𝗠𝗲𝘀𝗲𝗿𝗼 ; 𝖳.𝖢 *𝗣𝗔𝗨𝗦𝗔𝗗𝗔*

𝐼𝐼𝐼

Astrid Jones

-Bueno madre, me tengo que ir- Me levanté del sofá.

-Espera- Fue a la cocina y salió con tuppers llenos de comida.

-Madre yo...- Me interrumpió.

-Nada, llévate esto- Me hizo entrega de los tuppers.

-Ya somos adultas, sabemos cocinar- Me miró de mala manera - Vale, hacemos el intento.

-Cariño, solo quiero que tú y Saoirse no se mueran de hambre- Negué con la cabeza y ella reía.

-Vale, no te lo niego solo hemos quemado todo y terminamos pidiendo comida rápida, pero bueno. Adiós madre, regresó otro día - Dije y salí de la casa de mis padres.

No iba a negar que extraño la compañía de mi madre, me lavaba la ropa, me hacia de comer y ahora no. Pero vivir "sola" también tiene cosas buenas, como por ejemplo... no tener que estar pidiendo permiso para todo.

-¿Saoirse, necesitas algo?- Sao me había llamado.

-¿Dónde estas?

-Estaba en casa de mis padres- Contesté -Me dio comida.

-Wow comida... ¿No se te olvida algo?

-No, traigo las llaves, la comida... ¿¡Mi celular!? Oh no, se me olvido...- Me di cuenta que lo tenia en la mano -Aquí lo tengo, entonces... No sé me olvidó nada.

-Por si te ayuda, te estoy esperando afuera de una tienda para ir, no lo sé... ¿¡DE COMPRAS!?- me pegué en la frente levemente.

-Perdón, estaba con mi madre

-Te espero, ya que tú tienes el coche- Bufó.

-Llegó en cinco minutos o...- Había chocado con alguien.

《NO, la comida de toda una semana》

-Lo siento tengo prisa...- Levanté la mirada... Mis mejillas se habían calentado, estaba más roja que una manzana.

-¿Estas bien? Se ve muy roja.

-Eh, sí. No se preocupe- Me puse de cuclillas para recoger los tuppers de la comida. Al parecer no les había pasado nada.

-Déjame ayudarte- Se agachó y me ayudo a recoger las cosas

-Listo- Me levanté.

-Vale, lo siento.

-Oye...

-No le puedo pasar el número, eso va contra las reglas.

-N-no es eso, solo... Gracias- Y me fui de ahí.

...

-Al fin llegas

-Lo siento

-Te perdono... ¡Vi unos zapatos IN-CRE-I-BLES!- ¿Cómo podía cambiar de tema tan rápido? -Vi un vestido que se te vería increíble- Me tomó del brazo y me jaló hacía la bendita tienda -¿Y a que fuiste con tu madre?

-A visitarla y me dio comida- Conté mientras que ella buscaba ropa -Y también paso otra cosa...

-¿Te orinó el perro de tu madre?

-¡NO!... Está vez

-¿Entonces?- Pasaba cada prenda de ropa.

-Me topé con el mesero- Y paró de ver la ropa para mirarme a mí.

-¿¡Le dijiste algo!? ¿¡Te dijo algo!?

-Nada, choqué con él y ya... Nada interesante

-Lo más cliché del mundo, están destinados. Es tú media naranja- Me miró fijamente.

-Eso también dijiste con Harry y mira, ya me superó.

-A veces me equivoco, pero tú ya lo superaste y ese mesero esta ahí para que te abracé- Me abrazó.

-Como si gustará él de mí

***

Al final salimos con bolsas con unos vestidos y algunas zapatillas, ¿Adivinen quien pagó todo? Exacto, yo. Pero no era que gaste millones, tenemos comida para una semana así que no moriremos de hambre.

-¿Por qué compraste tanto?- Dejé caer las bolsas en el sofá.

-Saldremos el otro fin de semana

-¿A donde?- Estaba realmente confundida -¿Por qué no me dijiste? ¿Que tal si tengo planes?

-Las dos sabemos que no tienes planes, James no tiene suficientes agallas para invitarme a salir- Rodeé los ojos.

Odio cuando Saoirse tiene razón.