Los jadeos brotaban de mi garganta desgarrándola sin pudor. Estaba agotada. Los gritos cesaron al ser brutalmente maltratada y toqueteada por dos hombres repugnantes. La droga que me han dado a ingerir los últimos cuatro días había dejado de hacer efecto desde que abrí los ojos esta mañana. Esto era un verdadero infierno, me dolía todo el cuerpo y la sangre ya rígida estaba impregnada sobre la comisura de mi boca. Coloque mis manos sobre mi abdomen y presione tratando de aliviar el dolor. Todo era tan confuso. Sabia que, aunque tratase de salir de la vida de Harry Styles, llevaría detrás de mi espalda una gran penumbra de recuerdos y un doloroso presente.
Al escuchar la puerta abrirse arrastre mi cuerpo hacia una esquina de la habitación haciéndome pequeña tratando de alejar todo mal que intentase hacerme daño. Una chica apareció con una bandeja de comida dejándola sobre la cama, me hecho una mirada reconfortante y se acercó a mi, mi cuerpo estaba alerta a todo intento de hacerme daño. Estaba asustada.
-Hola-se inclinó a un metro frente a mi-Soy Celine, Lamento mucho todo lo que te esta sucediendo.
La mire analizando sus palabras, ella tenia un gran moretón que rodeaba su ojo y labios rotos.
-No me dejan hablar con nadie-miro hacia la puerta comprobándose de que nadie nos escuche -James planea venir por ti. Sea quien sea que tenga la mercancía no se ha contactado mucho con el.
Baje la vista. Harry no vendría. Fui una verdadera idiota al creer que el vendría a sacarme de esta cartel. ¿Por qué lo haría después de todo?
-Tengo...Tengo mucha sed-mi garganta estaba seca y mi voz apenas era audible. Ella sonrió de lado y se acercó a la bandeja trayendo en manos un vaso de agua. Me lo entrego delicada y al instante bebí todo aquel liquido que contenía aquel vaso desechable. Solté un gemido al sentir el placer de agua potable recorrer mi boca y garganta humedesiendola un poco.
-Gracias-mis ojos se llenaron de lagrimas y ella acaricio mi mejilla.
-Saldrás de esta, Ya veras que si-me sonrió reconfortante y se dispuso a colocarse de pie y marcharse de la habitación, asegurándose de cerrar con candado.
Corrí hasta la bandeja y llene mi boca de los pedazos de pan que ya hacían en un plato de plástico. Saboreando la comida unas lagrimas se escaparon sin previo aviso, dejándose solas pasear por mis mejillas sin invitación.
Me subí dolorosamente a la cama y abrace mis piernas dejando aun lado la comida restante. Harry se había metido en el narcotrafico después de todo. ¿Por qué? ¿Por qué lo hizo? Hay muchísimas preguntas pero no hay ninguna respuesta. Seguramente el disfruta de muchas mujeres esta noche, llenándose de olas de placer cuando, yo estoy aquí pagando todo por el.
Debo odiarlo. Odiarlo que llegase a matarlo con mis propias manos. Matar todos los recuerdos.
Pero no puedo...No puedo hacerlo. Lo sigo amando, eso esta muy claro ahora. Cada vez que recibo un golpe, me imagino que se lo dan a el mas brutalmente. Soy muy masoquista. Prefiero que el dolor me consuma a mi que a el.
Observe mis manos las cuales estaban sucias, todo mi cuerpo estaba sucio mezclado con moretones y heridas tratando de ser cicatrizadas de alguna manera. James...James es un cerdo psicopata. Adictivo a las drogas y ambicioso al dinero. Sin importarles arrastrar y destrozar todo lo que se interponga en su camino. El gano mi odio, un odio que jamás se reduciría por nada en el mundo.
Las sucias palabras que susurraba en mi oído al tocarme, llegaron a mi mente haciéndome sollozar en silencio al sentirme tan vulgar, tan sucia. Las cosas cambiaron tanto. Los recuerdos de los momentos que pase a lado de Harry, de aquel Harry que me llevo de la mano a mi propia perdición. De aquel Harry que me enveneno y me envicio de todo lo que lo complementará.