Narciso memorial

492 47 17
                                        

Al entrar de nuevo al hogar, una sensación de sentirse en paz inundaba el corazón de aquellos pasionales jóvenes.
Los niños corrían por todo el lugar, parece que ya se habían olvidado de aquellas galletas, que hacía unos momentos estaban preparando...
-Hace mucho tiempo que no se ven, ¿cierto?-Dijo la Señorita Pony, mirando a aquellos chicos con cierta complicidad.
-Si- pronunció Candy, agachando su cabeza y en susurro.
-Vayan a sentarse a la sala, nosotras nos encargaremos de las galletas, con los niños. Refuercen ese lazo invisible que los une.- Dijo la misma tocando con delicadeza el hombro izquierdo de Candy, para posteriormente caminar a la cocina junto con los niños y la Hermana Lane.
-Bien pues vamos- dijo Terry, dandole el paso a aquella bella dama que lo tenía hipnotizado.
Este tenía las manos en los bolsillos, tratando de contener eses ganas de tocar la piel de Candy.
-Y, bien, ¿qué tal va el teatro?, he escuchado que te ha ido muy bien, por giras en todas partes- dijo Candy mirando fijamente a la chimenea que tenía al frente de si.
-Si, parece que todo va bien, aún que hace tiempo que no recibo ningún llamado. Supongo que los nuevos actores de la compañía son bastante buenos.- Dijo Terry agachando la cabeza.
Candy en ese preciso momento volteo a ver a su dulce Terry- O tal vez el productor no ha encontrado ningún papel que tu gran talento pueda llenar- dijo Candy como si sus pensamientos hubieran hablado...
Terry alzo la mirada sorprendido al escuchar aquellas palabras. Sus ojos al conectarse produjeron un vívido color rosa en las mejillas de ambos...
-Candy, se que desde que nos separamos, ambos nos prometimos ser felices sin importar lo que pasara. Pero yo sabía bien que no sería capaz de cumplir aquellas promesa. Y me hundí en la bebida. Sin importar nada ni nadie, yo...-
-Lo se Terry, esa vez en Rockstone, verte así...-
-Espera Candy, acaso tú estuviste en Rockstone- Dijo Terry, pensando qué tal vez ese día donde creyó haber visto a Candy, en realidad si había pasado...
-Si estuve ahí, pero no podía acercarme. No por la promesa que le había hecho a Susana de no verte nunca más. De haber sido así Terry no hubiera podido separarme de tus brazos y...-
-Sin acercarte hiciste un cambio en mí Candy. Si, yo sabía que estabas ahí, que no era solo producto del alcohol, no eras una alucinación...-
-Después de ese día, deje de preocuparme tanto por ti. Sabía que con el tiempo regresarías a lo que es tu destino...-
-Mmm, destino- dijo Terry- tienes razón Candy, el teatro es mi destino, me hace sentir tan vivo. Es un cúmulo de emociones...-
Candy recordó aquella vez en Escocia, donde Terry le hablo por primera vez de esa apasionada pasión por la actuación. Ese día se dió cuenta de lo especial que era para él.
- Y Susana, cuando murió yo...- dijo Candy tratando de evitar que lágrimas salieran de sus ojos...
-Si, pasó a un mundo mejor. Sin duda estará mejor, sin ataduras, sin tener que estar alado de una planta sin sentimientos que solo pagaba la cuota del hospital y otras comodidades.- dijo Terry.
-Recuerdo que recé para que encontrara la paz y descanso. Era muy hermosa...
Terry se quedo callado ante aquellas palabras. Aun que pareciera loco había agarrado cierto afecto a Susana, aun que nunca sería como los sentimientos que Candy le evocaba, compararlos sería absurdo.
-Candy sobre esa carta, o más bien nota. Trate de ser lo más sincero que pude ante mis sentimientos. Y reiteró nada ha cambiado. Y nada nunca cambiará...- dijo este hundiendo la mirada en el piso. Mientras sus brazos se apoyaban en sus piernas, uniendo estas.
El ruido de el choque de la madera que producía chispas, hacía que el ambiente no se volviera tenso o abrumador...
Candy no sabía que decir ante esto, solo miraba el perfil de Terry como hacía un momento. Veía como aquellos tonos rojizos se apoderaban de la imagen de toda la estancia.
- Terry..., aquella nota sin duda volvió mi vida patas para arriba...- dijo riendo ligeramente- pero siendo sincera, creo que aún que la circunstancia era muy complicada. Yo siempre iba a amarte. Algo como lo que vivimos y sentimos, no creo que pueda encontrarse a la vuelta de la esquina.
Terry por fin quitó su mirada del piso, para mirar a Candy, esta se encontraba tan hermosa envuelta en aquellos colores pero a la vez cegada por aquella oscuridad...
- La forma en que nos conocimos fue sumamente especial, no lo crees Candy. En aquel barco donde la bruma cegaba todo, menos tus bellas pecas- dijo este riendo para sus adentros.- Sabes, esa vez salvaste mi vida, de haber pasado unos minutos más el mar hubiese sido parte de mi destino. Pero me tenia algo mejor, el conocer a una monita. Que por las noches volaba por el colegio, con su lazo de sábanas. Y que corría por el patio sin fijase si podía caer sobre alguien. O que se escapaba del colegio para ir al zoológico.-
-El destino, mmm, no me queda duda que es así, quien me hubiera dicho que conocería a un granuja engreído , noble inglés de titulo, pero un rebelde nato de corazón...- dijo Candy embozando una bella y sutil sonrisa.
Terry rio ligeramente.
-Aún que el destino nos ha sido muy fiel y bueno, no siempre fue así...Aquella vez que tuvimos que separar nuestros caminos, con la esperanza de encontrarnos un día. Aun me imagino el que hubiera pasado si nada de eso hubiera pasado. Sin duda hubiera podido seguir guiñándote y coqueteándole en los pasillos del colegio, riéndome de tus rojas mejillas- dijo Terry cerrando los ojos como si esas imágenes regresaran a su mente de nuevo.
- Ey basta, se que en estos momentos estás recordando aquellas imágenes, pero estoy segura que si un chico apuesto y galante te guiña los ojos de esa manera tú...
-Espera has dicho que soy apuesto... no puedo creerlo...- dijo Terry riendo enérgicamente.
-He dicho que pares- dijo Candy riendo por igual y empujándolo con ambas manos posadas en el pecho del joven.
Este la tomó de las muñecas y lo atrajo contra su cuerpo. Sus respiraciones empezaban a chocar, ambos podían sentir los latidos del otro. Estos se sincronizaban haciendo música...
-Dejarías que esté apuesto noble, que hacia un tiempo llamaste granuja, sea preso una vez más de tus lindos labios y no ser condenado por eso...
El ambiente se había envuelto en una bruma de calor que podía sentirse de pies a cabeza, toques de calor no dejaban de emerger de la respiración de Terry...

********************************************
Nuevos capítulos todos los domingos.

Hola hermosas y hermosos lectores, ya casi soy libre y esta historia también ya casi es libre... En fin espero que les guste mucho este capítulo. Si es así comenten y compartan y voten.
Pero sobre todo disfruten de cada palabra de la lectura...
~Chanty <3

Olor a Narcisos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora