JENNA
El entusiasmo invadió mi ser, por fin tomaría una clase de piano junto a Jayden. Decidí preparar unas galletas para expresarle lo agradecida que me sentía al poder tener su apoyo siempre.
Nos dirigimos con Giovanni a la casa de Jayden y realmente me quedé sorprendida con lo lujosa que podría resultar. Tenía miedo de tocar algo y romperlo al instante considerando lo torpe que soy. Finalmente entré a la sala de música y saludé a Jayden.
Se encontraba realmente bien, fui a sentarme a su lado porque sentía la necesidad de observarlo más de cerca. Él me observaba fijamente que me hacía actuar torpemente. Al pedirme que colocara mis manos sobre las suyas, me sentí un tanto inquieta, pero lo hice. Observé con detenimiento su atractivo rostro, de repente él aparto su mirada del piano y comenzó a mirarme. Creí que iba a besarme, realmente no me sentía preparada para recibir tantas emociones en un solo día. Traté de relajarme con la excusa de que tenía que irme, pero Jayden lo impidió.
Siempre me he considerado una persona con mala suerte, pero esa tarde se hizo evidente al no poder cortar el pedazo de carne de la manera correcta. Mis mejillas se ruborizaron un poco, pero se vio recompensando al escuchar las risas de Jayden, aquel sonido tan común, sonaba como una perfecta melodía jamás creada.
Después de nuestra conversación sarcástica, él mencionó que lo había contagiado de una manera diferente y aunque no entendía a lo que se refería específicamente, en ese momento me sentí especial en la vida de Jayden, pero a la vez, el nerviosismo se hizo presente e invadió el autocontrol que había logrado mantener con su presencia.
Mentí diciendo que tenía que ayudar a mi hermana con sus tareas y lo había olvidado por completo, Jayden lo entendió y se despidió de mí con una cálida sonrisa.
Salí de la espectacular casa, mientras buscaba a Giovanni. Durante el trayecto a casa, no dejó de mencionar lo feliz que se sentía de que Jayden había empezado a realizar muchas actividades que nunca había hecho.
–Es muy bueno en la cocina Jenna, debería probar alguno de sus platillos. –Concluyó entre risas, pero a la vez con una muestra de satisfacción.
–Es Jayden Miller, ¿Hay algo que no pueda hacer bien? –Seguí con la picardía del momento.
–Probablemente, lo que no hace bien, sea confesar sus sentimientos. –Contrapuso Giovanni.
–Él sabrá cuando sea el momento adecuado. –Me limité a decir.
Al llegar a casa, mi hermana Grace, empezó a cuestionarme sobre un tema en particular.
–¿Así que eres novia de Jayden Miller? –Mencionó mientras me perseguía a mi habitación.
–¿¡QUÉ?! –La miré rápidamente.
–No te hagas la desentendida, he visto como por la ventana como él viene a dejarte a casa. ¿Por qué no me lo has dicho? –Cuestionó molesta.
–No es mi novio, Grace. Solamente es uno de mis amigos.
Después de su enojo, le explique cómo había conocido a Jayden, omitiendo ciertos detalles que era mejor no revelarlos. Pero había olvidado cómo es que Grace lo conocía, a lo que ella contestó:
–Ay Jenna, ¿Cómo no conocerlo? Sigo a la página de tu Universidad y allí se comentan las noticias más relevantes, Jayden es muy popular allí y tienes mucha suerte de que sea tu compañero y tu "amigo" ¿Cuándo lo invitas a cenar? Quiero conocer a mi futuro cuñado.
No pude evitar reírme con las ocurrencias de Grace, pero traté de evadir sus preguntas. Durante el fin de semana no podía dejar de pensar en el proyecto, pero sobre todo en que estaría más tiempo con Jayden, lo cual me hacía sentir bien, a pesar de todo.
En la madrugada del lunes, mi padre me llevó a la Universidad. Tendríamos que reunirnos muy temprano con el maestro Wilson. Me dirigí al lugar indicado y me sorprendí mucho ver allí a Eithan, no sabía que él estaría esperándonos.
–Hola Eithan, ¿Qué haces por aquí? –Lo cuestioné.
