Capítulo 19 "Cita I"

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—¿Qué haces Cal?— Sonreí entrando por la puerta de la cocina.

—¿Ya tienes hambre pequeña?— Dio media vuelta con dos platos en ambas manos —Luces preciosa aún recién despierta—

—Tú estarás muy grande—  Reí —Sí tengo hambre y muchas gracias Cal, tú siempre tan lindo—  Volví a sonreír antes de acercarme a él por un abrazo.

No pensé que yo tuviera esa dicha y suerte. Quizás la vida me estaba recompensando de todo lo que tuve que pasar hace un tiempo, y ahora sabía que había valido la pena todo ese dolor si es que ahora estaba junto a Calum.

—Nena sabes que me encantas y que no puedo ver algo malo en ti— Me tomó por la cintura elevándome en el aire y subiendo mi cuerpo a uno de los muebles de la cocina.

—Y yo te amo a ti Cal, demasiado— Me incliné para juntar mis labios a los suyos en un beso muy dulce, tomándolo de la nuca y enredando en mis dedos los pequeños rulos que caían por ella mientras que él se dedicaba a acariciar y apretar mis muslos.

—Vamos nena. Ya está listo todo— Dijo al separarnos.

Asentí contenta y con su ayuda logré bajar para sentarnos uno frente al otro y degustar del desayuno que anteriormente había preparado Cal.

—Nena— Llamó.

—¿Qué pasa amor?— Pregunté al tragar el bocado que tenía en mi boca.

—Quedé de verme con los chicos en unas horas para continuar con el álbum ¿Quieres venir?—

—Lo siento cariño— Acaricié su mejilla —Debo de hacer las compras, tengo tarea y trabajo por hacer— Ambos hicimos una mueca.

—No te preocupes hermosa. ¿Pero me aceptas una cita hoy en la noche?—

—Está bien Cal— Sonreí de nuevo —Te veo en la noche— Finalicé al mismo tiempo en que terminamos con el desayuno.

Ambos subimos de nuevo a la habitación después de haber lavado los platos para ponernos algo de ropa ya que continuabamos en pijama.

—Al menos déjame llevarte al super, linda— Gritó desde el otro lado de la puerta del baño.

—Sí amor, está bien— Grité al igual que él.

—Joder nena— Dio una palmada en uno de mis gluteos.

Ni siquiera noté en qué momento salió del baño y para su buena suerte justo había quitado el vestido de mi pijama para poner unos jeans.

—¡Calum!— Reí.

Pero dejé de hacerlo cuando posó ambas manos en los costados de mi cintura, hizo a un lado mi cabello y comenzó a besar mi cuello.
Como me encantaba que hiciera eso, me volvían loca sus labios y todo lo que podía hacer con ellos.

Sus manos empezaron a recorrer mi vientre tan delicadamente que no soportaba más aquel toque porque necesitaba más de él.

Dejó de hacerlo para ponerlas de nuevo en mi cintura y en un movimiento jaló mi cuerpo hacía el suyo. Y al sentirlo solté un gemido.

—Cal— Gemí de nuevo —Vas a llegar tarde—

—Sí nena, tienes razón—

Hizo que diera media vuelta para regalarme una sonrisa, volvió a acariciar mi mejilla y dejó un beso en mis labios.

Terminé de vestirme, tomé mi bolso y salimos al auto.

—Te veo más tarde nena ¿A las 9:00 está bien?— Dijo Cal estacionando el auto frente a la plaza del super.

High-Calum HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora