Capítulo 11

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— ¡PUNTO!

Todos los espectadores se paran y se escuchan sus gritos y festejos. Sí, llegó el festival deportivo. Estamos con Yuri y Murao viendo el partido de vóley femenino de nuestra clase. Como a nosotras nos tocó jugar básquet y eso no es hasta dentro de dos horas, ahora mismo nos dedicamos a alentar a nuestros compañeros en los demás deportes.

De algún modo, aunque no sea una amante del ejercicio físico, el entusiasmo de las personas a mi alrededor es contagioso. Además, estoy más aliviada ahora que puedo jugar mejor, por lo que estoy disfrutando lo que va del día.

Sonrío cuando las chicas de nuestra clase vuelven a anotar un punto y suelto una carcajada al escuchar los gritos de Murao. Recientemente, he averiguado que resulta ser una persona bastante competitiva en los deportes. Me da un poco de miedo jugar con ella en básquet luego, si soy sincera. Es que es aterradora.

Dejo de prestar atención al juego por un momento para observar mi alrededor. ¿Dónde estarán Kominato y Kou? ¿Y Kikuchi? Probablemente el último esté apoyando a su clase también. Los dos primeros... es un poco más difícil saber qué hacen, más todavía teniendo en cuenta que uno de ellos es Kominato. Ese chico es muy raro. Pero en el buen sentido, sin él nuestro grupo sería mucho más aburrido, sin duda.

Tengo hambre. Me siento con muchas ganas de comprarme una gran cantidad de comida. Esta vez está justificado, debo tener energías para después. Asiento, satisfecha con mi razonamiento y me giro hacia las chicas para comentarles mis planes.

— Oigan, me voy a comprar comida, ¿Ustedes quieren algo?

Ambas niegan con la cabeza, así que hago mi camino al comedor. Mierda, hay demasiada gente. Resoplo y comienzo a soltar muchos "permiso" para pasar más rápido.

Cuando por fin llego, le hago saber a la vendedora lo que quiero, y espero pacientemente a que me entregue lo que pedí. Estaba tan concentrada en elegir algo rico que no había escuchado las voces detrás de mí, hasta que creo oír mi nombre.

Me doy la vuelta y me encuentro a la persona que menos esperaba y quería ver. Trago saliva cuando mi mirada se entrelaza con la de Narumi. Pero lo que hace que mi pecho duela es que a su lado está Kou. Ella lo está agarrando sutilmente por la tela de su uniforme, y a él no parece molestarle. El rostro de Narumi se transforma en uno de sorpresa falsa. Ella se muerde el labio inferior, como si yo no debería haber visto eso, y a continuación le hace saber a Kou de mi presencia, mientras saca la mano de su brazo, en un intento de que parezca una intimidad suya, que si alguien que tuviera sentimientos por Kou y lo viera le dolería.

Él parece percatarse de aquello, al mirar las manos de la chica a su lado escondidas detrás de ella, y luego a mí. Abre la boca, pero enseguida la vuelve a cerrar. Suspira y se pasa una mano por su pelo, incómodo, mientras viene a mi encuentro.

— ¡Kou-chan! ¡Espérame! — grita Narumi al tiempo que toma su mano supuestamente para no quedarse atrás.

No paso por alto el detalle de que cada vez que la chica se encuentra en el más mínimo contacto con Kou me lanza una mirada furtiva, comprobando que yo esté viendo todo aquello.

Bajo la vista hacia sus manos y rápidamente la aparto, no puedo soportar la idea de que esas manos que me protegían dos días antes, ahora son para otra persona.

Kou aparenta tensarse cuando Narumi toma su mano, pero no hace nada hasta quedar a algunos pasos de distancia mío, donde él mismo la suelta sin siquiera mirarla. Tiene una expresión indescifrable. Parece enojado, pero al mismo tiempo actúa como si no le importara nada de lo que está pasando a su alrededor.

Pero sus ojos... sus ojos me dicen que está arrepentido. Que no quiere estar aquí. ¿Es por Narumi? Aunque, si es así ¿Por qué la trajo aquí? Estoy segura de que sabe cuánto me lastima verla e igualmente la invitó. No tengo ninguna duda de que entiende que cada vez que los veo juntos siento ganas de morir aquí mismo, solo para no tener que ver la mirada llena de deseo que la chica le dirige a él. Solo para no tener un recordatorio constante de que la eligió a ella, y yo quedé con un corazón roto, que todavía no comenzó a juntar sus piezas.

Ao Haru Ride: la distancia entre nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora