea. -Dije para hacerlo seguir pensando de esa falsa relación. Por algún motivo quería que él pensara que estaba con Ángelo, que tenía un novio nuevo, que no lo extrañaba ni lo necesitaba ¿Por qué tenía esa necesidad de mentirle? Quizás sólo porque me causaba algo de vergüenza que él me hubiera superado tan pronto y ya estuviera con Eloína. Si yo estaba sola él creería que aun...me gustaba o algo así.

Axel ni se mostró sorprendido. Asintió con la vista en su plato mientras entró Richard hablando con Belle. Ambos nos saludaron antes de sentarse en sus lugares. Axel y yo permanecimos en silencio en lo que ellos hablaban de lo extraño que era que Hakon ya no estuviera tanto tiempo en casa.

Después del desayuno, subí a lavarme los dientes. Fui a mi recamara y me volví a cepillar el cabello para ponerle una diadema. Me puse el saco escolar y acomodé mi corbatín frente al espejo. Escuché mi puerta cerrar. Me estremecí y miré a la entrada.

-Axel, me asustaste. -Lo acusé recuperando mi ritmo cardiaco. Él sólo sonrió con algo de diversión y le puso el seguro a la puerta haciéndome confundir. Caminó a mí haciéndome dar un paso atrás asustada por esa sonrisa que me traía recuerdos tan extraños.

-¿Qué estás...? -No pude ni preguntar por lo nervios.

-Nada. -Respondió tranquilamente ya quedando parado frente a mí. Lo miré quieta consiente de que las únicas veces que me había visto de esa forma había sido antes de insinuárseme o incluso besarme.

Él subió sus manos lentamente. Las miré alarmada, pero no me tocó a mí, sólo me acomodó mi corbatín que yo había dejado un poco chueco. Se me aceleró el corazón por su exagerada cercanía.

-Perfecto. -Dijo él en voz baja al ya dejar mi corbatín. Asentí un poco.

-Ah...gracias...-Murmuré intentando retroceder, pero me golpeé con el mueble tras de mí haciéndome sentir muy torpe y acalorada. Axel sonrió pareciendo divertido y satisfecho.

-¿Por qué estás tan cerca...? -Susurré contra mi mueble de tocador y él acorralándome frente a mí. Negó tranquilamente.

-Sólo te ayudo te a estar lista. -Dijo volviendo a subir las manos ahora para acomodarme la diadema en mi cabeza.

Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora