𝐼𝑋

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James me había dejado en la puerta de mi departamento, le agradecí y abrí la puerta. Iba a decirle a Saoirse que podríamos aprender a cocinar ya que hoy tenía el día libre, pero ella estaba completamente ocupada.

-¡Saoirse Ronan!- Grité, estaba comiéndose a besos con un chico en el sofá.

-¡Astrid!- El chico se separó -¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el trabajo?

-N-no... ¿Y este quién es?- Apunté al chico, qué estaba completamente nervioso.

-Él es... Un simple chico- Rió nerviosamente.

-¿Para tí soy un simple chico?- Se había ofendido -¿Y todo lo que hacíamos se te hacía simple?

"¿Todo lo que hacíamos?" O sea, que tenían sexo cuando yo trabajaba.

-Claro que no, tú eres un magnífico chico- Le dió un beso corto.

Estaba asqueada, impactada y molesta ¿Por qué no me había dicho que tenía un amigo con derechos?

-Vete de aquí- Me acerqué y le pegué un manotazo en el hombro.

-Oye, no hizo nada malo- Le hize caso omiso y seguí.

El chico estaba corriendo por toda la sala, llegó hasta la puerta la abrió rápidamente y salió disparado.

-Dame una explicación lógica- Volteé a verla.

-Es un repartidor de pizza, se llama Jack.

-¿Pizza hut?

-Nope, Fratelli Figurato.

-Demasiado buena para ser real.

-Exacto- Me fui a la cocina para servirme un vaso de limonada.

-No me cambies el tema, ¿Por qué estaba aquí, Saoirse?

-Vale... ya sabes... se podría decir que tenemos reencuentros aveces.

-Ya veo por qué hay tantas cajas de pizza- Dije mirando las cajas en la esquina.

-No son todos los días, los fines de semana siempre estás aquí- Rodeé los ojos terminando de tomar mi limonada para irme a mi habitación -. Espera, mira el lado bueno, pizza gratis- Dijo con "emoción".

-Gran privilegio- Dije subiendo las escaleras.

-Cariño, lo siento por no decirte. Solo estoy aburrida de estar sola.

-Trabaja- Dije guiñándole un ojo.

-¿Eso se compra por Amazon? O ¿Es una comida asiática?

Rió, ella nunca cambiará.

-Voy a dormir un poco- Saoirse se paró y se acercó a mí, me dió un beso en la cabeza.

-¿Fuiste al restaurante del mesero?- Se separó con una sonrisa pícara.

-J-James me invitó- Le dí una sonrisa torcida.

-Madre mía, por fin James tiene los suficientes... para invitarte a salir, pero el no me importa, ¿Lo viste?

-¿A quién ví?- Me hize la que no sabía.

Sabía claramente a quién se refería.

-Timothée, no te hagas la tonta.

-Vale- Suspiré pesadamente -. Sí.

-¡Sí!- Hizo una mini celebración -¿Te atendió? ¿De qué hablaron?

-Sí y no, es un MESERO, va a trabajar no a hacer amigos.

-Eso no fue lo que pensaste cuando le pediste el número.

-No olvides que yo no le pedí nada, fuiste tú.

-Tú y yo, somos prácticamente la misma persona- Encogió los hombros y me abrazo.

-Ahora, si me das permiso, voy a mi habitación.

...

-Tengo hambre- Dijo Saoirse en el otro costado de mi cama.

-Hazte un sándwich, nuestro platillo estrella.

-Ya me cansé de los sándwiches- Dí cansado suspiro.

No podía decirle que no a Saoirse, haría lo que sea con tal de que le dé comida.

Me volví hasta quedar enfrente de ella -¿Qué quieres comer?

-¿Qué te parece sushi?

-Está bien, iré, pero vete que me voy a cambiar- Saoirse me abrazo, tiene esa costumbre, y salió de mi habitación.

Ya tenía puestos unos jeans y una blusa blanca, así que solo me pusé una sudadera negra y me puse mis adoradas zapatillas Vans, realmente sería más fácil pedirlo a domicilio, pero quería caminar un poco. Salí de la habitación, bajé las escaleras y me encontré a una Saoirse acostada en el sofá viendo vídeos de Larry Stylinson.

-Ya iré, ¿No quieres algo más?- Negó con al cabeza.

Abrí la puerta y camine hacia el elevador, cuando salí completamente del edificio, me di cuenta que el sol estaba fuerte y el calor es insoportable en esta ciudad.

Mientras caminaba, choque con un niño pequeño, no sabía de quién era o si estaba perdido. Me agaché hasta su altura.

-¿Estás bien? ¿Y tus padres...

-Preciosa- Fue a lo único que me respondió.

-¿Disculpa?

-Tú eres preciosa, ¿Cuál es tu nombre?

-S-soy... dime Ast- Le sonreí -¿Tú cómo te llamas?

-¡Kue!- Esa voz la reconozco a kilómetros de distancia.

¿Timotheé? ¿El mesero con un niño? Me paré rápido, el ruloso se acercó.

-Kue, no me asustes de esa forma- Timotheé me miró -Mmm, gracias por cuidarlo.

-No es nada, solo tropecé con él.

-No lo volveré a hacer, lo siento- Habló el pequeño.

Ahora tenía curiosidad sobre el pequeñito ¿Será su hijo? ¿Será su hermano?

𝗠𝗲𝘀𝗲𝗿𝗼 ; 𝖳.𝖢 *𝗣𝗔𝗨𝗦𝗔𝗗𝗔*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora