La maldición de Nunca Jamas.

12. Valiente.

Nunca Jamás estaba sumido en una oscuridad absoluta, ni el sol se asomaba en el continente. La oscuridad gobernaba allí, muertes, desapariciones, accidentes y muchos infortunios sucedían a diario, la comida era escasa, el agua de los ríos pronto se acababa y la población se sumergió al pánico. Necesitaban explorar nuevas tierras y deshacerse de la maldición que fue desencadenada por la envidia y el odio.

Mérida era hija de un herrero y navegante de los mares, su familia fue escogida para navegar hacia tierras desconocidas y darle una esperanza de vida a todo su pueblo.

Dejar atrás Nunca Jamás, era el sueño de Mérida. Explorar y descubrir cosas y mundos nuevos era lo que la pecosa joven necesitaba. Este viaje también le serviría para librarse de un compromiso pactado con un joven de su pueblo, el entusiasmo de Mérida era gigante y esperaba que las dos semanas que faltaban para el viaje pasara rápido.

Los barcos fueron alistados, las pocas provisiones fueron almacenadas y las velas fueron soltadas. En el puerto de Brave cientos de personas fueron a despedir a la valiente tripulación que se encargaría de descubrir nuevas tierras, Mérida recorría el barco de punta a punta y subiendo por el mástil principal se asentó en el carajo. Desde allí podía observar todo su pueblo y el valle que los dividía de Ceniza, este pueblo fue en donde la maldición comenzó.

Una joven de18 años asesino a toda su familia a sangre fría y se dejó consumir por las llamas que ardían en el palacio, años han pasado desde la tragedia y cientos de mitos fueron creados. Algunos decían que una criatura demoniaca tomo posesión de su cuerpo, otros que la joven enloqueció de un día a otro y muy pocos aseguran que la maldad vivía en ella; estas personas decían que en sus ojos solo se veía un vacío y una frialdad que te dejaba helado.

Los gritos de las personas sacaron a Mérida de sus pensamientos y agitando la mano animadamente bajo a la proa del barco, sus hermanos estaban ayudando a trasladar los alimentos al almacén y su madre verificaba que todo estuviese en orden; el resto de la tripulación se paseaba por el barco discutiendo sobre las rutas marítimas a tomar.

El mar estaba en calma y pasaron días navegando a mar abierto, al rededor solo se podía ver agua. Al pasar de un mes, Mérida ya no soportaba estar en el barco sin hacer nada, los desacuerdos sobre que ruta seguir eran constantes y las provisiones disminuían rápidamente. En una medida desesperada tomaron un nuevo camino más allá de lo antes explorado.

"Si hacemos todo exactamente igual que los otros nunca obtendremos distintos resultados." Argumento Mérida cuando se negaron a cambiar la ruta, sus padres se negaron pero el resto de la tripulación estuvo de acuerdo.

Con el nuevo curso establecido la mayoría mostro una aptitud optimista, esa noche las olas se alzaron y los relámpagos surcaron el cielo, el barco iba sin dirección alguna, aunque el padre de Mérida intento restablecer la ruta le fue imposible luchar contra el mar. Horas pasaron y la tormenta seguía, el mar estaba bravío y no les daba tregua; todos estaban agotados y frustrados con el mar.

Mérida no soportaba el ambiente tenso que había en la cubierta del barco y sin importarle el clima subió al carajo tratando de observar entre toda la tormenta pero le fue imposible.

"¡Mérida, baja inmediatamente de ahí!" Grito el gran fortachón pelirrojo.

La joven de cabello rizado estaba a punto de bajar cuando a lo lejos observo una gran figura, trato de observar mejor pero las gotas de lluvia y el movimiento del barco le nublaban la vista, para cuando se dio cuenta de lo que era trato de advertirles a todos pero fue muy tarde. El barco se estrelló con fuerza en unas rocas gigantes y todos salieron despedidos hacia delante, los que estaban abajo solo cayeron en el piso del barco, pero Mérida estando en el mástil más alto cayó al mar.

Las olas arrastraron a Mérida entre las rocas causándole golpes mortales y aunque su familia y los tripulantes intentaron subirla de nuevo al barco fue imposible.

Mérida murió por suvalentía e intrepidez, buscando un nuevo comienzo hallo el final.