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"Sabemos que el amor puede hacernos unos tontos, pero... ¿Qué hay que hacer para que alguien se de cuenta del tipo de persona que esta amando?"

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WooJin iba camino a las gradas.

Veía a todos lados en busca de su chico, pero no había rastro de él.

Esperaba con ansias poder verlo. No pensaba hablarle, estaba satisfecho solo con poder verlo desde la distancia sin que este supiera. 

Amaba verlo sonreír, escuchar su suave risa cuando pasaba a su lado, apreciar esos hermosos ojos color miel que brillaban cuando la felicidad lo inundaba y sus pequeños y finos labios que siempre se mantenían húmedos.

WooJin daría su riñón por poder probar aquellos labios que lo traían con la cordura por el piso.

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Diviso a su amigo sentado en las gradas, con la vista perdida en los estudiantes que pasaban por allí.

Se acerco a él lo suficiente para que pudiera verlo, y así fue.

MinHo le sonrió y tomo su mochila para empezar a acercarse al menor con los brazos extendidos listo para fundirlo en un cálido abrazo de amigos.

A WooJin le encantaba permanecer al lado de MinHo, estar cerca de él, siempre lo hacia sentir bien y si estaba triste, sabia como hacer para sacarle hasta la más mínima sonrisa. 

Fue un abrazo de varios minutos, en donde WooJin aspiraba el dulce aroma que desprendía del cuerpo del mayor.

MinHo tenia un olor corporal muy dulce, que hasta WooJin no podía resistirse, a veces le gustaba estar cerca del mayor para poder oler aquella fragancia que caracterizaba a su amigo y este era el caso.

Y MinHo discretamente olía el aroma del cabello del castaño, una fragancia exquisita que le daban ganas de quedarse en esa posición todo el día, aferrado al delicado cuerpo del castaño.

Nada es para siempre, ¿verdad?

(...)

La odiosa campana retumba en los oídos de los estudiantes, anunciando el comienzo de la primera clase.

Ambos amigos acuerdan encontrarse en la cafetería en el receso, para después cada quien se dirija hacia su clase.

Como se ha mencionado antes, WooJin es considerado extremadamente atractivo para aquellos adolescentes y jóvenes que tuvieran la oportunidad de verlo.

Por este motivo, era muy común que WooJin sintiera la mirada de muchos estudiantes sobre él, algún que otro comentario obsceno y varios chiflidos de parte de los de penúltimo y último año, estos últimos eran los más detestables.

WooJin caminaba por los pasillos hasta llegar a su salón, tratando de ignorar las miradas y comentarios de varios estudiantes. Se le hacia costumbre aunque quería evitarlo y podía sabiendo que podría hablarlo con algún profesor o hasta con el director o hablar él mismo, pero prefería esperar a que con el tiempo, se cansaran y dejaran de molestarlo.

(...)

Una vez entro, no vio al profesor pero si a casi todos sus compañeros desordenados por todo el salón, haciendo mucho escándalo.

Todos se percatan de su llegada, algunos se acercan a saludarlos personalmente y otros le dan grandes sonrisas desde sus lugares.

WooJin no tenia amigos dentro de su salón pero no se llevaba mal con ninguno tampoco. No quería tener muchos amigos tampoco, no sabia con exactitud el porque, pero no le agradaba la idea de estar rodeado de tantos "amigos".

WooJin se dirigió a uno de los últimos pupitres disponibles en el fondo. Dejo su mochila a un costado mientras se sienta y toma su teléfono, para empezar a hacer tiempo hasta que el profesor llegara.

No paso mucho para que la puerta sea nuevamente abierta. El profesor había llegado y fue cuando todos volvieron a sus lugares y el salón quedo en completo silencio.

La clase había iniciado, WooJin no le daba mucha atención a las palabras de su profesor. Estaba demasiado ansioso, quería que ya tocara la campana del receso, no solo para ver a su amigo, mas bien, para poder ver a su chico que no había visto desde que llego.

¿Realmente es lo que quieres?

-

Y bien la campana sonó nuevamente, los alumnos se despidieron de su profesor a excepción de algunos que se quedaron por andar molestando durante la clase.

WooJin fue uno de los primeros en salir, dirigiéndose directamente hacia la cafetería.

Busco con la mirada a su amigo entre las mesas que ya estaban ocupadas, hasta ver la cabellera de su amigo al fondo, sentado solo mientras devoraba su almuerzo.

Fue hacia él, sentándose a su lado. Este al notarlo, lo mira y WooJin no puede evitar carcajear al ver alrededor de los labios del mayor, lleno de mayonesa y migajas de pan.

Una imagen bastante tierna, más con aquella mirada de niño sonriente.

- Eres un desastre para comer, hyung - tomo una servilletas del montón que había sobre la mesa y comienza a limpiar la zona manchada mientras este reía levemente por aquel tacto.

WooJin se podía considerar una de las personas mas despistadas que podrías conocer, no se percataba de las cosas que pasaban a su alrededor.

MinHo miraba al menor mientras este se concentraba en no dejar rastro de comida alrededor de sus labios. Cualquiera sabría que la mirada de MinHo dejaba mucho que pensar, no cualquiera miraria a alguien como MinHo miraba a WooJin.

Pero WooJin no se daba cuentas a pesar de lo obvio que podría ser su amigo con su mirada, palabras y los infinitos abrazos y besos que le daba en su rostro, descartando labios y alrededor de ellos.

WooJin, WooJin, WooJin... Tal vez deberías prestar más atención a los que te rodean , ¿no crees?

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Toxic - Woochang | ChangwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora