{Narrador Omnisciente}
-------------------------------------Las pantallas de los televisores sin señal, con el color gris distorsionado en sus pantallas. Una risa psicópata seguido de alaridos y sollozos.
Alguien habría hackeado los celulares y los aparatos electrónicos porque ninguno funcionaba.
Corría y corría buscando ayuda para algo que ni ella misma estaba segura... en ningún momento hizo caso a los reclamos de la gente que miraba los monitores, no se atrevía a averiguarlo.Silencio...
Rostros de horror en las caras de los presentes y gritos de terror e histeria. Por fin se atrevió a mirar a una de las pantallas... una mujer partida en dos y de nuevo se pierde la señal.
Risas que poco a poco se iban intensificando en su cabeza y...
Piii, piii, piii
-Yumi(se levanta asustada y sudorosa): ¡Ah! Solo era un sueño...
-Yumi pensamiento: Otra vez ese maldito sueño.
-Yumi: Pero... en blanco y negro...Miró el despertador, pitó a las 5:30, se había equivocado al poner la hora. Pensó en volver a dormir pero el sueño se le había quitado. Sin perder mucho tiempo y con un bostezo fue al baño a lavarse la cara y a ducharse para despejar la mente. Nunca agradeció tanto a un despertador.
Mientras las gotas terminaban de caer por su pelo mojado, fijó su mirada en el broche que llevaba su jersey beige, el broche de sakura que le regaló Izaya.
-Yumi pensamiento: Izaya...-(le recuerda)-Él sabe hackearSolo de recordar aquel sueño y la risa psicópata la hizo preocuparse. No creía que Izaya sería capaz de hacer algo así, pero era cierto que su curiosidad por los humanos a veces traspasaba límites de lo correcto. Conocía contadas personas capaces de hacer algo así y el conocimiento del informante para averiguar información le convertiría, si se lo propusiera, en un hacker digno de pelea... debía estar alerta.
-Yumi: Venga, a continuar.Cerró el grifo de la ducha y se cambió todavía algo perezosa. Fue bajando sigilosamente las escaleras para no despertar a nadie... aunque hace cuatro días que no veía a las gemelas.
Se sirvió una taza de café y un pastelito de crema que compró la noche anterior para "endulzarle la vida". A pesar de aún dolerle ligeramente la espalda, estaba mucho mejor que hace tres días(Si no lo recuerda, véase capítulo 41: Como duele), podría decirse que estaba casi recuperada.
-Izaya: ¿No saludas a tu jefe? Es de mala educación no hacerlo~
-Yumi(se da la vuelta): ¿Um? ¿Cuándo te has despertado? No escuché tus pasos.
-Izaya: Hace un buen rato. Parece que te estás acostumbrando, ahora ya no te espantas de mi presencia.Lo último lo dijo con un tono de burla. Yumi no objetó nada, estaba sumida en sus pensamientos.
El pelinegro se sentó en su silla, que dio varias vueltas. Yumi seguía a lo suyo, sirviéndole ahora su desayuno con la mirada vacía. Tan vacía que no dejaba entrar ni salir la luz del sol.
-Izaya: ¿Y ahora que te pasa?
-Yumi: NadaColocó unos papeles dentro de una carpeta y prendió el ordenador para escribir. De vez en cuando miraba a su secretaria.
-Izaya: ¿Sabes porqué no están las gemelas?
-Yumi: ...
-Izaya: Las mandé a otro lugar, por unos días.
-Izaya pensamiento: Les pagué para que se fueran y así nos dejan en paz con lo de la "Flor Roja". Era la única forma... ¿Uh? ¿No dice nada?Seguía a lo suyo, asintiendo con la cabeza. No lograba sacarle ninguna palabra.
-Izaya: Última noticia, la bestia teñida saldrá del hospital mañana.
-Yumi: ¿Shizuo?
-Izaya(sonríe sin apartar la vista del ordenador): ¡Por fin reaccionas! Sí, ahora mismo estará dando su declaración de los hechos
-Yumi: ¿Del hospital?
-Izaya: ¿No te has enterado? ¡Oh, cierto! Estabas encerrada en tu cuarto y no podrías coger el mando para enterarte de las noticias ¿Verdad?
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Sakura
FanfictionLa vida de Izaya da un giro de 180°grados cuando recibe una amenaza de un anónimo que le exige verse para ajustar cuentas en el puente «Yotsuya Mitsuke ».Allí conoce a Yumi, una joven de 21 años a la cual el pasado atormenta desde su tierna infanc...