Así, Murao nos contó todo sobre Tanaka-sensei y cómo habían puesto en peligro su carrera. Yuri y yo escuchamos con paciencia y sin juzgar, pues, para eso están las amigas. Cuando terminó nuestra charla me dispuse a caminar a casa. Fue un día agotador, primero ya estaba ansiosa por el asunto de Kou, y luego la llamada de dirección. Lo único que quiero hacer ahora mismo es llegar a mi hogar y tirarme en mi mullida cama.
A pesar de eso, mis pensamientos siguen atormentándome. Bueno, listo, ya lo he decidido: voy a tratar a Kou de igual manera que venía haciendo hasta ahora. Creo que será lo mejor, ya que si opto por evitarlo será demasiado incómodo, es decir, es cierto que los representantes del comité de estudiantes somos nosotros, sin mencionar que tenemos el mismo grupo de amigos. Aunque, no puedo negar que la razón por la que no quiero evitarlo es porque lo echaría mucho de menos.
Paro ante un semáforo en rojo y observo el escenario. Hay mucha gente en la calle, puedo ver a un grupo de adolescentes marchando a la par, parece que una chica pelirroja y bajita dijo algo vergonzoso, pues todos excepto ella sueltan una carcajada y el chico que está a su lado le da algunas palmaditas en su hombro, mientras ella se cubre sus mejillas con ambas manos para ocultar su sonrojo. Sonrío ante tal escena, pues me recuerda a Kou y a mí. Todo me recuerda a él.
También me detengo a observar el cielo y a las estrellas que lo componen. Son exactamente las mismas que vi la última vez que miré detenidamente hacia arriba, pero ahora todo parece distinto. Es extraño cómo las cosas pueden seguir estando en el mismo lugar, pero al mismo tiempo nada se siente igual. Aspiro con la nariz para oler el aire y siento el viento despeinar mi cabello. Si tan sólo siempre pudiera estar así de relajada...
Es algo que me gusta, hacer esto. De alguna manera, cuando miro el cielo y a los astros, siento que todo es mucho más simple de lo que parece. Comparo el tamaño de mis problemas con el tamaño del universo y comienzo a entrar en un estado de sosiego. Me pregunto si Kou estará mirando las estrellas ahora mismo, como yo... él también disfruta de momentos como este.
De repente un camión hace sonar su bocina rompiendo la tranquilidad y llevándome de vuelta a la realidad. Suspiro y sigo con mi camino.
Desde el momento en que pongo un pie en mi casa corro hacia mi cama, y como había planeado antes me tiro en ella lista para dormir. Mi último pensamiento antes de caer rendida ante el sueño es dirigido a cierto chico de cabello negro que se dedica a volverme loca.
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— Atención por favor. ¿Dónde se encuentran los representantes del comité de estudiantes? Se requiere su presencia inmediata en el aula 2B.¿Eh? Creí que nuestras tareas del día ya estaban acabadas. Miro a Kou con ojos expectantes, y en respuesta me dirige una mirada con la misma incertidumbre que yo. Se encoge de hombros y acto seguido me indica con una seña con la cabeza que sigamos al profesor que nos llamó. Asiento y voy tras él.
Puedo sentir las miradas de los alumnos que platican en los grandes pasillos. Aunque no duran demasiado, solamente posan sus pupilas en nosotros para seguir con sus rutinas. Probablemente piensan que nos hemos metido en problemas.
Kou está calmado, es decir, nada fuera de lo normal, su tranquilidad habitual. Es algo que llega a desesperarme a veces. Sentir que soy la única con el corazón latiendo a mil cada vez que él se encuentra cerca. Ni siquiera es necesario que estemos al lado para que mi cuerpo reaccione de esa manera. Este comportamiento que provoca en mí muchas veces hace que Kou lo note y se preocupe. Entonces, generalmente me pregunta si me pasa algo, a lo que yo respondo que no, que es solo que tengo hambre o que estoy cansada. En ese momento se ríe de mí y suelta ese tan conocido, pero cariñoso "Baka", y luego golpea mi frente con sus dedos. Incluso anhelo esa forma tan suya de tocarme, porque, aunque sea un golpecito, puedo sentir su piel rozarse con la mía. Sería tan hermoso poder sentir su tacto porque me abrace, o me tome la mano o porque junte sus labios con los míos. Cuando pienso en el beso que compartimos hace unos días me pongo roja como un tomate y siento que me cuesta respirar. Ese es el efecto que Kou causa en mí.
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Ao Haru Ride: la distancia entre nosotros
FanfictionEsta es la historia de Ao Haru Ride, comienza inmediatamente después del capítulo 26 del manga. Los personajes no son míos, sino de Io Sakisaka, pero igualmente amo a Kou y Futaba. Es recomendable leer el manga para entender, ya que hay varias situ...