La realidad que nos une || Trueno || 2da Parte De •Distintas Realidades•

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Vi por el celular que ya estaba cerca así que le mande un wsp avisándole, cinco minutos después llegue, le pagué al chófer y bajé.

Caminé hasta la puerta, aún no me respondía, me suponía que ya estaría afuera, pero no, saque el celular y la llamé, otra vez no respondía y eso ya me estaba poniendo de mal humor.

Me acerqué a la puerta que tenía una pequeña ventana de vidrio, me apoye a mirar pero no se veía nada.

La volví a llamar y a los tres tonos al fin contestó.

—donde estás?—pregunte directo

—en el estudio amor, ya llegaste?—pregunta y suspiró

—sí, te mandé avisándote, porque no salís?

—ahí sale una compañera que ya se va, te va hacer entrar, me falta un poco y nos vamos amor—suspire

—bueno dale—afloje bastante, amo verla bailar y estos dos meses la vi muy poco así que cada vez que tenía la oportunidad la oprovecho a full

—ahí sale amor—dijo cortando la llamada.

Guarde el celular en el bolsillo y me separé un poco de la puerta esperando a la persona que salía, no tardó nada en salir, una pelirroja media petisa con ropa bastante grande para su cuerpo, se hizo presente y me sonrío.

—hola—dijo acercándose a dejar un beso en mi mejilla.

—hola—le devolví la sonrisa

—pasa pasa—se hizo a un lado y entré, era total silencio y se me hizo raro ya que si Kimi está bailando se tendría que escuchar la música—Kimi está en la segunda puerta de ese pasillo, te está esperando—sonrío teniendo la puerta.

—gracias—contesté

—no, de nada, pasa tranqui, me voy cuídense—hablo amablemente y me saludo moviendo la mano para después darse vuelta y salir.

Caminé por el pasillo hasta la segunda puerta mientras observaba al rededor lo inmenso que es este lugar.

La puerta estaba apenas apoyada así que la empuje un poco con una enorme sonrisa al saber que ahí estaba ella que hace tres días que no la veo y moría de ganas de abrazarla, besarla y cargosearla como siempre que estamos juntos.

Pero la sonrisa se me borró cuando entre y no había nadie, el silencio es terrible y me ponía nervioso, la luz super blanca, es un espacio enorme con dos paredes de espejo y dos blancas.

—Kimi—hable pero no obtuve respuesta.

Suspiré sacando mi celular para llamarla pero escuché su voz.

—amor sentate en la silla que está ahí que me terminó de cambiar y salgo—su grito retumbó en todo el lugar

—necesitas ayuda?—pregunte sonríendo y escuché como se ríe

—dale tonto, esperame ahí que ya salgo—contesto

Suspiré quejándome pero le hice caso y me senté, saque el celular para boludear un rato haciendo tiempo, la conozco así que sabía que iba a tardar.

Pero segundos después vi como las luces se bajaban a mi al rededor y una melodía comenzaba a sonar, así que levante la vista y la busque hasta que la vi, salía de una pequeña puerta en la otra punta del salón.

Por inercia sonreí aunque ella no me estaba mirando, se acercó al medio del salón con la cabeza baja.

La voz de alguien muy conocido se escuchó rapear y al mismo tiempo ella empezó a bailar, instantáneamente la piel se me erizó.