Tímido

"Caminar solo por las calles de Seúl."

Japón fue una experiencia casi imposible de olvidar, su concierto en Kyoto fue mejor que el que dieron en Tokyo.

Ahora estaban en Seúl, Corea del Sur.

No tenía un club favorito donde conseguir sexo, simplemente, no iba a Seúl para eso, o tal vez si, tenía un compañero de ahí que siempre lo recibiría. De ambas formas, ya saben.

Pero en estos instantes, prefería caminar por Myeongdeong si quería emociones, o ir al Museo Nacional de Corea, simplemente para pasar un rato tranquilo.

Por ahora se concentraría en el concierto de esa noche y en llegar al hotel, pues apenas iban bajando del avión y ya estaba divagando.

. . .

—¡Que lindo es Seúl!—mencionó Wei Ying, acostado en la cama del hotel—Wei Xiong, tú hablas coreano, ¿no?—preguntó HuaiSang—Si, 왜? (¿Por qué?) —se rió.

Wei Ying era políglota, producto de su carrera universitaria y de ser la persona que más habla de la banda.

Wen Ning aprendió tres idiomas, aparte del propio, gracias a él; aprendió Inglés, Japonés y Coreano, también le iba a enseñar italiano, pero los celos del esposo, -en ese entonces novio-, de su amigo, le hicieron tomar un curso en la facultad de Idiomas.

—Wen Ning, ¿Has visto mi cargador?—negó, su primo era un poco descuidado.

—Wen Xiong, ¿ya revisaste en tu maleta?—Wen Xu asintió—Está en la bolsa que siempre llevas—soltó Wei Ying.

—¿Desde que te volviste "mamá" ya encuentras cosas?—se burló Wen Xu, ya con su cargador en mano—Muy gracioso, imbécil—se rió—No todos entendemos tus cambios de idioma—regañó Wen Xu.

Wen Ning se divertía tanto en las giras.

Más con estos compañeros.

. . .

Durante el concierto, fue la misma rutina, ocultarse del reflector y ahuyentar a la cámara. Lo único que no le gustaba de presentarse en Corea, es que siempre encontraban un ángulo donde pudiera verse.

Su afán no era lucir misterioso, era desaparecer, no quería que una cámara lo captara y lo siguiera, al menos ya no.

Se sentía incómodo y estresado, las luces eran agobiantes y la atención era intensa.

Cuando llegaron al hotel, realizaron la misma rutina que en Japón, pero con el cambio de que tanto HuaiSang como Wen Xu fueron directamente a arrojarse en cualquier lugar para dormir.

Wei WuXian, en cambio se sirvió un poco de Soju, y le ofreció un asiento a su lado.

—Hasta este punto, mi sexto sentido me dice que te has puesto melancólico—Wen Ning rió un poco aceptando el vasito de Soju—Al parecer lo notaste A Xian—Wei Ying tomó de su vasito.

—Sé que estos lugares te traen varios recuerdos, pero estamos aquí de nuevo para crear recuerdos mejores—le mostró su sonrisa más maternal—Así que no tienes porqué sentir melancolía, intenta disfrutar con nosotros, ¿si?—Wen Xu tenía razón, desde que Wei Ying había comenzado a criar un hijo, actuaba como si fuera una verdadera madre.

—Si—confirmó.

Hablaron un rato más, hasta que Wei Ying tomó una llamada, al parecer su esposo e hijo querían hablar con él.

Así que tomó su abrigo, se lo colocó junto con los zapatos y salió a caminar.

La charla sólo logró que se desahogue muy poco.