9. Oasis.

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El calor que se sentía en el desierto de Corela era infernal, las personas que vivían cerca alucinaban por las altas temperaturas a las que se veían sometidos, la escases de agua comenzaba a alarmar a los habitantes que desesperados se aventuraban en el árido desierto con esperanza de encontrar algún pozo de agua.

Jazmín ya no podía seguir sin hacer nada, la muchacha era hija única y su padre muy testarudo, a su edad ya no podía estar cargando con el peso de sostener un hogar y en tierras tan cambiantes como lo era Corela cada vez se hacía más difícil conseguir agua, comida y trabajo. El día en que la trigueña hablo con su padre sobre salir de Corela y aventurarse al desierto acabo en una fuerte discusión con una negativa irrevocable. Jazmín estaba molesta, estaba cansada de no ser de utilidad así que tomando algunas de sus pertenecías salió de su hogar y con un último vistazo a su padre salió camino al desierto.

"Las personas que se aventuran al desierto nunca regresan" Jazmín se sobresaltó al escuchar la voz de una anciana que la observaba al otro lado de la calle. "Regresa a tu hogar, muchacha. Pronto todo cambiara."

En un parpadeo la mujer mayor había desaparecido dejando a Jazmín desconcertada, en la madrugada no habían personas fuera de sus hogares, aunque de día hacía un calor infernal las noches eran cortas pero frías y las fuertes ventiscas arrastraban arena que impedía ver con claridad. Sin hacer caso a lo que creyó ver y escuchar siguió adelante su camino, en poco tiempo llego a la salida de Corela y los kilómetros de dunas de arena se extendían por donde se viera.

Atando su velo alrededor de su rostro y cuello entro al desierto, el viento estaba en su contra advirtiéndole que regresara pero así como su padre era un testarudo ella lo era más, estuvo caminando por lo que le parecieron años aunque en realidad solo habían pasado 6 horas, antes de ver a lo lejos palmeras.

"Plantas significan agua." Susurro antes de caminar lo más rápido que podía. Estaba agotada, sedienta y adolorida, sus piernas se resentían con ella por el esfuerzo al que estaban siendo sometidas.

La alegría la lleno al ver lo que se extendía delante de sus ojos, parecía mentira que delante de ella se encontrara un...

"Oasis" Completo su pensamiento un hombre a su lado.

Jazmín salto en su lugar por segunda vez en la noche, no había visto de donde ese hombre había salido.

"Disculpe, Señor. No lo había visto." Dijo la joven nerviosa.

"Suele pasar con frecuencia, todo el que pasa por aquí no me presta mucha atención. ¿Qué hace una joven de Corela por estos lares?" Le pregunto mientras le inspeccionaba de arriba abajo.

"¿Cómo sabe de dónde vengo?" Regreso la pregunta frunciendo su ceño.

"Se muchas cosa, muchacha." Fue todo lo que dijo. Jazmín lo observo de arriba abajo sin ningún pudor, se veía un hombre de mediana edad y de contextura gruesa, piel bronceada y muy alto, mucho más que ella. "Ahora dime. ¿Qué te trajo por aquí?

"Vine en busca de agua, en Corela ya no queda mucha en la reserva." Dijo admirando su alrededor.

"Pues aquí hay agua más que suficiente para tu pueblo, son bienvenidos a venir al Oasis." Dijo caminando hacia un lugar iluminado por una fogata.

"Muchas gracias, señor. Mañana mismo regreso a dar la noticia a mi pueblo." Dijo caminando detrás de él. "¿Me permitiría saber su nombre?"

"Mi nombre no lo recuerdo pero mis amigos solían decirme Genio. Es tiempo de que duermas, tienes un largo camino de regreso a Corela y necesitas descansar. Mañana podrás explorar el lugar y partir de regreso a tu hogar."

"Muchas gracias, Genio. Mi pueblo y yo estaremos en deuda con usted por su generosidad" Jazmín se acomodó encima de algunas telas amontonadas a un lado del pequeño lago y se durmió.

Jazmín despertó por la molesta luz del sol, tapando su rostro con su manos abrió los ojos y vio a su alrededor. La bilis subió por su garganta y la desesperación se asentó en su estómago.

Solo había arena, cientos de kilómetros de arena. El calor le hizo alucinar.

En medio del desierto de Corela, Jazmín lloro. 

La maldición de Nunca Jamas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora