P.O.V Futaba
Me despierto con la espléndida sensación de una suave brisa acariciando mi rostro. Abro un poco mis ojos y bostezo.
Verde.
Es todo lo que veo. Verde.
Me incorporo alarmada, ahora con los ojos bien abiertos, y contemplo mi alrededor. ¿Árboles? ¿Qué rayos?
Me apoyo en mis manos para ponerme de pie, pero en cuanto hago un poco de fuerza con mi pie izquierdo siento un terrible dolor que hace que surja un quejido de mi garganta.
— Oye, oye, ten cuidado.
En el momento en que escucho a Kou vuelve todo a mi mente. Cierto. Nos perdimos en el bosque y me lastimé el tobillo. Aunque el último recuerdo de cuando estaba conciente que tengo es estar por dormirme mientras Kou me cargaba.
Frunzo el ceño y me froto los ojos con cansancio para admirar el paisaje. Escucho a mi compañero reírse a mi lado, probablemente por mi estado somnoliento, pero estoy demasiado cansada como para que me importe.
Palpo el pasto con mis manos, preguntándome qué hacemos aquí.
— Por fin te despiertas, ¿eh? — dice Kou acercándose a mí — déjame ver tu venda.
Me cuesta un poco entender a qué se refiere al principio, pero luego entiendo que me habla del vendaje de mi pie. Asiento y procedo a tomar con cuidado mi pierna para colocarla lentamente en un sitio en el cual ambos podamos examinar bien la tela.
Hago una mueca al ver el relieve de una parte de mi tobillo, pero la "venda" (si es que así se puede llamar a un pedazo de tela) se encuentra bien.
Kou se toma un poco más de tiempo para asegurarse de aquello. Me coge la pierna desnuda, pues tengo puestos unos shorts, y con sus dos manos la voltea un tanto hacia la derecha y luego hacia la izquierda.
Cuando realiza el segundo movimiento provoca que me duela la herida, por lo que intento controlarme, mordiendo mi labio inferior, pero igualmente me es imposible no dejar escapar un pequeño gemido de dolor.
Kou despega sus ojos de mi tobillo para posarlos en los míos, sin dejar de sostener mi pierna.
— Lo siento — murmura y acto seguido acaricia con delicadeza mi piel.
Contengo la respiración, tratando de ignorar el hecho de que me resulta más difícil desviar la atención de sus manos que del dolor.
— Bien. Creo que no es necesario arreglar nada — constata finalmente.
Separa sus dedos de mi pierna y yo gruño internamente. Miro en su dirección y entonces me parece ver algo de colores detrás suyo. Confundida, me inclino hacia el costado y consigo ver mi ropa tirada en el pasto al sol.
— Kou... ¿Cuánto tiempo estuve dormida? — pregunto dudosa.
Reflexiona sobre ello por un momento y habla:
— Por alrededor de una hora.
Abro mis ojos como platos ¿Una hora? Creí que había sido la mitad de ese tiempo. Mierda, debí haber sido una gran carga para él. Obviamente no aguantó más mi peso y paró a descansar aquí. Que vergüenza...
— He decidido parar porque pensé que sería conveniente secar tu ropa — comenta mientras arranca el pasto, distraído —. Si no llegamos a encontrar a los demás para la noche tendremos que acampar aquí nosotros y sería bueno que cada uno esté al menos un poco abrigado.
— Ya veo, sabia elección.
De modo que esa es la razón de mi ropa allí tirada. Bajo la vista a mis manos para inspeccionar mi conjunto. Yo estoy bien de esta manera, pero Kou no tiene remera. Kou no tiene remera... ¡Me había olvidado completamente de eso! Me convierto en un tomate cuando echo una rápida mirada a su torso. No sé cómo pude estar tan tranquila al respecto momentos antes, seguramente fue por lo cansada que estaba. De veras no sabía cuanto sueño tenía hasta que me encontré relajada en los brazos de Kou. Intenté con todas mis fuerzas no dormirme, pero me sentía demasiado cómoda, y luego del incidente del río, la verdad es que me hacía falta una hora de descanso.
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Ao Haru Ride: la distancia entre nosotros
FanficEsta es la historia de Ao Haru Ride, comienza inmediatamente después del capítulo 26 del manga. Los personajes no son míos, sino de Io Sakisaka, pero igualmente amo a Kou y Futaba. Es recomendable leer el manga para entender, ya que hay varias situ...