𝗠𝗲𝘀𝗲𝗿𝗼 ; 𝖳.𝖢 *𝗣𝗔𝗨𝗦𝗔𝗗𝗔*

𝐼𝑉

Astrid Jones

El trabajo, ay, el maldito y odioso trabajo. Eso es una de las tantas cosas que odio de crecer, algunos adolescentes piensan que madurar y ser mayores es genial, si lo es pero también es horrible. El trabajo es horrible.

-H-hola- Un amable castaño me sonrió.

-Hola, James- Le devolví la sonrisa.

Podría mencionar una cosa buena del trabajo además del dinero. Las personas que conoces, un buen ejemplo sería James; es divertido, tierno y amable. Tal vez hace menos pesado el trabajo, es agobiante estar en una perfumería, olores a perfumes diferentes todo el día manera y se lo pueden preguntar a mi otra compañera; Emma, una hermosa castaña y bajita chica, pero no más que yo.

-¡Astrid!- Me abrazó la castaña -¿Cómo va tu vida de independiente con tu amiga?

-Bien, supongo. Estamos aprendiendo a cocinar.

-Yo puedo ayudarlas- Intervino James.

-Muchas gracias pero no es necesario- Respondí.

-Si quieres invitarla a salir no es con clases de cocina, dices: Astrid ¿Quieres salir a cenar uno de estos días?- James se sonrojó ligeramente.

-Cállate cabeza de hongo

-¿Ah sí? Tu tienes fideos en tu cabeza.

-¡Chicos!- Llegó Sara, la gerente.

-¡Sara!- Dijeron ambos.

-¿Qué tanto platican que es tan interesante?

-N-nada

-Entonces... ¡A TRABAJAR!- Me miró mal para después irse.

Sara no es buena gerente, se cree la jefa del negocio cuando no es así. De hecho creo que le caigo mal, si no hubiera sido por James creo que estaría desempleada y en la calle, bueno, no a ese grado pero sí desempleada.

Flashback

-Entonces... ¿Conseguí el trabajo?- Sonreí emocionada.

Sería mi primer trabajo y conseguiría el dinero por mí misma, no por mi padre ni por nadie.

-No- Y esa sonrisa se borró de inmediato.

-¿Qué?

-Como escuchaste y no eres la adecuada para este trabajo.

-Oiga pero solo es vender perfumes- La miré mal -Estuve dos semanas aquí para acoplarme y ¿No me acepta?

-No solo es vender perfumes, es algo muy difícil de hacer.

-Entonces... ¿Es un no?

-Es un rotundo no.

-Alto ahí- Un chico de rulos apareció.

-Muchacho, ¿Qué haces aquí? Debes estar trabajando.

-Eeeh...- Aclaró su garganta -No puede decirle que no.

-¿Y por qué no? Yo soy la gerente.

-En últimas dos semanas la he visto y... Es muy buena en esto, así que

-¿Solo por eso?

-No, no solo por eso- Enseñó un papel, tanto la señora como yo fruncimos el ceño.

-¿Y eso?

-Miré bien- La señora hizo caso y abrió los ojos como platos.

Yo no entendía muy bien que era eso, se levantó de la silla, se acercó al chico y murmuraron algo.

-Bueno, niña- Gruñó -Tienes el trabajo- Dijo y salió de la "oficina"

-Muchas gracias...

-James- Sonreí.

-James

-No hay de que Astrid

-¿Cómo sabes mi nombre?

-N-no soy un acosador, solo... Tú compañera de capacitación me dijo tu nombre.

-Oh, Emma

-Exacto, Emma

-Y ¿Qué fue lo que hiciste?

-Bueno- Se rascó la nuca -Sé un pequeño secreto sobre ella, fue fácil.

-Comprendo, uhm. Nos vemos mañana

-Sí, mañana

Fin de flashback

-James es un grandísimo estúpido y tú también.

-¿Por qué?

-Él porque es una gallina para pedirte una cita y tú por no entender que le gustas

-Por Dios Emma, no nos gustamos.

-¿Y eso lo de las clases?

-Por amabilidad, además pasó algo...

-En serio ¿Qué?

-Fue con un chico

-Uuuh ¿Se hablan?

-Algo complicado, pero creo que es pasajero, no puedo enamorarme de un mesero que vi una vez en mi vida

-¿Un mesero?

-Chicas- Llegó de nuevo Sara -¡A trabajar!

-Después me cuentas.