Capítulo 2: Un día de trabajo

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{Narrador :Omnisciente}
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Pasaron días desde la primera vez que se vieron, Yumi vestía su habitual camisa rosa pastel y un jersey naranja claro cada vez que iba a trabajar por las mañanas como secretaria de Orihara Izaya,llegaba a la casa de su jefe a las 7:30, muchas veces lo encontraba despierto ,se iba a las 20:30 para llegar a tiempo a su otro trabajo, era la periodista de turno de noche de las 21:10, aunque a veces llegaba tarde no la despedían por la simple razón de que hacía bien su trabajo y con un carisma y alegría contagiables. Ellos todavía no sabían quien era su compañera de trabajo, la persona con la que compartían charlas y cafés, la periodista que era vista por todos y por todo, no sabían todavía quién era Yoshida Yumi, y eso... era lo mejor para ella. Terminaba a las 23:35 y tomaba un taxi a su casa, siempre la dejaba muerta, intentaba no fallar en sus trabajos, pero el cansancio te puede muchas veces, Izaya era bastante exigente con ella, sobretodo cuando se trataba de información,al fin y al cabo, era el mejor informante de Shinjuku , y probablemente, uno de los más importantes de Japón. Yumi como secretaria era muy profesional y siempre se iba a la hora para no llegar tarde al otro trabajo, de vez en cuando Izaya y ella charlaban un rato, hasta el informante le pedía que se quede un poco más pero igualmente se iba a la hora propuesta. A pesar de ello tenían una relación profesional pero amigable, ella entendía sus monólogos retorcidos, en la preparatoria se acostumbró a sus monólogos, aunque de vez en cuando le sorprendía de lo que era capaz de hacer Izaya...aunque...le pagaba bastante bien, no era de extrañar, él tenía un lujoso apartamento en el que trabajaba(¿Pero qué...? El tío trabaja en su casa y yo tengo que venir todos los días a este antro de ¡Ahh!)
Autora:¡Concentraté en la historia!aunque tiene una suerte el tío...

Él en teoría era su propio jefe, él decidía que trabajos hacía, pero Izaya los aceptaba todos, porque quería que "todos lo usarán al máximo". Al salir siempre tomaba la misma ruta, apenas conocía Shinjuku, solo lo suficiente para llegar al trabajo.
Su jornada en la empresa televisiva era mas formal, sus compañeros de trabajo la apreciaban o simplemente la toleraban , no se puede caer bien a todo el mundo así que no faltaban los envidiosos que la odiaban y la deseaban todo mal. La pelicobre veía a sus compañeros como profesionales y nada más, procuraba ser lo mas amable posible pero si ofenden a la gente da su opinión intentando no ofender pero con un notable enojo, aunque si se lo hacen a ella no se defendería de la misma forma. La relación más cercana que tenía allí era con su superior, Tageshi era un hombre mayor de pelo gris y una calvicie en el centro, siempre arreglado, que era exigente pero cariñoso con Yumi, se conocieron cuando ella de joven deambulaba por las calles y él se dió cuenta de su tremenda labia y le sugirió trabajar para él, en ese entonces la empresa era más pequeña, empezando a resurgir en un mundo en el que los medios dominaban la forma de pensar de la humanidad, puntos de vista en la que los debates significaban dominación sobre otros. En esos momentos Yumi era capaz de aceptar todo tipo de trabajos y sin pensarlo dos veces aceptó, desde allí su relación se estrecho y eran como "padre e hija", Tageshi aconsejaba a Yumi con sus problemas, aunque él no la conocía del todo. Yumi quería que su pasado quedara olvidado, pero eso nunca pasa, un error te persigue hasta que te mueras.
Yumi: ¿Es posible empezar de cero?
Tageshi: Por supuesto

«Eso es lo que pensamos todos»
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Esto no cuenta como 2 capítulo... pero me aparecía útil aclarar esto un poco. Sobre todo por la relación de Yumi y Tageshi, ya que más adelante tomará importancia en el desarrollo de la protagonista. ¡Espero que estés disfrutando de la historia!, os invito a votar, comentar y seguirme.Un besazo y hasta la próxima actualización.
-Omnisciente: Espera ¿No damos un adelanto? Por las molestias.
-Autora: No

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