𝑋

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-Bueno me voy, fue un placer conocerte Kue.

-No te vayas- El niño me tomó de la sudadera -Vayamos por una nieve- Miró a Timotheé.

-Kue, disculpa estoy un poco ocupada- Hago contacto visual con el niño.

-S-sí, claro, tenemos que dejarla irse, lo siento Kue.

-Espera, ¿Me puedes prometer que un día vamos a por una nieve?

-No te puedo prometer nada, pero tal vez un día nos topamos otra vez- Le dije con una sonrisa que él me devolvió.

No le podía prometer nada, solo lo conocí hace pocos segundos y solo me llevé la sorpresa que era algo de Timotheé, que aún no se si son familia o algo.

-Adiós, Kue.

-Hasta luego, Ast.

...

Comprar sushi; sí.

Ahora estábamos Saoirse y yo viendo curiosidades de famosos mientras comíamos, obviamente antes de esto me preguntó porqué tarde tanto, pero le dí una mentira blanca.

-Por cierto, tu jefa llamó- Había dicho con la boca llena.

¿Sara? ¿Para qué me llamaría si me detesta? Además me pudo llamar a mi móvil, no directamente a Saoirse.

-Espera, es la gerente y... ¿Qué quiere esa vieja?- Pregunté.

-Ni idea, yo solo le dije que no molestará y llamará más tarde.

-¡Eres tan amable!

-Siempre lo supe- Dijo con una sonrisa orgullosa.

Saqué mi móvil para poder llamarle, si le había hablado a mí era algo importante, supongo. Busqué su número en el grupo de trabajo y llamé.

-¿Astrid?- Se escuchó su voz de señora.

-Sí, aja. Una amiga me dijo que la habías llamado, supongo que es algo importante.

-Oh sí, sí lo es, de paso, tiene muy malos modales, pero bueno, necesito tu...

-¿Mi...?

-Tu ayuda- Dijo rápidamente.

-Mi ayuda, ¿Para qué?

-Sé qué es muy extraño que te pida a tí ayuda, pero importante, y en lo más hondo de mi corazón confío un poco en tí, sé que eres demasiado responsable.

-¿Está enferma?

-Si estoy bien, vale..., quiero que vengas ai casa por las llaves del local, no podré ir por algunas semanas. Te pasaré la ubicación por mensaje, ¿Tienes tiempo ahora?

-Sí- Dije y me colgó.

Esa mujer era extraña, ¿Porqué me llamó a mí? Hubiera sido más fácil llamar a James para pedirle ese favor, después de todo es su sobrino, y es muy responsable y confiable, a mí me odia, se puede sentir a mil kilómetros de distancia, yo creo que esos cincuenta años están afectando.

-¿Pasó algo?- Negué.

Mi móvil vibró, era un mensaje de texto de Sara, su ubicación.

-Tengo que ir por algo importante, regreso en una hora.

-Si vas con James, te lo pido no vayas, estoy esforzándome por conseguirte al mesero, o mejor dicho, a Timotheé, no,no, mejor el amor de tu vida- Negué riendo.

Agarré las llaves, mi móvil, una botella de agua y salí.

***

Había llegado a su hogar, era una casa de ladrillos no tan grande, además solo estaba a siete cuadras de mi casa. Toqué el timbre unas cuatro veces y Sara me había abierto.

-Vale... ya estoy aquí, no tengo mucho tiempo.

-Ok, bueno, espera en la sala- Entré y me quedé observando la sala.

Sara tardo solo dos minutos en bajar y traer las llaves consigo y me las entrego.

-Vale, ya sabes que tendrás que levantarte mucho más temprano.

-Sí, ajá

-Vale, espero que sigas igual de responsable, ya hablé con los jefes, no te preocupes por nada.

-Ok- Sara me acompaño hasta la puerta.

***

-Al fin llegas, me preocupaste, dijiste una hora y tardaste una hora y media- Dijo con cierta preocupación en su tono.

-Mira estoy perfectamente bien, solo andaba en casa de Sara, me dió las llaves del local.

-Oh, espera, ¿Eso significa que te dieron un ascenso?- Sonrió orgullosa de mí.

-Noupe, eso significa que me tendré que levantar aún más temprano y estar pendiente de todos y salir mucho más tarde- Dije ya cansada sin hacer hecho nada aún.

-Es exactamente lo mismo, solo que sin una vieja que te esté tocando los cojones con su "A trabajar"

-Hablando de trabajo, ¿Has conseguido alguno?

-En eso estoy.

-Espero que lo encuentres pronto.

-Lo haré.

«Realmente sus padres siempre mandaban el dinero»

***

La alarma sonó, me levanté e hize mi rutina diaria, me bañe, me puse uniforme de trabajo, me lave los dientes, cogí una manzana verde, bajé las escaleras y me encontré a una Saoirse en su quinto sueño.

Agarré las llaves, salí del condominio hasta el estacionamiento, maneje mi coche hasta mi trabajo, hay encontré a James, siempre tan puntual. Estacioné el coche, me baje y lo saludé.

-Hola, James!

-Buenos días, Ast- Le sonreí y saqué las llaves del bolsillo delantero de mi mochila -¿Qué? Pensé que Sara vendría hoy.

-No, me llamó diciendo que fuera a su casa a recoger las llaves, raro ¿No crees?

-Demaciado, pero ella es así de rara, te voy a ayudar a abrir.

-Gracias.

Levantamos la cortina entre los dos, entramos y prendimos todas las luces, acomodamos los perfumes nuevos y empezamos a esperar a que entrarán clientes.

𝗠𝗲𝘀𝗲𝗿𝗼 ; 𝖳.𝖢 *𝗣𝗔𝗨𝗦𝗔𝗗𝗔*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora