Pasé mis ojos a mi alrededor con discreción. Todos nos miraban. Incluso había dos personas grabando en video. Regresé mi atención a Ángelo que ya me veía menos confiado, incluso había perdido su sonrisa viéndome en espera de una respuesta.
-Claro...-Murmuré lo más convincente que pude haciendo a Ángelo sonreír en lo que tomé las flores sólo para tener algo con que cubrir mi nerviosa expresión. Él las movió un poco para poder besar mis labios. Me estremecí, pero preferí seguir con el beso cerrando mis ojos para no morir de vergüenza viendo a todos los que nos celebraban y bromeaban. Los compañeros de Ángelo lo felicitaron, estudiantes de Hawtz que jamás me habían hablado me sacudían el hombro felicitándome, incluso me abrazaron.
-Pero... -Decía yo alejándome de esas porristas con las que jamás había hablado y ahora parecían muy amigas mías.
-Ah vaya. -Escuché una voz que sí me fue familiar. Quedé paralizada. Como no me di la vuelta, Lucy tuvo que rodearme hasta quedar frente a mí viéndome atentamente. Empecé a temer por el semestre que venía.
-No es tan popular como piensas. -Me dijo en voz baja. -Ni siquiera pudo ser rey del baile de invierno. -Me contó ella. -Disfruta tu momento de fama. -Dijo señalando a nuestro alrededor. -Durará sólo esta semana. -Me dijo ella.
-Ah...creo que...todos saben que eres mejor para Ángelo. -Le dije haciéndola verme con ridiculez.
-Tengo la mira en otro, no necesito a Ángelo. -Aseguró ella. La miré sin saber que decir. Ella me rodeó y al parecer salió del gimnasio. Di un nervioso respiro.
Fui en el auto de Ángelo con dos de sus amigos atrás. Los tres iban de excelente humor hablando y bromeando. Yo estaba muda sólo apretando entre mis manos el ramo de flores nerviosamente.
Llegamos a un restaurante que desafortunadamente yo reconocí de inmediato.
-No puede ser...-Susurré al ver que era el bar del padre de Tod y Billy Crogan. Yo había ido hace meses, y mi recuerdo más grande de este lugar era una canción hablando de besos en la oscuridad, y uno de los mejores besos que había recibido en mi vida.
Comprimí los labios nerviosamente. Debía contarle a Axel de este embrollo en el que me había metido. Él me podría ayudar a terminar este "noviazgo" de alguna forma rápida y aceptable.
-¿has venido aquí? -Me preguntó Ángelo al sostener la puerta para mí.
-Ah...no. -Decidí mentir.
-Es genial, muy acogedor. -Aseguró él en lo que iba entrando tras de mí. Al estar en el bar no pude más que mirar directo a donde hace ya mucho tiempo había estado parada recibiendo el beso de mi mejor amigo. El recuerdo era tan surreal.
-Por aquí. -Me señaló Ángelo incluso poniendo su mano en mi espalda baja haciéndome estremecer.
-Uhm...gracias...-Le dije cuando separó una silla para mí. Me senté en esta mesa de jugadores de basquetbol, incluso estaban Olive, Ariana y Jasmine aquí. Al menos Lucy no había venido. Las tres me dedicaron una mala cara por lo que desvié la atención de inmediato. Me acerqué a Ángelo.
-Creo que debo irme...-Le susurré. Me miró de inmediato.
-¿Por qué? -Preguntó desilusionado.
-Yo...perdona, no me llevo bien con ellos. -Le recordé en voz baja. Me miró confundido. -Mejor...voy a llamar a alguien para que venga por mí. -Le sugerí.
-Quédate a cenar. -Me pidió desanimado.
-Lo siento, Ángelo, no me siento bien. -Le fui honesta. Estaba tan nerviosa y desconcertada que me sentía con nauseas. Me vio ahora preocupado.
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Deseos de Cristal (#3 Saga Cristal)
Genç KurguCon Axel en la universidad, Emi se da el tiempo de conocer a sus compañeros de Hawtz, y se hace más cercana a Alec y su familia. Axel regresa para las fechas festivas. Se esforzará por recuperar el interés de Emi, pero quizás ya es tarde.