–Hola Jenna. El maestro Wilson me ha pedido que colabore con el proyecto, al parecer eran tres integrantes. Y bueno, aquí me encuentro. – Comentó con una pequeña risita.
A los pocos minutos, llegó Jayden junto con el maestro, se lo veía contento, pero al ver a Eithan que se encontraba junto a mí, su rostro cambió y su expresión se volvió seria. El maestro mencionó que Eithan era un nuevo integrante al proyecto y podía notar el disgusto que Jayden sentía. Entramos al salón, siguiendo las instrucciones del maestro. Al parecer, ya se encontraban los compañeros de otros cursos y a cada grupo le darían un área asignada para comenzar con el trabajo.
–Alguno de ustedes, podría prestarme un lápiz, por favor. –Me dirigí a Jayden y Eithan.
–Ten. –Contestaron al unísono. Ambos se miraron un tanto disgustados mientras me ofrecían el lápiz.
Al estar en una complicada indecisión, tomé ambos lápices, a pesar de lo absurdo que podía resultar. Durante la mañana, notaba que, de alguna manera Jayden y Eithan se encontraban compitiendo entre sí. Si me encontraba con Eithan, Jayden se acercaba e interrumpía la conversación y viceversa, sin duda me encontraba en una situación difícil y no entendía muy bien lo que ambos estaban logrando con hacer eso.
–Jenna, puedes sentarte junto a mí. –Me ofreció Eithan.
–Y si no quiere sentarse, ¿La obligarás a hacerlo? –Le cuestionó Jayden molesto.
–¿Acaso tú te llamas Jenna? –Contrapuso Eithan.
–Podemos continuar con el trabajo. –Mencioné un tanto estresada.
A la hora del receso, Jayden se ofreció a comprarnos el almuerzo, pero fue cuestionado por Eithan el cual también quería ir y comprarme lo solicitado. A la final, tuve que ir yo porque ya me encontraba cansada con sus actos de inmadurez. Así pasaron las horas, ambos destacaban sus indiferencias y se encontraban discutiendo sin una razón justificable, me sentía incómoda de solo pensar lo que tendría que pasar durante las semanas que conllevara el proyecto. Para minimizar los altercados, decidí convivir con cada uno de ellos.
El trabajo resultaba eficiente a lo largo de las cuatro semanas y finalmente estaba por terminar. Los tres mantuvimos una charla más civilizada durante el último día, pero Eithan comenzó con un nuevo tema.
–Jenna, ¿Aceptas tener una cita conmigo? –Se dirigió hacia mí y pude sentir la tensión del momento.
–No lo creo Eithan. –Contesté apenada.
–Lo siento Jenna, no quise decir una "cita" como tal, más bien una salida de amigos. –Dijo Eithan tratando de convencerme.
–Ya la escuchaste, dijo que no. –Mencionó Jayden mientras leía uno de sus libros.
–Bueno Jenna, avísame cuando te animes, porque al parecer alguien que NO es JENNA responde por ti. –Dijo Eithan y salió del salón, dejándonos a mí y a Jayden solos. A pesar de su ausencia, él seguía molesto con una expresión impasible.
–Jayden, puedo preguntarte, ¿Por qué estás molesto? –Le cuestioné con cierto temor, pero muy decidida.
–Porque estoy celoso. –Expresó mientras me miraba.
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Hola queridos lectores, he vuelto después de mucho tiempo, reconozco mi ausencia, por eso quiero agradecerte si sigues continuando tu lectura con esta historia :)
Al fin alguien admite que está celoso 7u7 ¿Cómo creen qué terminará esto? jaja
Y Grace cuestionando a su hermana, ¿Sus hermanos/as menores también son así? :')
En fin, espero que hayan disfrutado de este capítulo que va dedicado para todos ustedes.
Cuídense muuuucho, los quiere Cherry
Cambio y fuera <3
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Tú en mí
RomanceJenna Dosher es una joven universitaria de 18 años que debe enfrentarse a un cambio en su vida y en su forma de ver al mundo, tras conocer a Jayden Miller, un muchacho con un carácter indiferente que busca encontrar el verdadero sentido de su vida a...