•Kimey•
Había llegó el día, no lo quería ni podía estirar más, había hablado con mis padres sobre mi relación con Mateo, los senté a los dos y les conté que lo volví a cruzar, nos dimos cuenta que nunca dejamos de amarnos y decidimos volver a intentarlo.
El miedo a que lo rechacen como había pasado, me carcomía la cabeza, tenía muy en claro que sí esa era sus reacciones mucha importancia no les iba a dar, por qué entendí que yo manejo mi vida y decido por mí, al final yo soy la que va a vivir infeliz por complacer a los demás y eso no lo iba a volver a permitir.
Pero por suerte desde que papá enfermó y tuvimos esa conversación, todo mejoró muchísimo, ellos se lo tomaron muy bien, más mi padre como siempre, a mi madre mucho no le gustó la idea que me haya separado de Ulises, lo quiere mucho y ahora que ya esté con Mateo le hacía ruido, pero dijo que ya estaba grande y que si era amor del bueno y me hacía bien y feliz, lo aceptaba.
Fue un abrazo al alma sentir el apoyo de ellos, así tendría que haber sido siempre pero bueno nadie nace sabiendo como actuar, todos aprendemos en el camino a través de golpes y así vas mejorando como persona.
Después de esa conversación decidimos entre los tres hacer una cena para que conozcan mejor a Mateo y claro presentarlo como mi novio oficialmente, mis padre en eso son correctos y tienen una crianza diferente.
Le comenté a Mateo que a lo primero lo dudo pero al contarle lo que habíamos hablado, aceptó con gusto.
Los días pasaron y al fin llegó el momento, estamos acá, los cinco sentados en la misma mesa, cenando en paz.
Le había pedido a Lidia que sea parte de esto, ella es una persona muy importante en mi vida y no podía faltar en este momento.
—así que sacaste un disco?—pregunto mi papá
—sí, un disco con diez temas, el primero de mi carrera—contesta Mateo sonríendo orgulloso de lo que hace al igual que yo.
—los escuché, no soy de escuchar ese tipo de música pero me parece una genialidad que una persona tenga la capacidad de poder escribir y llegar a crear canciones—Mateo sonríe asintiendo
—me parece muy piola que los haya escuchado, yo pienso que todos tenemos la capacidad necesaria para hacer todo eso que nos llena, que nos hace bien, es cuestión de encontrar eso y llevarlo a cabo—contesta Mateo
—si, tenés razón, es cuestión de hacer trabajar esto—contesta mi mamá tocándose la cabeza
—y esto también—Mateo apoya la mano en el pecho—sí haces algo que no te motiva, no te llena, no te hace bien, es como que vivís infeliz toda tu vida, eso sí es un bajón—termina de hablar y sonrío porque juro que amo a ese hombre como a nadie.
—y vos sos feliz con lo que haces?—pregunta mi papá sonríendo
—mas vale que soy feliz, estoy cumpliendo mi sueño, lo que siempre quise desde wachin, la pelie desde que tengo memoria, amo lo que hago y espero hacerlo toda la vida—contesta Mateo
—y vos hija?—me pregunta y me río
—que te parece? Siempre soñé bailar, soy muy feliz con lo que hago, con lo que tengo—miro a los cuatro—no necesito más nada—sonrío sintiendo la mano de Mateo en mi muslo.
—voy aprovechar este momento para disculparme, principalmente con vos mi amor—dice mi mamá mirándome—con vos también—lo mira a Mateo—sé que actúe mal, juzgue sin conocer, no te apoye en el momento que más me necesitabas y es algo que hasta el día de hoy no me lo perdonó—niego
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La realidad que nos une || Trueno || 2da Parte De •Distintas Realidades•
Roman pour Adolescents-para no te vayas-agarre su brazo y la di vuelta hacia mí. Conectamos miradas y esa sensación se hizo presente nuevamente, todo a mi al rededor desapareció, estábamos teniendo una conversación profunda donde no hacían falta palabras y los dos lo sab...