𝑉𝐼𝐼

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Astrid Jones

Ahí estaba yo estacionada esperando a que Sara llegará a abrir. Raramente muy pero muy raramente Sara llegaba tarde, era de las personas más puntuales que conocía.

-Hey, Ast- James se acercó.

-James- Lo abracé.

-Al parecer a Sara se le han pegado las sábanas- Dijo y reímos.

Seguimos esperando a que Sara llegará; una hora, dos horas, tres horas, cuatro horas, ni una señal de ella. De repente el móvil de James había sonado, lo prendió y lo vio, levanto la cabeza para decir:

-Sara tuvo un problema con una de sus gatas, no vendrá- Los tres chicas que estaban ahí bufaron.

Y realmente tenían derecho a hacerlo, no era bonito estar parada desde las 5:30 A.M para qué después solo envié un mensaje diciendo que una de sus gatas ésta mal. Los demás se fueron, dejándonos a James y a mí solos.

-Bueno...- Exclamé.

-¿Quieres ir a algún lugar?- Preguntó.

-Sí, claro.

Aunque sabíamos que no íbamos a hacer nada , a estas horas de la mañana no podíamos hacer algo divertido.

-¿Tienes hambre?- Preguntó y yo asentí -Conozco un sitio muy bueno dónde podemos ir a desayunar.

...

Habíamos llegado miré mi ventana y estábamos en frente del restaurante dónde Timothée trabaja, vaya suerte que me gasto.

-¿Te sientes bien?

-S-sí, todo esta bien... Pero se me han quitado las ganas de desayunar- Le sonreí algo apenada.

-Vale, vámonos- Un ruido se hizo presente en el coche.

No era mi estómago, era el de James, seguro se está partiendo de hambre. Lo miré con una sonrisa y me miró avergonzado.

-No, mentira realmente si tengo hambre- No sabía lo que estaba diciendo -Ven- Salimos del coche.

¿Qué tan malo puede llegar a ser? Solo me humille frente a un apuesto mesero, además, nos puede atender otro mesero, no tengo tan mala suerte.

Entramos y nos sentamos en una mesa un poco cerca de la puerta y dando vista a la solitaria calle.

-Aquí tienen sus cartas- Conocía esa voz, tienes demasiada suerte Astrid.

Lo miré por unos segundos y el colocó sus ojos en mí. No sé que tenía, pero cada vez que lo veía se ve más atractivo. James veía la escena con el ceño fruncido.

Timotheé, se había retirado dejándonos a James y a mí solos de nuevo.

-¿Lo conoces?- Me tesé.

-S-sí, vengo algo seguido, y pues lo reconocí.

-Sí, pero... ¿Es tu amigo o familiar?

-Oh, no, no, no. Nada de esas cosas- Negué frenéticamente.

-Es que lo mirabas de una forma bastante... Extraña- No contesté a sus palabras, solo jugué con mis anillos -Mmmm... ¿Te atrae?- Levanté mi vista y me topé con sus ojos azules, negué aunque tal vez estuviera mientiendo.

-Vale... ¿Quieres churros? Dicen que son muy buenos aquí- Desvío el tema.

-Sí, claro- Miro la carta -Suena bien.

Y yo también no quería hablar del tema, no me quería tensar, gracias a James.

-¿Ya eligieron?- Regresó de nuevo.

-Sí, ¿Nos puede traer dos churros de chocolate?

-Claro, se los traigo enseguida ¿Les retiro las cartas?- James asintió y ambos se las entregamos.

Mientras esperábamos algo se me vino a la mente, ¿Cómo James tiene el contacto de Sara? En mis dos años de trabajo nunca Sara le había dado su número a algún empleado.

-¿Porqué tienes el contacto de Sara?

-O-oh, vaya...- Se rascó la nuca nerviosamente - Tenemos un grupo de trabajo, y ahí lo dijo.

-Oh- Me dí cuenta que no me añadieron al grupo -¿Porqué no estoy agregada?

-¿No estás agregada? Perdón, me olvidé completamente de agregarte- Sí, lo olvido por dos años -Pero si quieres te agrego ahorita- Asentí.

Y luego pensé en otra cosa, sí Sara dijo su número en el grupo, porque a los demás no les vibró el móvil. James mientes tan mal.

-Entonces... ¿Porqué a los demás no les vibró el móvil?- No supo que decir -. Dilo con confianza, sí le sobas los pies en las noches, le cuidas a sus gatos.

-Soy... Su sobrino- Responde y mi boca se convierte en una "O".

-¡¿Es encerio?!- Asintió.

Con razón trataba mejor a James que a Emma y a mí, y nosotras hablando pestes de ella enfrente de él, ahora me siento verdaderamente avergonzada.

-Lo siento, nosotras... No sabíamos.

-Descuida, no es la más querida en la familia- Reímos.

-No sé que decir, estoy asombrada.

-Tranquila, tampoco le diré que Emma y tú hablan de ella- Suspiré con alivió.

-Aquí están- Dejó los dos platillos -Provecho- Dijo y lo miré de reojo.

-Gracias- Logré decirle.

Era un poco adictivo mirarlo, sus ojos, manos, lunares y labios, una palabra para definirlo: Perfección.

[...]

Al final pagamos la cuenta, no todo fue tan mal. Aunque aún me tensaba cuando Timotheé estaba cerca.

-¿En qué piensas?

-En nada importante

«En lo guapo que es el bendito mesero»






Estoy realmente agradecida con vosotros por poder tener este ranking realmente se los agradezco.

Estoy realmente agradecida con vosotros por poder tener este ranking realmente se los agradezco

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Por otro lado quise imaginarme a Astrid como la Diosa de Ariana Grande.
También estaré dedicándole historias a las personas que voten... Y os lo vuelvo a repetir muchas gracias.🐧❤️

©_𝙿𝚘𝚜𝚒𝚝𝚒𝚘𝚗𝚜_𝚋𝚢

𝗠𝗲𝘀𝗲𝗿𝗼 ; 𝖳.𝖢 *𝗣𝗔𝗨𝗦𝗔𝗗𝗔*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora